martes, 31 de mayo de 2011

Bendice a mi familia


Buenos días, amigo/a.

La oración es la llave que abre los tesoros del cielo. Es el puente
siempre accesible por el que llegamos a Dios. El arte de orar es el
arte de amar al Señor. Pero orar bien es un regalo de Dios. Por lo
tanto, implora que envíe su Espíritu para que llene tu corazón con el
fuego de su amor.

Señor, bendice a mi familia, a mis amigos y a sus familias. Revélales
tu amor y tu poder. Señor, muéstrate en este momento: que donde haya
dolor, nos des paz y consuelo y donde haya duda, tengamos confianza
porque creemos en ti. Jesús, visita mi casa y llévate mis problemas,
angustias y dolores. Señor, contágiame tu fuerza, para que yo también
pueda aceptar la voluntad del Padre. Hoy vengo a ti, lleno de dolor, a
llorar mis penas en tus brazos, Recurro a ti para que me libres y
destrabes de todos los males que me acechan y me impiden ser feliz.
Espero confiadamente en ti. Vivo confiadamente en ti.

La familia que reza unida permanece unida y reproduce el clima de la
casa de Nazareth: Jesús está en el centro, se comparten con él
alegrías y dolores, se ponen en sus manos las necesidades y proyectos,
se obtienen de él la esperanza y la fuerza para el camino. Esa oración
alcanza su culmen cuando la familia participa de la Misa del domingo.
P. Natalio.

lunes, 30 de mayo de 2011

El escarabajo y el picaflor



Buenos días, amigo/a.

En el trabajo, en los grupos humanos, en las luchas políticas y
sindicales, en el mundo profesional y artístico la envidia es la yerba
más amarga y frondosa de las relaciones humanas. Probablemente, es la
causa principal por la que más sufre la gente. Lo que pasa es que ella
se disfraza como víbora bajo el follaje de razones y explicaciones.

Cada uno, en este mundo, tiene su modo de ser, sus cualidades y sus
defectos. El escarabajo es útil como estercolero, el picaflor es
bonito. Pero el escarabajo envidiaba al picaflor, de quien todos
ponderaban la gracia y la gentileza, la hermosura y el brillante
plumaje. —Es un haragán presumido –decía–, incapaz de trabajar; saquea
a las flores, pero no sabe hacer miel. Dicen que es bonito; será, pero
no piensa sino en lucirse. Yo no soy así –agregaba–, siempre trabajo
calladito, sin tratar de lucirme Pero todo el mundo sabe que un
escarabajo vale más que un picaflor. Y así lo creía él. (G. Daireaux –
adaptación).

Es fundamental convencerme que si quiero ser yo mismo, el único punto
de referencia para superarme soy yo. No necesito compararme con nadie
más. Lo correcto es conocer mis talentos y habilidades, alegrarme de
lo que tengo y cultivarlo. Aceptaré, por otra parte, mis límites y
carencias. Piénsalo… y vive en armonía y paz tu propia realidad. P.
Natalio.

domingo, 29 de mayo de 2011


Dios, amigo del silencio


Buenos días, amigo/a.

Santo Tomás de Aquino, tan santo como sabio, dejó estos breves
consejos a los que anhelan la sabiduría que viene de lo alto: “No
hables demasiado, ni te entregues a distracciones. Ama la pureza de
conciencia. Entrégate a la oración. Ama la soledad, si quieres llegar
un día a la morada de la sabiduría”.

Necesitamos encontrar a Dios y no lo hallamos en medio del ruido y de
la agitación. Dios es amigo del silencio. Miren cómo la naturaleza
empuja hacia el silencio. Miren cómo las estrellas, la luna, el sol se
mueven en silencio. ¿Nuestra misión no consiste en dar a Dios a los
pobres sin techo? No a un Dios muerto, sino a un Dios vivo, que ama.
Cuanto más recibimos en el silencio de la oración, tanto más
entregaremos en nuestra actividad. Necesitamos el silencio para mover
a las personas. Lo importante no es lo que decimos nosotros, sino lo
que Dios nos dice, y lo que dice a través de nosotros. Teresa de
Calcuta,

El cardenal Carlos Martini, arzobispo de Milán, cuyos libros se
vendían como pan caliente, escribió: “Aun en la vida cotidiana más
afanosa y complicada, estoy seguro que es posible reservarse algunos
momentos de silencio, si lo deseamos de verdad, para retomar la
conciencia de sí mismo y mirar desde ahí alrededor”. ¡Advertencia muy
sabia! P. Natalio.

sábado, 28 de mayo de 2011

La olla caliente


Buenos días, amigo/a.

