domingo, 31 de marzo de 2013

Oración de protección

Buenos días, amigo/a.

Al concluir este mes, te ofrezco una oración de protección, compuesta
por el Papa León 13º (1878-1903), quien ordenó rezarla al final de la
Misa. Así se hizo hasta la reforma del Misal de san Pío V (1570),
sustituido por el actual misal posconciliar del Papa Pablo 6º (1969).
En la oración pedimos el amparo de san Miguel Arcángel contra las
insidias del Maligno.

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla: sé nuestro amparo
contra la perversidad y asechanzas del Demonio. “Reprímale Dios”,
pedimos suplicantes: y tú, Príncipe de la milicia celestial, arroja al
infierno con el divino poder a Satanás y a los otros espíritus
malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las
almas. Así sea.

“El evangelio es el primer texto de la antigüedad, donde el demonio se
presenta como un enemigo al que se puede vencer. Uno de los grandes
éxitos del cristianismo, en su primera difusión, se basó en el poder
de los exorcistas cristianos sobre el demonio. La iglesia primitiva
vivió esta certeza de vencer al “fuerte”, en nombre del “más fuerte”,
Cristo”. P. Natalio.

sábado, 30 de marzo de 2013

La prosperidad de los malos

Buenos días, amigo/a.

Inmensa e inconcebible es la bondad del Señor, que “hace salir el sol
sobre buenos y malos, y manda la lluvia a justos y pecadores”. En este
mundo el Señor da siempre el perdón a los que con el corazón humillado
y quebrantado se arrepienten de sus pecados. También es indudable que
a los servidores fieles les tiene preparada una corona eterna de
gloria en el cielo.

Un hombre muy rico, tenía como únicos herederos a dos servidores. El
primero de los servidores blasfemaba siempre y se burlaba de la
religión. El segundo tenía respeto por Dios y era muy devoto en sus
prácticas religiosas. Al morir el dueño, los dos recibieron la
herencia en partes iguales. El primero pronto negoció y triplicó sus
ganancias. El segundo fue desafortunado y perdió gran parte de los
bienes. Este siervo religioso y fiel a Dios fue al rabino del pueblo a
lamentarse: ¿Por qué en este mundo los blasfemos prosperan y viven
felices, mientras los piadosos conocen la desventura? El viejo rabino,
conocido por su sabiduría espiritual, respondió con una sonrisa: “Si a
sus enemigos Dios les da tantos privilegios, piensa cuán inmenso debe
ser el tesoro de bendiciones que tiene reservado a sus amigos”.

La Biblia ha sido llamada con razón el libro de las promesas. En
efecto, casi no hay página en la que Dios no  aliente al hombre por el
buen camino con premios eternos. San Pablo afirma: “Nuestras
tribulaciones son nada en comparación con la futura gloria que se
revelará en nosotros”. Que pases un día feliz iluminado por esta
verdad de fe. Hasta mañana. P. Natalio.

viernes, 29 de marzo de 2013


Palabras inspiradoras


Buenos días, amigo/a.

Si piensas que tus sencillas palabras de cada día pueden ser como
dulce música al oído y al corazón de los que están contigo, ¿no es
verdad que controlarás mejor toda palabra que sale de tu boca para que
resulte inspiradora, alegre y reconfortante para todos? Lee
atentamente lo que hoy te presento.

El abuso verbal, aunque invisible, ataca la mente y el espíritu de los
que lo sufren. Las palabras que se dicen con rabia o resentimiento
lastiman profundamente con efectos prolongados. En verdad las palabras
pueden doler como los golpes físicos. Especialmente los padres deben
saber que la crítica, el desprecio y los insultos –aun cuando se los
diga en broma– pueden lastimar el amor propio, o dañar la autoestima,
o bien detener el crecimiento de una imagen sana de sí mismo en los
niños. Las palabras dichas con amor ofrecen un real elemento
constructivo de elogio, aliento, gratitud, disculpa a quien escucha.
Nuestras palabras pueden herir o reconfortar, impedir o ayudar,
frustrar o inspirar a la acción. He aquí algunas frases que son dulce
música al oído y al corazón: “¡Muy buen trabajo!”. “Déjame ayudarte”.
“Cometí un error, perdóname”. “¡Felicitaciones!”. “Estamos orgullosos
de ti”. “Gracias”. “Te quiero”. “Admiro tu capacidad”. “Tú puedes
hacerlo muy bien”.

Para subrayar este mensaje, recuerda lo que escribió san Pablo a los
cristianos de Éfeso (4, 29): “No profieran palabras inconvenientes; al
contrario, que sus palabras sean siempre buenas, para que resulten
edificantes cuando sea necesario y hagan bien a aquellos que las
escuchan”. Que el Señor te bendiga y te proteja. P. Natalio.

jueves, 28 de marzo de 2013


Acepta la realidad


Buenos días, amigo/a

Un signo de madurez es aceptar la realidad y poseer suficiente solidez
y equilibrio para vivirla. La persona madura es objetiva: sabe
valorarse a sí mismo sin dejar de valorar a los demás. Es capaz de
tomar una decisión y sostenerla. Madurez es el arte de vivir en paz
con lo que no se puede cambiar. Ejercítate en la sabiduría de “poner
siempre los pies sobre la tierra”.

Un profesor de química al mismo tiempo que hacía experimentos solía
dejar enseñanzas inolvidables. Una vez que tenía en la mano una
botella de leche, la dejó caer en la batea del agua. Quedaron los
vidrios y toda la leche se escurrió por el desagüe. “La leche está
perdida, dijo. No podemos rescatarla más. Seamos más cuidadosos y no
lloremos nunca por la leche derramada”.