Sufrir tentaciones es una situación normal del hombre. Surgen de
nuestra naturaleza inclinada al mal, o también del enemigo de Dios o
de ese mundo que vive al margen de la ley divina. La tentación es una
incitación a pecar. También los santos pasaron por tentaciones. Pero
lucharon y triunfaron, porque recurrieron a Dios.

Abba Poimén fue un célebre Padre del desierto. Se conocen de él más de
300 apotegmas. He aquí uno famoso. En cierta ocasión alguien le
preguntó al Abba Poimén: —¿Cómo puedo apartar de mí las tentaciones?
Él contestó: —Mientras la olla está fría, todo el mundo puede tocarla
y romperla; en cambio, cuando está bien caliente sobre el fuego,
nadie, ni el animal más feroz, se anima a tocarla. Así pues, mientras
tú ardas en amor a Dios, nada ni nadie podrá hacerte daño.

Jesús nos aclara que para vencer las tentaciones necesitamos estar
atentos y orar pidiendo fortaleza para no caer en las seducciones del
mal. Está claro también que no debes buscarte las ocasiones de fallar
porque “el que busca el peligro en él perecerá”. Que Dios te proteja y
bendiga. P. Natalio.

viernes, 27 de mayo de 2011

El poder de la oración


Buenos días, amigo/a.

“La oración me salvó la vida. Sin ella estaría loco hace ya mucho
tiempo. Si conseguí salvarme de la desesperación fue gracias a la
oración”, dijo Mahatma Gandhi. “Sólo por la oración podemos alcanzar
la completa y armoniosa unificación del cuerpo, mente y espíritu, que
le da a la frágil constitución humana su fortaleza invencible”,
escribió Alexis Carrel. .

William Parker, el psicólogo que se empeñó en demostrar, desde el
punto de vista científico, la eficacia de la oración, llegó a esta
conclusión: “La oración es el medio más importante para reconstruir y
rehabilitar a un hombre”. Como resultado de sus experiencias, dio a
luz un libro que demuestra que “la oración puede cambiar tu vida en
cualquier momento y en cualquier situación te halles y en cualquier
edad”.

La experiencia y la Biblia nos aseguran que vivimos en medio de
influencias tanto negativas como positivas. Existe el instigador del
mal, existen los que se dejan poseer por el odio y la perversidad. Y
estas malas ondas buscan envolvernos en sus redes. Pero hay una fuerza
poderosa que te protege: la oración humilde y confiada en Dios.
Aprovéchala. P. Natalio.

jueves, 26 de mayo de 2011

Dios mío, qué grande eres


Buenos días, amigo/a.

La naturaleza ayuda a entrar en sí mismo. Se trata de sentir y admirar
lo que se va presentando a los sentidos: formas, colores, perfumes,
sonidos… déjate envolver por el viento, el sol, el paisaje; pisa la
arena, moja los pies en el arroyo… Es un camino fácil para llegar al
recogimiento, percibir la presencia de Dios y entrar en comunicación
filial con él.

¡Dios mío, qué grande eres! Te vistes de belleza y majestad, la luz te
envuelve como un manto (104). Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
bendigamos juntos su nombre (34). Cuando contemplo el cielo, obra de
tus manos, la luna y las estrellas que has creado, ¿qué es el hombre
para que te acuerdes de él, el ser humano, para darle poder? (8). El
Señor es un Dios grande, soberano de todos los dioses: tiene en su
mano las simas de la tierra, son suyas las cumbres de los montes; suyo
es el mar, porque él lo hizo, la tierra firme que modelaron sus manos
(95). Señor, dueño nuestro, qué admirable es tu nombre en toda la
tierra (8).

La naturaleza tiene una fuerza extraordinaria. Es una gran maestra de
oración. En medio de la naturaleza admira la belleza de una flor,
observa los colores de una piedra, quédate apreciando la forma de un
árbol o los movimientos de un insecto. Hay salmos que prestarán
palabras a tus sentimientos (104 y 8), y volverás renovado y más
sereno. P. Natalio.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Sé indulgente


Buenos días, amigo/a.

Para amar como Jesús nos enseñó, debemos aprender a ser indulgentes,
que es “tener facilidad en perdonar las culpas ajenas”, como dice
el diccionario. Es la disponibilidad y capacidad para perdonar las
debilidades de nuestros prójimos una y otra vez, como le respondió
Jesús a Pedro: “No siete, sino setenta veces siete debes perdonar”.

¡Qué fácilmente creemos que nos faltan nuestros prójimos, que no nos
estiman, que no nos quieren! Basta ver el rostro de un amigo un poco
más sombrío que de costumbre para persuadirnos de su indiferencia o de
su frialdad. Sé indulgente. Olvida las pequeñas penas que te hayan
podido causar; no conserves ningún resentimiento por las palabras
inconsideradas o desfavorables que se han dicho contra ti; excusa los
descuidos, las ligerezas de las cuales eres víctima. Muestra un
semblante amable en todas las ocasiones. De esta manera estarás en paz
con tu prójimo y practicarás de modo excelente la caridad cristiana,
que es imposible practicar sin una indulgencia en todos los instantes.

Ser indulgentes siempre no es fácil. En verdad está por encima de
nuestra capacidad humana. Por eso es indispensable suplicar con
humildad y constancia al Señor el don de la caridad para poder
elevarnos sobre nuestros egoísmos y susceptibilidades… Pero cuando el
amor de Dios nos invade podemos “perdonar y soportar sin límites”. P.
Natalio.

martes, 24 de mayo de 2011


El ombú



Buenos días, amigo/a.

El egoísmo atrofia al hombre, que sólo en la donación generosa a los
demás.encuentra su plena madurez. Si te preocupas demasiado por ti
mismo y tu propio entorno, si vives para acumular dinero y
comodidades, no te quedará tiempo para los demás. Si no vives para los
demás, la vida carecerá de sentido para ti, porque la vida sin amor no
vale nada.

Erguido en medio de la pampa, el ombú extendía sus gruesas ramas. En
busca de un sitio donde asentarse, llegó allí un colono y su familia.
¡Qué árbol hermoso! -exclamó un jovencito-; edifiquemos aquí, padre
mío. Seducido por el aspecto del árbol gigante, aprobó el padre. De
una raíz iba a atar el caballo del carro donde venía la familia, pero
al ver que allí no crecía el pasto, lo llevó más lejos. El hijo mayor
cortó unas ramas para prender fuego, pero la leña sólo producía humo.
Otro hijo trepó para comer frutas, pero aquello no era fruta.
-¡Hermoso árbol! -dijo el padre- para pintores y poetas. Pero no da
frutos, su leña no sirve, y a su sombra no florecería un jardín.
Orgulloso, inútil y egoísta; más bien dejémoslo solo. Y se fueron a
otra parte. G. Daireaux.

Dios espera la colaboración de los hombres para su plan de amor. El
mal ha entrado en el mundo por la puerta del egoísmo, que es negación
del amor. “Este es mi mandamiento, —dijo Jesús— que se amen los unos a
los otros como yo los he amado”. Que el Padre misericordioso derrame
sobre ti el Espíritu del amor, que es el Espíritu de Jesús. P.
Natalio.

lunes, 23 de mayo de 2011

Sé realista y concreto


Buenos días, amigo/a.

Hay quienes “no tienen los pies sobre la tierra”, sencillamente
vuelan. Vuelas, cuando consideras tus sueños como realidad; cuando
pasas el tiempo concibiendo planes que jamás realizas; cuando no te
adaptas a las personas y a las cosas. Soñar tu vida no es vivirla.
Tienes derecho a aferrarte de un extremo del ensueño para seguir
adelante, pero jamás para alejarte de la realidad. (M. Quoist).

Una característica de las personas que han triunfado en la vida es su
capacidad de ser realistas y concretos. Han tenido sueños que los han
impulsado a trabajar y luchar, pero han comenzado desde lo que tenían
a la mano, de lo posible y cotidiano. Fíjate metas posibles. Lo
posible es fácil y simple. Crece con lentitud, pero crece con
seguridad. Pon tan solo constancia e ilusión, y verás cómo el éxito
coronará la fortaleza que has puesto en perseverar.

Alimenta en el corazón grandes ideales para movilizar tus ocultas
energías. Pero, al mismo tiempo trata de ser realista cuidando los
pequeños esfuerzos que te conducirán al logro de tus ilusiones.
Asombra el número de cosas difíciles que la gente decidida y concreta
logra realizar. Tú deberías formar parte de ese grupo especial. P.
Natalio.

domingo, 22 de mayo de 2011

Paz en la familia

Buenos días, amigo/a.