Confía en el Señor y vigila tu mente para que no echen raíces ideas o
emociones funestas que pueden dañarte y trabar las fuerzas de tu
espíritu. Por una parte, mantén la vigilancia y, por otra, fortalece
con la meditación los valores perdurables del amor, la paciencia, la
serenidad y la alegría profunda. Que el Señor te bendiga y proteja en
este crecimiento. P. Natalio.

miércoles, 27 de marzo de 2013

Para restaurar la paz

Buenos días, amigo/a

Al fin de una jornada agitada de lucha y de trabajo, nada ayuda tanto
a restaurar la paz en el alma como una oración llena de confianza en
el Señor. En efecto, en él encontramos un refugio seguro, un guardián
siempre vigilante, un pastor que nos acompaña con solícito cuidado. El
himno litúrgico que te ofrezco te introducirá en este ambiente de
celestial compañía.

Ya el sol del firmamento se retira, mas tu fuego, Señor, alumbra siempre;
en nuestros anhelantes corazones, derrama, ¡oh Trinidad!, tu amor perenne.

Contentos te servimos en el día y fervientes ahora suplicamos
asocies nuestras almas y canciones al coro de tus ángeles y santos.

La gloria y alabanza sempiterna tributamos al Padre y a su Hijo,
y a ti, Divino Espíritu de entrambos damos gracias por siglos infinitos.

“Y ahora bendecid al Señor, los siervos del Señor, los que pasáis la
noche en la casa del Señor. Levantad las manos hacia el santuario, y
bendecid al Señor. El Señor te bendiga desde Sión, el que hizo cielo y
tierra (Salmo 134). “Suba, Señor, a ti mi oración, como incienso en tu
presencia” (Salmo 141). Que la gratitud y la alabanza cierren cada día
tu jornada. P. Natalio.

martes, 26 de marzo de 2013


La bolsa de papas


Buenos días, amigo/a

Los pensamientos y sentimientos negativos turban el cielo tranquilo
del corazón. Entre ellos se destaca por su capacidad destructiva el
odio, que se niega a perdonar y olvidar. “Señor, tú que eres puro
amor, tú que perdonabas a los que te crucificaban, quita de mi
interior todo el veneno de los recuerdos que me llenan de rencor y de
tristeza. Derrama en mi interior el deseo de perdonar y la gracia del
perdón”.

Una profesora nos hizo llevar una bolsa de plástico y una bolsa de
papas. Por cada persona que no perdonábamos, debíamos elegir una papa,
escribir en ella el nombre y fecha y ponerla en la bolsa de plástico.
Nos dijo que lleváramos con nosotros a todos lados esta bolsa con las
papas fechadas durante una semana. Esta molestia nos hizo tomar
conciencia del peso espiritual que llevábamos. Naturalmente, las papas
se iban pudriendo y olían muy mal. ¡Éste fue el exacto símbolo del
precio que pagamos por mantener nuestros rencores y resentimientos!
Con frecuencia pensamos que el perdón es un regalo hecho a otra
persona y, aunque eso es verdad, también es el mejor obsequio y
satisfacción que podemos darnos a nosotros mismos.

Vivir la caridad cristiana no es fácil. En verdad está por encima de
nuestra capacidad humana. Por eso es indispensable suplicar con
humildad y constancia al Señor el don de la fraternidad para poder
elevarnos sobre nuestros egoísmos y susceptibilidades… Pero cuando el
amor de Dios nos invade podemos “perdonar, soportar y esperar sin
límites”. P. Natalio.

lunes, 25 de marzo de 2013


Otra página de tu vida


Buenos días, amigo/a

“¿Por qué no haces de este día el mejor de tu vida? Saluda con gozo y
agradecimiento el don inapreciable de este nuevo día. Trata con
ternura y afecto cada hora porque no retornará jamás. Deja a un lado
con decisión todo aquello que mata el tiempo. No escuches a labios
ociosos. No te quedes donde hay manos inactivas”, (Og Mandino).

Tú has escrito ya muchas páginas en el libro de tu vida; unas son
tristes y otras alegres; unas limpias y claras, otras borrosas y
oscuras. Pero aún queda una página en blanco, la que vas a escribir
este día. Te falta por llenar la página de hoy, piensa y quiere que
ésta sea la página más bella y la más sincera. Cada mañana al
despertar, recuerda que aún has de llenar la mejor de tus páginas, la
que dirá lo mejor que estás escribiendo con tu propia vida. Piensa que
siempre te falta por escribir la página más bella.

“No pierdas un momento en lamentar las desgracias del ayer, las
derrotas del ayer, los sufrimientos del ayer. Los deberes de hoy
cúmplelos hoy. Sacrifícate hoy y conságrate hoy al trabajo. Hoy tienes
la oportunidad de convertirte en el hombre que tú sabes puedes llegar
a ser. A la indecisión destrúyela con la acción y sepulta tus dudas
con la fe”, (Mandino). P. Natalio.

domingo, 24 de marzo de 2013


Los buenos modales


Buenos días, amigo/a.

La cortesía es como la crema de la caridad: su manifestación más
agradable. Y se manifiesta en las diversas situaciones de la
convivencia humana. Es un código que responde a la regla de oro “no
hagas a otro lo que no quieres que te hagan a ti”. Aquí te presento
unas simples sugerencias, pero su conjunto es un cúmulo de delicadas
atenciones.

Trata de saber escuchar. Trata de cuidar la puntualidad. Trata de
agradar y ser gentil al hablar. Intenta no discutir, sencillamente,
opina. Intenta estar siempre dispuesto a sonreír. Intenta ser jovial,
voluntarioso y dinámico. Proponte guardar tus propias dificultades.
Decídete pedir siempre “Por favor" y no olvidar el 'Gracias'. Trata de
prometer sólo cuando estás seguro de poder cumplir.

Estas líneas de elemental cortesía te darán un aura de distinción y
serás siempre bien recibido, porque la gente se siente cómoda con
quien es sociable, atento y delicado en su trato. Te auguro pases una
agradable jornada con tus familiares y amigos. P. Natalio.

sábado, 23 de marzo de 2013


Los dones de Dios


Buenos días, amigo/a

La cuaresma es un regalo anual de Dios, para que: hagamos un alto en
el camino de la vida y verifiquemos si andamos en la dirección
correcta, purifiquemos nuestra conciencia y renovemos nuestra
fidelidad a la alianza bautismal. Así, con la mirada en el proyecto de
felicidad y santidad que el Señor pensó para nosotros, retornemos a lo
más puro de nuestra identidad cristiana: a nuestra condición de hijos
de Dios y hermanos de todos los hombres.

“¡Queridos hijos! En este tiempo cuaresmal de gracia, los invito a
abrir sus corazones a los dones que Dios desea darles. No se cierren:
con la oración y la renuncia digan sí a Dios y él les dará en
abundancia. Así como en la primavera la tierra se abre a la semilla y
da el ciento por uno, así también el Padre Celestial les dará en
abundancia. Hijitos, yo estoy con ustedes y los amo con amor tierno.
¡Gracias por haber respondido a mi llamado! ”

¿Cuál es el camino concreto de Cuaresma? El diálogo personal con Dios
mediante la oración, la lectura y meditación de la Palabra de Dios, el
ayuno corporal, el control de los vicios, frivolidades y gastos
superfluos, una mayor generosidad en compartir lo que tenemos, el
visitar a los enfermos y a los que están solos, el socorrer a los que
sufren a nuestro alrededor, etc. Estas semillas de buena voluntad el
Señor te las retribuirá con abundancia. P. Natalio.

viernes, 22 de marzo de 2013

El reloj perdido

Buenos días, amigo/a

De vez en cuando y por un lapso de toda una mañana o de una tarde
entera, sumérgete en baños de soledad y silencio. Es una disciplina
excelente que fortalecerá tu espíritu y te ayudará a ir encontrándote
con tu ser más profundo y verdadero. No le temas a la soledad. Aprende
a amarla.

Unos trabajadores estaban almacenando aserrín en el depósito de una
fábrica de hielo, cuando uno de ellos advirtió que se le había caído
el reloj de su muñeca. Todos se pusieron a buscarlo. Después de una
intensa búsqueda entre charlas y risas, decidieron dejarlo y se fueron
a tomar un café. Un joven que los había observado, entró en el almacén
y, al poco rato, se presentó ante los trabajadores con el reloj en su
mano. “¿Dónde estaba?”, —le preguntaron. “¿Dónde?, pues en el
almacén”, —les dijo el joven.  “No puede ser, —dijeron ellos—  lo
hemos buscado por todas partes. ¿Cómo lo has encontrado? “Hice un
silencio absoluto hasta que pude percibir el suave tictac del reloj y
lo saqué de en medio del aserrín.”

Tampoco le temas al silencio. El silencio vitalizará tu mente y tu
sistema nervioso, y dotará de solidez y fuerza expresiva a tus
palabras cuando salgas de tus treguas de mutismo y vuelvas a hablar.
Busca el equilibrio interno y el reencuentro contigo mismo. Regálate
de vez en cuando estas saludables inmersiones en la soledad y el
silencio. P. Natalio.

jueves, 21 de marzo de 2013


Mirada de fe


Buenos días, amigo/a.

San Juan Bosco en su autobiografía relató: “En mi juventud leí la
"Imitación de Cristo" y  quedé admirado al darme cuenta de que este
libro trae más enseñanzas en una sola página que otros en varios
volúmenes. A este precioso libro debo el haberme aficionado a los
libros espirituales”. Esta obra que, después del Evangelio fue la más
leída por los cristianos, la escribió el monje Tomás de Kempis. Medita
estos renglones.

Ofrece el mundo cosas temporales y efímeras, y, con todo, se le sirve
con ardor. Jesús promete lo más elevado y eterno, y los corazones de
los hombres languidecen trabados por la inercia. La mayoría oye con
más agrado al mundo que a Dios, y más fácilmente siguen las apetencias
de los sentidos que el beneplácito de Dios. ¿Quién sirve y obedece a
Jesús con tanto empeño y constancia como se sirve al mundo y a sus
dueños? Avergüénzate, alma mía, indolente y quejumbrosa, de que
aquéllos sean más solícitos para su perdición que tú para la vida.

Acabas de leer un fragmento de “La imitación de Cristo”, libro que
puedes conseguirlo en la librería San Pablo. Has podido advertir
también el estilo denso y prolijo. El contenido no es más que la
esencia del Evangelio. Uno no puede sino afirmar. “Este hombre escribe
la pura verdad”.  Y conmueve, llamando a la reflexión. Aprovecha su
mensaje. P. Natalio.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Cosecha salvada
Buenos días, amigo/a

En el evangelio leemos que Jesús dijo: “Busquen primero el reino de
Dios y su justicia, y lo demás se les dará por añadidura”. El error
del hombre consiste en buscar con afán en primer lugar las cosas de la
tierra, los intereses propios, mientras le dan a Dios las migajas de
su tiempo y de su amor. Y así le van sus asuntos… Una anécdota de Don
Bosco.

En 1864 Don Bosco predicó por tres días antes de la fiesta de la
Asunción en Montemagno. Una larga sequía amenazaba las cosechas. —Si
vienen al sermón  —dijo el Santo—  los tres días y se confiesan y
todos comulgan el día de la fiesta, la Virgen enviará una lluvia que
salvará la cosecha. La gente acudió con fe al triduo, y se confesó,
mientras los pueblos vecinos se burlaban. El día de la fiesta amaneció
sin una nube. Todo el pueblo comulgó. Al atardecer se cantaron salmos,
pero el cielo seguía limpio. Alguno pensó que Don Bosco había fallado.
—Cantemos el Magníficat —dijo el santo— ¡Fe en la Virgen! Una lluvia
mansa comenzó a repiquetear en las ventanas y techos. La alegría fue
grande porque la cosecha estaba salvada.