Hoy te cuento una anécdota de santa Mónica, cuyo hijo Agustín fue un
adolescente terrible, y cuyo esposo era muy irascible. Esta buena mamá
irradiaba paz y dulzura. Había comprendido que la paz es un don de
Dios tan valioso, que vale la pena hacer cualquier sacrificio para no
perderla por ningún motivo. El precio era una imperturbable paciencia.

En aquella región del norte de África, donde las gentes eran sumamente
agresivas, las amas de casa le preguntaban a Mónica por qué su
esposo, que era uno de los hombres de peor genio en toda la ciudad, no
la maltrataba nunca a ella, y, en cambio, los esposos de ellas las
golpeaban sin compasión. Mónica les respondió: —Es muy sencillo,
cuando mi esposo está de malhumor, yo me esfuerzo por estar serena y
tranquila. Cuando él grita, yo me callo. Y como para pelear se
necesitan dos, y yo no acepto la pelea, pues…no nos peleamos.

La paciencia es una madurez. Presupone virtudes tan sólidas como la
humildad y la fe en Dios. Conseguirás la paciencia meditando en Jesús
bondadoso, sufrido, servicial, y suplicándole vuelva tu corazón a
semejanza del suyo, manso y humilde. Que el Señor te ayude a dar pasos
para crecer en esta virtud tan necesaria. P. Natalio.

sábado, 21 de mayo de 2011

Los niños aprenden lo que viven


Buenos días, amigo/a.

Hay un refrán que dice: “La palabras mueven, los ejemplos arrastran”.
Estos dichos populares son expresión de esa sabiduría que tiene el
aval de la experiencia cotidiana. Son irrefutables. Y es la pura
verdad que más que las palabras lo que mueve y conmueve a grandes y
pequeños son los ejemplos que vemos. Y tanto para el mal como para el
bien.

Si un niño vive con tolerancia, aprenderá a ser paciente. Si un niño
vive con aliento, aprenderá a tener confianza. Si un niño vive entre
críticas, aprenderá a condenar. Si un niño vive entre hostilidad y
discordia aprenderá a pelear. Si un niño vive con miedo, aprenderá a
ser aprensivo. Si un niño vive con reconocimiento y estímulo,
aprenderá a apreciar y a tener un objetivo. Si un niño vive con
seguridad, aprenderá a tener fe. Si un niño vive con aprobación,
aprenderá a quererse a sí mismo y a encontrar amor en el mundo. Si un
niño vive con amor y amistad, aprenderá a amar a los demás.

El ejemplo debe subrayar lo que inculcas con las palabras. No puedes
escribir con una mano y borrar con la otra. Sólo es posible influir
positivamente con la coherencia total. Por ejemplo, ¿puede un padre o
una madre orientar por el camino de la sinceridad a sus hijos, cuando
manda responder a quien pregunta por teléfono: “decile que no estoy”?
P. Natalio.

viernes, 20 de mayo de 2011

Como una escoba


Buenos días, amigo/a.

El humilde reconoce a Dios como autor de todo bien. De él proviene
todo cuanto tenemos y somos. Y también cuanto tiene y es nuestro
prójimo. Por eso no cabe el sentido competitivo de la vida, que está
en el fondo de la actitud soberbia y envidiosa. El que quiere
sobresalir no busca tanto alcanzar una meta, sino crear distancia
respecto de los otros.

Cuando Bernardita Soubirous era religiosa de las Hermanas de la
Caridad, una hermana de la comunidad le enseñó una foto de los lugares
de Lourdes y manifestaba la grandeza de haber sido elegida para tan
gran don como es la visión de la Virgen. Bernardita se limitó a
sonreír y, con aparente ingenuidad, preguntó: —Hermana, ¿para qué
sirve una escoba? —Para barrer. Bernardita siguió preguntando: — ¿Y
después? —Se guarda en su sitio, detrás de la puerta. —Así ha hecho la
Virgen conmigo. Me usó y me ha vuelto a poner en mi sitio. Y yo estoy
muy bien.