Se trata de tener un amor tan firme a Dios que lo tengamos en el
primer lugar de nuestro afecto, preocupaciones, tiempo… Hay un motivo
fundamental: Dios nos ama tanto, se ha jugado tanto por nosotros, que
no nos queda sino organizar toda nuestra vida como respuesta coherente
a su inmensa bondad. Pide al Espíritu Santo te inflame en amor a Dios.
P. Natalio.

martes, 19 de marzo de 2013


“A la sombra de tus alas”


Buenos días, amigo/a

Los salmos son antiguos cánticos donde vibra el alma del creyente con
una gran riqueza de sentimientos, como asombro, alabanza, contrición,
intimidad, dulzura u otros estados de ánimo. El salmista —por ejemplo—
clama a Dios en una situación angustiosa, usando el tierno símbolo de
las alas de un ave maternal para expresar su amor y confianza en el
Señor.

Salmo 17: Guárdame como a las niñas de tus ojos, a la sombra de tus
alas escóndeme de los malvados que me asaltan, del enemigo mortal que
me cerca. Salmo 57: Misericordia, Dios mío, misericordia, que mi alma
se refugia en ti; me refugio a la sombra de tus alas mientras pasa la
calamidad. Salmo 63: A la sombra de tus alas canto con júbilo, mi alma
está unida a ti, y tu diestra me sostiene. Salmo 91: Él te librará de
la red del cazador, de la peste funesta. Te cubrirá con sus plumas,
bajo sus alas te refugiarás, su brazo es escudo y armadura.

El mismo Jesús usó esta imagen cuando desde el monte de los olivos
mirando a sus pies a la ciudad deicida, lleno de tristeza, exclamó:
“¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que
te son enviados! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como la
gallina reúne bajo sus alas a los pollitos, y tú no quisiste!”. Tómale
gusto a los salmos: te enseñarán a orar a Dios con sentimientos
auténticos. P. Natalio.

lunes, 18 de marzo de 2013


Oración y trabajo


Buenos días, amigo/a.

La oración es la llave que abre los tesoros del cielo. Es el puente
siempre accesible por el que llegamos a Dios. El arte de orar es el
arte de amar al Señor. Pero orar bien es un regalo del Señor. Como los
apóstoles implorémoslo con frecuencia. Pidamos al Padre, por Jesús,
que derrame sobre nosotros un Espíritu de oración y de alabanza, (Zac.
12, 10).

Un día el santo Abad Antonio, mientras estaba sentado en el desierto,
fue presa del desaliento y de una densa tiniebla de pensamientos. Y
decía a Dios: "¡Oh Señor!, yo quiero salvarme, pero los pensamientos
me lo impiden. ¿Qué puedo hacer en mi aflicción?” Entonces, asomándose
un poco, Antonio ve a otro como él, que está sentado y trabaja,
después interrumpe el trabajo, se pone en pie y ora, después se sienta
de nuevo y se pone a trenzar cuerdas, y después se levanta de nuevo y
ora. Era un ángel del Señor, enviado para corregir a Antonio y darle
fuerza. Y oyó al Ángel que decía: “Haz así y serás salvo”. Al oír
aquellas palabras, cobró gran alegría y aliento: así hizo y se salvó.

Alexis Carrel, médico investigador, premio Nobel, famoso por su libro
“La incógnita del hombre”, escribió: “Un constante y silencioso
milagro acontece, de hora en hora, en los corazones de hombres y
mujeres que han descubierto, con asombro, que la oración los enriquece
con una continua corriente de fortaleza que los sostiene en sus vidas
cotidianas”. El Señor te bendiga. P. Natalio.

domingo, 17 de marzo de 2013


Vive  generosamente



Buenos días, amigo/a

La generosidad caracteriza al corazón noble y compasivo. Cada uno
tiene algo para dar. Dinero, talento, tiempo o una simple oración. La
generosidad es una virtud que nos eleva y nos pone en sintonía con
nuestra semejanza divina. Hoy te ofrezco una oración para acrecentar
esta virtud, pidiendo perdón por los límites que notas en ti. Es del
P. Víctor Fernández.

Dios mío, mira mi corazón. Tú sabes que a veces me falta generosidad,
sensibilidad frente al mal ajeno, y a veces estoy demasiado pendiente
de mí mismo. Otras veces me desanimo porque no recibo elogios o no veo
los frutos de mis esfuerzos. Dame un corazón más generoso, para que
realmente me interese la felicidad de la gente, para que de verdad me
duelan los problemas ajenos, y no solamente los míos. Tómame, Señor,
una vez más. Convénceme de que es mejor entregarse generosamente que
desgastarse en los lamentos. Utilízame, Dios mío, para derramar tu
poder y tu luz en el mundo. Así seré feliz en tu servicio. Amén.


Antes de buscar el beneficio personal, piensa cómo puedes servir. En
lugar de querer poseer empezarás a compartir, guiado por el deseo de
ayudar a satisfacer las necesidades de los otros. Lo asombroso es que
verás fluir la verdadera satisfacción a tu vida. Cuando prestas
servicio a la humanidad, te pones en onda con Dios, infinita bondad P.
Natalio.

sábado, 16 de marzo de 2013

Si no hubiera sido por él...

Buenos días, amigo/a

Ningún trabajo es insignificante, ninguna tarea es despreciable,
cualquier ocupación merece que pongamos todas nuestras fuerzas y
nuestra creatividad en ella. “Si alguien está llamado a ser
barrendero, debería barrer las calles como Miguel Ángel pintaba, como
Beethoven componía música o como Shakespeare escribía versos”, (M. L.
King).

—¿Y cómo está tu hijo mayor, Joaquín?  —Pues, estudió y obtuvo un
doctorado de Literatura Inglesa en una universidad de Inglaterra. —¿Y
tu hija, tan dispuesta? —Esa hizo una maestría en artes y un doctorado
en lenguas en una universidad de España. —Dime, ¿y el menor, cómo es
que se llamaba?  —Oh, te refieres a Pepito. Ese tomó un curso de
plomería y se la pasa destapando cañerías. Pero, gracias a Dios,
porque si no fuera por él, nos hubiéramos muerto de hambre.

El trabajo honrado y responsable nos libera del aburrimiento, de
entregarnos a los vicios, y nos proporciona los recursos para remediar
nuestras necesidades fundamentales. Es una bendición de Dios. Trabaja
con gusto y acabarás sintiendo gusto por el trabajo. “El que no quiera
trabajar, que no coma”, escribió san Pablo a los de Tesalónica. Que
tengas un día de acción. P. Natalio.

viernes, 15 de marzo de 2013

Venimos a recibir tu denario…

Buenos días, amigo/a

Al fin de una jornada agitada de lucha y de trabajo, nada ayuda tanto
a restaurar la paz en el alma como una oración llena de confianza en
el Señor. En efecto, en él encontramos un refugio seguro, un guardián
siempre vigilante, un pastor que nos acompaña con solícito cuidado. El
himno litúrgico que te ofrezco te introducirá en este ambiente de
celestial compañía.

Mentes cansadas, manos encallecidas, labriegos al fin de la jornada,
jornaleros de tu viña, venimos, Padre, atardecidos de cansancio,
agradecidos por la lucha, a recibir tu denario. Llenos de polvo, el
alma hecha jirones, romeros al filo de la tarde, peregrinos de tus
montes, venimos, Padre, heridos por los desengaños, contentos por
servir a tu mesa, a recibir tu denario. Hartos de todo, llenos de
nada, sedientos al broquel de tus pozos y hambrientos de tu casa,
venimos, Padre, el corazón entre tus brazos, la frente humilde de
delitos, a recibir tu denario. Amén.

Ojalá que, por propia experiencia, tengas la certeza que el mejor
descanso, ese oasis interior de paz que necesitas al fin del día, son
los brazos divinos de Dios. Allí está “la verde pradera donde
recostarte, de él fluye la fuente tranquila que repara tus fuerzas
agotadas”. La oración es la llave para cerrar sabiamente cada jornada.
El Señor te bendiga y proteja. P. Natalio.

jueves, 14 de marzo de 2013



Un hombre y un león juntos


Buenos días, amigo/a

Cuántas veces ansiamos maravillosos jardines que se ven a lo lejos en
el horizonte, mientras nos olvidamos de aspirar la fragancia y admirar
la belleza del rosal que florece en nuestra ventana. Gran parte de la
infelicidad humana nace de no valorar todo lo que tenemos y dejarnos
arrastrar por la envidia, comparándonos con los demás.

En cierta ocasión viajaban juntos un hombre y un león. Iban
discutiendo quién era más valiente luchador, cuando, en una
encrucijada, encontraron una estatua de piedra que representaba a un
hombre estrangulando a un león. —Ahí ves cómo somos más fuertes que
ustedes, dijo el hombre señalándosela al león. —Si los leones supieran
esculpir, respondió el león con una sonrisa, verías a muchos más
hombres entre las garras del león. (Esopo).

Es fundamental convencerme que si quiero ser yo mismo, el único punto
de referencia para superarme soy yo. No necesito compararme con nadie
más. Lo correcto es conocer mis talentos y habilidades, alegrarme de
lo que tengo y no vivir ansioso por mis límites y carencias. Que esto
te ayude a vivir con equilibrio y en paz tu propia realidad, tu propia
verdad. P. Natalio.

miércoles, 13 de marzo de 2013


Experiencia de Dios

Buenos días, amigo/a

“Si tuviéramos los ojos de los ángeles para ver a Jesús presente sobre
el altar, y que nos mira, ¡cómo lo amaríamos! Querríamos permanecer
siempre a sus pies; éste sería un gozo anticipado del Paraíso; todo lo
demás se nos haría insípido. Pero nos falta la fe: somos pobres
ciegos. Tenemos como una niebla sobre los ojos, que sólo la fe podría
disipar”, (Santo Cura de Ars). Y ahora, un mensaje de la Reina de la
Paz para ti.

“¡Queridos hijos! Los invito a una oración más activa y a una
participación más activa en la Santa Misa. Yo deseo que su Misa sea
una experiencia real de Dios. Deseo que experimenten a Dios en sus
corazones durante la Santa Misa. Yo quiero decir en particular a los
jóvenes: estén abiertos al Espíritu Santo, ya que Dios los quiere
atraer a él en estos tiempos en los que Satanás está obrando
fuertemente. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado! ”

Tener fe es haber descubierto el inmenso amor que Dios tiene por ti;
y, ante tan enorme y fascinante hallazgo, organizar toda tu vida como
una respuesta fiel y coherente. El Espíritu de Dios, Espíritu de amor,
te ayude a interiorizar este pensamiento en la meditación, porque está
en el centro de la auténtica relación con el Señor. Que él te asista y
te bendiga. P. Natalio.

martes, 12 de marzo de 2013

Quietos en la iglesia

Buenos días, amigo/a

Jeremías sabía alimentarse con el pan de la Palabra de Dios. Su
corazón se consumía anhelando encontrar un fragmento cualquiera de ese
divino manjar para saciar el hambre de su espíritu. Hablando con Dios
le dijo una vez (15,16): “Cuando encontraba palabras tuyas, las
devoraba; ellas eran mi gozo y la alegría de mi corazón”. Esa sea tu
actitud.