Santo Tomás de Aquino afirma que Cristo recomendó tanto la humildad,
porque ella anula el principal impedimento para nuestra santificación.
Todas las demás virtudes derivan de ella su valor. Sólo a ella le
concede Dios sus dones, y los retira cuando ella desaparece.
Bernardita fue instrumento de la Virgen María por su humildad. P.
Natalio.

jueves, 19 de mayo de 2011

Corazones jóvenes


Buenos días, amigo/a.

Los años juveniles son para adquirir buenos hábitos. La única
diferencia entre el adulto fracasado y el que ha tenido éxito está en
la diferencia de sus hábitos. Los buenos hábitos son la clave de todo
éxito. Los malos hábitos son la puerta abierta al fracaso. Por lo
tanto es tarea ineludible y básica en tu juventud formarte buenos
hábitos y ser esclavo de ellos.

Nadie envejece por haber vivido un número determinado de años. Sólo se
envejece cuando se abandonan los ideales. Los años arrugan la piel,
pero sólo el abandono del entusiasmo arruga el alma. Ya se tengan
dieciséis o setenta, siempre existe en el corazón humano el impulso a
la maravilla, el suave asombro ante las estrellas, el desafío ante los
acontecimientos y la alegría de vivir. En el sitio central del corazón
hay, un árbol siempre floreciente que se llama amor; mientras ese
árbol tenga flores el corazón es joven.

Es maravilloso el número de cosas imposibles que la gente entusiasta y
decidida logra realizar. “El entusiasmo es el brillo en tus ojos, la
vivacidad en tu andar, la fuerza en tus manos, el ímpetu irresistible
de tu voluntad que te lleva a realizar tus ideas. El entusiasmo es la
levadura que hace crecer tus esperanzas hasta alcanzar las estrellas”.
P. Natalio.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Cultiva la constancia


Buenos días, amigo/a.

El eminente compositor Beethoven dijo una vez que el genio se compone
del dos por ciento de talento y del noventa y ocho por ciento de
perseverante aplicación. “La constancia es el alto precio que hay que
pagar por todas las conquistas de la vida. Todo lo más grande en
cualquier ámbito se ha conseguido por una ardiente perseverancia”, (I.
Larrañaga).

Abba Poimén solía decía a los monjes: —La naturaleza del agua es
suave, mas la de la piedra es dura. Pero, si se suspende un recipiente
que deja caer agua día tras día sobre la piedra, poco a poco la
perfora. Del mismo modo, la palabra de Dios es suave, y nuestro
corazón es duro. Sin embargo, cuando el hombre oye o lee con
frecuencia la Palabra Sagrada, se abre su corazón al santo temor de
Dios. Y amonestaba: —Un hombre que predica y no pone en práctica las
cosas que enseña, es semejante a una fuente que abreva y lava a todo
el mundo, pero que no puede purificarse a sí misma.

Dios siempre está dispuesto a concederte sus dones, pero pide tu
colaboración, tu esfuerzo, tu voluntad. Leonardo da Vinci dispuso que
en su tumba se escribiera este epitafio: “Tú, Señor, regalas todos tus
dones al precio del esfuerzo”. El éxito comienza siempre con una
voluntad decidida a permanecer firme en la lucha. Cultiva la
constancia. P. Natalio.

martes, 17 de mayo de 2011

Persevera en la oración


Buenos días, amigo/a.

La oración que haces al comenzar la jornada y al terminarla, es la
expresión de tu amor y confianza en Dios. Entre estos dos momentos, si
amas de verdad a Dios con toda el alma y con todas las fuerzas, como
dice la Palabra, de alguna manera el recuerdo y la presencia del Señor
te acompañarán en las variadas tareas de tu jornada.

Si deseas empezar a poseer la luz de Dios, ora. Si ya estás encaminado
hacia la bondad y quieres que la luz que te guió brille aun más, ora.
Si quieres la fe, ora; si quieres la esperanza, ora; si quieres la
obediencia, la castidad, la humildad, la mansedumbre, la fortaleza,
ora. Sea cual sea la virtud que deseas, ora. Cuanto más eres tentado,
tanto más persevera en la oración. Es por virtud de tu continua
oración que mereces ser tentado, y es por virtud de tu continua
oración que mereces ser liberado de las tentaciones. La oración, en
efecto, te da luz, te libera de las tentaciones, te vuelve puro, te
une a Dios. Santa Ángela de Foligno,

“Uno puede orar en las calles, los talleres, las oficinas, las
escuelas, y en el recogimiento de la propia habitación o en medio de
multitudes. De poco sirve orar por la mañana, si se vive el resto del
día como un ateo. La verdadera oración moldea la vida y una vida
auténtica exige la oración”, (Alexis Carrel). Que la oración gane
espacios en tus jornadas. P. Natalio.

lunes, 16 de mayo de 2011

Aceptarse a sí mismo


Buenos días, amigo/a.