Una maestra de catequesis le preguntó a los niñitos de su clase,
cuando los llevaba a la Iglesia llena de gente para la misa dominical:
“¿Por qué es necesario estar muy quietos en la iglesia?”
Una niñita le respondió ingenuamente: “Porque algunas personas están durmiendo”.

Con actitud de humilde escucha o lee la Palabra. Esta disposición es
un don que debes pedir al Señor con la confianza de un hijo. Y el
libro sagrado te animará con promesas de vida sin fin, te ofrecerá
normas simples de vida inocente  y  te descubrirá el amor entrañable
de Dios por ti. Que sea tu ansiado alimento. P. Natalio.

lunes, 11 de marzo de 2013


Con la mirada en el cielo


Buenos días, amigo/a.

Don Bosco vivió con una mirada fija en el Cielo y otra en las
realidades de este mundo para orientarlo a la felicidad que no tiene
fin. Pero trabajó sin cansancio en cambiar las situaciones de
desprotección y abandono de niños y jóvenes pobres. En sus escritos
hay pensamientos que brotaron de su profunda visión de fe. Son joyas

de sólida espiritualidad. He aquí algunos:

La vida es demasiado corta. Hay que hacer de prisa lo poco que se
pueda, antes que nos sorprenda la muerte. Los ociosos, al final de la
vida, experimentarán grandes remordimientos por el tiempo perdido. Las
espinas de la vida serán las flores de la eternidad. A la hora de la
muerte se ven las cosas desde otro punto de vista. ¿Quieres llevar
contigo el dinero a la eternidad? Da limosna a los pobres. Hagamos el
bien que podamos y no aguardemos la recompensa del mundo, sino
solamente de Dios. Un trocito de paraíso lo arregla todo.

Qué aire celestial traen estas consignas que san Juan Bosco repetía en
las homilías y confesiones, y a veces al oído de un muchacho triste en
un rincón del patio. Son pensamientos simples pero nos invitan a
pensar en otra dimensión, con parámetros de eternidad. ¿Por qué no
enriquecerte con estas perspectivas de la vida en abundancia? P.
Natalio Bértolo.

domingo, 10 de marzo de 2013

La vieja y el médico

Buenos días, amigo/a

La sinceridad es una virtud exigente, ya que puedes faltar a la verdad
de distintas y sutiles maneras. Por ejemplo, con la simulación, que es
mentir con los hechos, o con la hipocresía pasando por lo que no se
es, o con jactancias atribuyéndose uno excelencias que no posee, o con
adulaciones cuando se engaña para sacar algún provecho de los otros.

Una vieja enferma de la vista llamó con la promesa de pagarle, a un
médico. Éste se presentó en su casa, y cada vez que le aplicaba el
ungüento no dejaba, mientras la vieja tenía los ojos cerrados, de
robarle todo lo que podía llevarse un poco por vez. Cuando ya no
quedaba nada, terminó también la cura, y el médico reclamó el salario
convenido. Se negó a pagar la vieja, y aquél la llevó ante los jueces.
La vieja declaró que, en efecto, le había prometido el pago si le
curaba la vista, pero que su estado, después de la cura del médico
había empeorado. –Porque antes –dijo– veía todos los muebles que había
en mi casa, y ahora no veo ninguno. (Esopo).

Es lamentable que en Argentina muchas faltas de sinceridad sean
celebradas como “viveza criolla”, feo vicio antisocial que ha
vulnerado tristemente nuestra imagen en el exterior. Y lo peor es que
perdura entre nosotros cuando aplaudimos al canchero, al piola, al
madrugador, que son los “avivatos” y “ventajitas” de las historietas
cómicas. Sólo la verdad nos hará libres. P. Natalio.

sábado, 9 de marzo de 2013


Decisión y voluntad

Buenos días, amigo/a

“Un día Tamerlán, conquistador tártaro, sufrió una seria derrota que
lo deprimió a tal punto que se encerró en su tienda. Pasaba las horas
rumiando su desgracia y pensaba ya desistir de su ambicioso plan,
cuando se fijó en una hormiga que subía por la lona de su carpa. Con
un palito tiró al suelo la hormiga. Pero el insecto de inmediato
volvió a subir. El rey tártaro insistió en arrojarla otra vez al
suelo.

- Uno no cae en el combate, sino cuando ha dejado caer antes su ánimo
(San Agustín). - Un ejército está vencido a partir del momento en que
se cree vencido (Napoleón). - Es maravilloso el número de cosas
imposibles que la gente decidida logra realizar. Nosotros deberíamos
formar parte de ese equipo (Raúl Plus). - No se duerman pensando que
una cosa es imposible; podría despertarlos el ruido que otro hace al
realizarla (Refrán americano). - La perseverancia es el alto precio
que hay que pagar por todas las conquistas de este mundo. Todo lo más
grande en cualquier ámbito se ha conseguido por una ardiente
constancia (Ignacio Larrañaga).

Sin desanimarse la hormiga empezó de nuevo su ascensión. El rey se
obstinó en proyectarla al piso una y otra vez, hasta 80 veces. El rey
se maravilló por la perseverancia demostrada por aquel pequeño insecto
y, recapacitando, se dijo: "La imitaré y venceré". Y el rey tártaro se
levantó, reorganizó su ejército, y siguió con renovado empuje la
invasión proyectada. Fue un conquistador invencible”. ¿Estás
convencido del valor de la constancia? P. Natalio.

viernes, 8 de marzo de 2013


Compasivo con los animales


Buenos días, amigo/a

Grande es la bondad de Dios que puso al hombre en medio de un
escenario maravilloso: su creación. Además de variadísimas especies de
plantas, creó los animales, siempre sorprendentes, en todas las zonas
y paisajes de nuestro planeta. Tratemos de no “hacer de la Tierra un
Infierno para los pobres animales”.

San Martín de Porres, Hermano dominico, iba un día camino del
convento. En la calle divisó un perro sangrando por el cuello y a
punto de caer. Se dirigió a él y lo reprendió dulcemente:—Pobre viejo;
quisiste ser demasiado listo y provocaste la pelea. Mira ahora el
espectáculo que ofreces. Ven conmigo a ver si puedo remendarte. Fue
con él al convento, lo acostó en una esterilla de cáñamo, le revisó la
herida y le aplicó sus medicinas y ungüentos. Al cabo de una semana lo
despidió con unas palmaditas en el lomo, que él agradeció meneando la
cola, y unos buenos consejos para el futuro. —No vuelvas a las andadas
—le dijo—, que ya estás viejo para pelear.

El filósofo Arthur Schopenhauer escribió: “La compasión con los
animales está íntimamente ligada con la bondad de carácter, de tal
suerte que se puede afirmar seguro que quien es cruel con los
animales, no puede ser buena persona. Una conmiseración por todos los
seres vivos es la prueba más firme y cierta de la conducta moral”.
Admiremos y respetemos la naturaleza. P. Natalio.

jueves, 7 de marzo de 2013

Esperando la futura gloria


Buenos días, amigo/a

El túnel más largo y oscuro se hace un camino llevadero, cuando sabes
que al final te aguarda una salida hacia la luz. Las arenas ardientes
del desierto se superan, cuando peregrinas sobre ellas con la
esperanza segura de alcanzar el oasis reparador. La oración
responsorial de hoy —de los salmos 31 y 36— reavivará tu esperanza.

V. ¡Qué bondad tan grande, Señor, reservas para tus fieles!
R. ¡Qué bondad tan grande, Señor, reservas para tus fieles!
V. Se nutren de lo sabroso de tu casa, les das a beber del torrente de
tus delicias.
R. Lo reservas para tus fieles.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. ¡Qué bondad tan grande, Señor, reservas para tus fieles!


Todo sufrimiento se hace más soportable, si lo vives mirando hacia el
futuro, con la seguridad de que un día dejarás de padecer. Mejor aún
si puedes vivir la esperanza mayor, la que llega más allá del tiempo,
y supera el dolor de la última pérdida, la muerte, con la promesa de
una Vida Plena. “Espera en el Señor, sé valiente, ten ánimo, espera en
el Señor”. P. Natalio.

miércoles, 6 de marzo de 2013

Educando al prójimo

Buenos días, amigo/a

Cuando de alguien se dice, “es una buena persona”, así simplemente, se
la está calificando con la nota más excelente: la bondad. Ser bueno es
ser de nobles sentimientos, honrado, servicial, respetuoso con todos,
amable, generoso. La bondad sintetiza aspectos muy valiosos de la
personalidad, que generan en los demás, aprecio y admiración,
atracción y simpatía.

Un señor, muy molesto por el ruido, llamó a la puerta del inquilino
del piso inferior y preguntó con mal disimulada rabia: —¿No ve que son
las cuatro de la madrugada? ¡No es posible cerrar un ojo con ese
ruido! ¿Se puede saber qué es todo ese estruendo? — Sí, señor. ¡Es la
grabación de la fiesta que usted hizo ayer hasta la madrugada en su
casa!

La anécdota de hoy señala un defecto corriente: la falta de respeto
por los demás. Respetar, poniéndose en el lugar de los otros, está en
la base de la convivencia humana. Jesús nos advirtió: “No hagas a otro
lo que no te gusta que te hagan a ti”. Norma fundamental y obvia, pero
tantas veces transgredida por egoísmo o inconsciencia. Recuérdala
siempre. P. Natalio.

martes, 5 de marzo de 2013


La situación difícil que atraviesa la Argentina  —economía fluctuante,
inflaciones periódicas, falta de trabajo, crecimiento de la pobreza,
etc.— ha generado un hecho digno de admiración y elogio: el
voluntariado. Personas que, más allá de la queja estéril, se deciden
entregar su vida y poner el hombro a las necesidades urgentes que
perciben a su alrededor. Son vocaciones de servicio.

Por amor hay quien abandona su casa confortable en Europa y vive, sin
agua y sin luz, en una villa miseria de una nación del Tercer Mundo.
Por amor hay personas que cruzan continentes y mares, y por ese mismo
amor hay quienes se encierran en la celda de un monasterio a la
oración. Por ese amor se entregan los años, la salud, el dinero, la
juventud, la seguridad del futuro, el trabajo, el descanso, los
gustos, todo. Ese amor es más fuerte que los lazos de la sangre, que
las raíces de la tierra o que las llamadas del corazón. Ese amor es
más fuerte que la vida y que la muerte. Pero todo eso es un camino
seguro hacia la felicidad, porque, “lo que se necesita para conseguir
la felicidad, no es una vida cómoda, sino un corazón enamorado”.

Cada día puedes ser generoso en acciones pequeñas. Este propósito abre
el corazón poco a poco, y descubres admirado que nunca pierdes. Por el
contrario te fortaleces y puedes superar el temor de ser vulnerable.
Practicar la generosidad ejercita al corazón: cuanto más se da, más se
fortalece. Recuerda que Jesús dijo: “Hay más alegría en dar que en
recibir”. P. Natalio.

lunes, 4 de marzo de 2013


Para confiar más en Dios


Buenos días, amigo/a

Confiar en Dios, es depositar toda nuestra fe en él. Dejarle el
cuidado de tus cosas. Permitirle disponer de tu futuro, porque sabes
que te ama más que tú mismo. Reposar en él “como un niño en brazos de
su madre” (salmo 131). Y confiar sobre todo en las pruebas, cuando las
cosas resultan incomprensibles.