Acéptate a ti mismo incluso frente a los demás. No tengas miedo, no te
dejes paralizar por tus límites o carencias. Concéntrate, más bien en
tus fortalezas. Acepta ser tú mismo ante los otros tal como eres, con
tus luces y sombras. Cada cual sabe dónde le aprieta el zapato. Lee
una graciosa anécdota: dos personas que se enfrentaron, cada una con
su fragilidad.

Lord George Byron (1788-1824), famoso poeta inglés, era rengo. Su
excesiva vanidad sufría horriblemente con ese defecto. La más pequeña
alusión a su renguera lo ponía colérico y mordaz. Cierto día la
duquesa de Devonshire, que era bizca, le preguntó: — ¿Cómo anda?
Creyendo el poeta que esta pregunta encerraba una burla a su defecto
físico, respondióle ásperamente: — ¡Como usted ve!

Recuerda que los demás te necesitan tal como el Señor ha querido que
fueras. No conviene que te pongas una máscara o representes una
comedia. Anímate a ti mismo: “voy a llevarles algo especial, pues
nunca se encontraron ni se encontrarán con alguien como yo; soy una
persona única salida de las manos de Dios”. Dios te valora, hazlo tú
también. P. Natalio.

domingo, 15 de mayo de 2011

Alabar y agradecer


Buenos días, amigo/a.

Al orar con los salmos déjate arrebatar por la presencia viva de Dios,
envolver por los sentimientos de asombro, exaltación, alabanza,
contrición, intimidad, dulzura u otros estados de ánimo que impregnan
estos antiguos cánticos. Aquí te ofrezco una breve oración compuesta
por fragmentos de salmos unidos por afectos de alabanza y gratitud al
Señor.

¿Con qué pagaré al Señor todo el bien que me hizo? (116). Bendice,
alma mía, al Señor, y no olvides nunca sus beneficios (103). Alabaré
al Señor mientras viva, cantaré y tocaré para mi Dios mientras exista
(146). Te daré gracias ante los pueblos, Señor, tocaré para ti ante
las naciones, por tu bondad que es más grande que los cielos, por tu
fidelidad que alcanza a las nubes (57). Es bueno dar gracias al Señor
y tocar para tu nombre, oh Altísimo; proclamar por la mañana tu
misericordia, y de noche tu fidelidad, con arpas de diez cuerdas y
laúdes, sobre arpegios de cítaras. Tus acciones, Señor, son mi
alegría, y mi júbilo las obras de tus manos (92).

“En los salmos rivalizan la belleza y la doctrina; son a la vez un
canto que deleita y un texto que instruye. ¿Qué otra cosa es el
salterio sino el instrumento espiritual con que el hombre inspirado
hace resonar en la tierra la dulzura de las melodías celestiales, como
quien pulsa la lira del Espíritu Santo?”, san Ambrosio. Explora y goza
las riquezas del salterio. P. Natalio.

sábado, 14 de mayo de 2011

El mono y la naranja


Buenos días, amigo/a.

La concentración es la capacidad de dirigir toda nuestra atención a un
asunto determinado, abstrayéndonos de cualquier otra cosa. Es
necesario silenciar todo el pasado y el futuro, desligarnos de
preocupaciones y problemas. Fuera del momento presente no permitas que
nada más ocupe tu mente.

Un mono, sin dejar de rascarse, alzó una naranja. No queriendo dejar
su ocupación, tiró de la cáscara con los dientes, pero le disgustó su
amargura y buscó otro medio. Siempre rascándose, puso un pie sobre la
naranja, y con la otra mano empezó a pelarla. Pronto se cansó. Se
sentó entonces y apretó la naranja entre las rodillas, sacando con la
mano libre algo de la cáscara; pero la fruta resbaló y rodó por el
suelo. Dejó de rascarse, agarró fuerte la fruta con una mano, la peló
con la otra en un minuto, la partió y la comió. Después de dar dos
piruetas, empezó a rascarse otra vez, pero ya con las dos manos.
Godofredo Daireaux.