Señor, quiero creer en tus promesas, quisiera confiar más en tu poder
y en tu amor para que toda mi vida esté realmente en tus manos.
Regálame, Señor, el don de la confianza. Así todo lo que me suceda
será para mi bien y para el bien de los demás. Tómame en tus brazos y
no permitas que me llene de temores inútiles. Quiero conocer la
alegría de la libertad espiritual, el gozo de darte a ti el control de
mi existencia. Pero también quiero elevar mis ojos hacia ti y dejar en
tus brazos todos mis seres queridos. Protégelos, Señor, te los confío,
te los entrego para que todo lo que les suceda tenga un buen fin.
Dales también la fuerza de tu amor para que conozcan la verdadera
alegría. Amén. (Víctor M. Fernández).

“Descarguen en el Señor todas sus inquietudes, ya que él se ocupa de
ustedes”. Si lees y meditas la Biblia, encontrarás esta exhortación y
otras semejantes. Te ayudarán a fortalecer tu confianza en Dios que te
ofrece refugio “a la sombra de sus alas mientras vienen calamidades”
de cualquier clase y magnitud. “No temas, contigo estoy. Yo te amo”,
te asegura Dios. P. Natalio

domingo, 3 de marzo de 2013


Tiempo de conversión

Buenos días, amigo/a

La predicación de Jesús comenzó así: “El tiempo se ha cumplido. El
reino de Dios ha llegado. Conviértanse y crean en la buena noticia”.
Esta invitación resonó como una clarinada que movilizó al pueblo de
Dios a volver al Señor, abandonar sus caminos equivocados, purificar
el corazón… La Reina de la Paz repite hoy el mismo mensaje de
salvación.


“¡Queridos hijos! Los invito a trabajar en la conversión personal. Aún
en su corazón, están lejos del encuentro con Dios. Por eso,
transcurran el mayor tiempo posible en oración y en adoración a Jesús
en el Santísimo Sacramento del altar, para que él los cambie y ponga
en su corazón, una fe viva y el deseo de la vida eterna. Todo es
pasajero, hijitos, sólo Dios es eterno. Yo estoy con ustedes y los
aliento con amor. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado! ”

El sacramento de la reconciliación o confesión es una excelente
respuesta al dulce llamado a la conversión que te hace la Madre del
Salvador. Te animo a acercarte a este sacramento, porque ayuda a
conocerse más a sí mismo, te da consuelo espiritual, y es canal de
gracia para superar la fuerza del mal y del pecado que está en
nosotros. El Espíritu del Señor te mueva. P. Natalio.

sábado, 2 de marzo de 2013


La espada de Damocles


Buenos días, amigo/a

No envidies a los poderosos, o a las estrellas o astros del cine, del
deporte, o de la vida social. La envidia es como un resentimiento
irracional causado por desear el bien ajeno, un disgusto oscuro que
provoca la elevada posición de una persona, o el brillo de sus
cualidades. Detrás de la envidia hay una incapacidad de asumir con
serenidad los propios límites.

Damocles, era  un adulador cortesano de Dionisio, tirano de Siracusa
(siglo IV a. C.). Había propagado que Dionisio era un afortunado al
disponer de tan gran poder y riqueza. El tirano para darle un
escarmiento, le ofreció intercambiar con él por un día sus tareas. Así
podría disfrutar de absoluto poder. Esa misma tarde Damocles celebró
un opíparo banquete donde fue servido como un rey. Cuando a mitad de
la comida miró hacia arriba y reparó en la afilada espada que colgaba
de un finísimo hilo sobre su cabeza, empalideció de repente y perdió
las ganas de seguir comiendo. Pidió al tirano abandonar su puesto,
diciendo que ya no quería seguir siendo tan dichoso.

El envidioso no percibe que su infelicidad no proviene de lo que no
tiene, sino de la falta de aprecio por lo que sí posee. Hay además una
falta de compromiso y responsabilidad con la propia vida, porque el
celoso, pendiente de la vida de otros, no conoce sus fortalezas y
posibilidades reales. El Señor te libre de la dañosa envidia. P.
Natalio.

viernes, 1 de marzo de 2013

Felices los padres…

Buenos días, amigo/a

Un hijo escribió a su padre: “No me des todo lo que te pida; pues, a
veces yo sólo pido para ver cuánto puedo obtener. No me des siempre
órdenes; si a veces me pidieras las cosas, lo haría con más gusto.
Cumple tus promesas; si me prometes un premio o un castigo, dámelo. No
me compares con nadie; si me haces sentir peor que los demás, seré yo
quien sufra”.

Felices los padres comprensivos, porque obtendrán la amistad de sus
hijos. Felices los cariñosos, porque serán amados por sus hijos. Los
que dan buen ejemplo, porque los imitarán con alegría. Felices los que
son comprensivos, porque sus hijos los comprenderán. Los que acompañan
a sus hijos,  porque no se sentirán solos. Los que apoyan a sus hijos,
porque éstos serán su apoyo. Los que escuchan a sus hijos, porque
siempre serán atendidos. Felices los que velan por sus hijos, porque
podrán cada noche dormir tranquilos.

“No me corrijas delante de los demás, enséñame a ser mejor cuando
estemos a solas. No me grites, te respeto menos cuando lo haces y me
enseñas a gritar. Déjame valerme por mí mismo o nunca aprenderé.
Cuando estés equivocado admítelo, y crecerá la opinión que tengo de
ti. Quiéreme y dímelo, me gusta oírtelo decir”. Una buena lección en
pocas palabras. P. Natalio.