La concentración en tus propósitos es fundamental para llegar a las
metas que deseas. En la medida en que dispersas tu atención, se
retardan o se pierden los objetivos anhelados. La concentración es una
disciplina de la mente y voluntad para hacer efectivos los deseos
profundos del corazón. P. Natalio.

viernes, 13 de mayo de 2011

Descubre a Dios cada día

Buenos días, amigo/a.
La Reina de la Paz insiste en la oración de cada día, momento para
sentirte en la presencia de Dios, descubriéndolo presente en tu vida.
En un ambiente de fe y recogimiento te abres a su amor y tomas fuerza
contra ese enemigo que está en cada uno y se llama egoísmo, con sus
diversos disfraces de vanidad, orgullo, ira, rencor, sensualidad,
injusticias, ambiciones…

“¡Queridos hijos! No olviden que están sobre la tierra en camino hacia
la eternidad y que la morada de ustedes está en los cielos. Por eso,
hijitos, estén abiertos al amor de Dios y dejen el egoísmo y el
pecado. Que la alegría de ustedes sea únicamente el descubrir a Dios
en la oración cotidiana. Por eso, aprovechen este tiempo y oren, oren,
oren, y Dios está cerca de ustedes en la oración y a través de la
oración. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado! ”

La Virgen María te recuerda que vas hacia la eternidad. “Queridos
míos, yo los exhorto, como a gente de paso y extranjeros: no cedan a
esos deseos carnales que combaten contra el alma”, (1Ped 2, 11-12).
“Busquen los bienes del cielo donde Cristo está sentado a la derecha
de Dios. Tengan la mente puesta en las cosas del cielo y no en las de
la tierra”, (Col 3, 1-2). P. Natalio.

jueves, 12 de mayo de 2011

Si abruman los problemas


Buenos días, amigo/a.

Todos necesitamos ordenar nuestras “urgencias”. Poner un poco de orden
en nuestra vida. Preguntarnos qué lugar ocupa la oración en nuestro
día, en nuestra semana…En concreto, ¿cuánto tiempo nuestra mente y
corazón están ocupados con Jesús? Recuérdalo: la vida tiene ciento de
urgencias, pero hay “una sola cosa necesaria”, Dios.

¿Sabes que la Madre Teresa de Calcuta, algún que otro año de su vida
durmió más en la butaca del avión que en su cama? A tal extremo llegó
la actividad de esta mujer excepcional. Pero siempre declaró que toda
su fuerza procedía de la oración, del contacto con Jesús eucaristía.
En un momento en que las dificultades, contratiempos y problemas
llegaron a abrumarla ¿qué hizo? Decidió agregar una hora más de
adoración al Santísimo Sacramento, y a partir de allí todo se superó
con creces.

“¡Cuán consoladores y suaves son los minutos pasados con Jesús
Eucarístico! ¿Te domina la tristeza? Ven a sentarte a sus pies, y
quedarás pacificado. ¿Eres despreciado por el mundo? Ven aquí, y
encontrarás un amigo que jamás te fallará. ¿Te sientes tentado? Aquí
hallarás armas terribles para vencer a tu enemigo”. Decía el Santo
Cura de Ars. P. Natalio.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Amabilidad


Buenos días, amigo/a.

Cuando de alguien se dice, “es una buena persona”, así simplemente, se
la está calificando con la nota más excelente: la bondad. Ser bueno es
ser de nobles sentimientos, honrado, servicial, respetuoso con todos,
amable, generoso. La bondad sintetiza aspectos muy valiosos de la
personalidad que generan en los demás, aprecio, admiración y simpatía.

Sean amables y generosos, que nadie acuda a ustedes sin irse mejor y
más contento. Sean la expresión viva de la amabilidad de Dios:
amabilidad en el rostro, amabilidad en los ojos, amabilidad en la
sonrisa, amabilidad en la manera de saludar de ustedes. Entre los
pobres, nosotros somos la amabilidad de Dios hacia los pobres. Regalen
siempre una sonrisa gozosa a los pobres, a los niños, a todos los que
sufren y se encuentran solos. No les den sólo sus cuidados, sino
también su corazón. Madre Teresa de Calcuta

¡Cuánta luz, cuánta bondad, cuánto apoyo puedes dar cada día! Dios te
necesita para esta tarea de buen samaritano. Él te da sus dones para
que los irradies con un corazón generoso. Que hoy seas instrumento de
su misericordia. Hasta mañana. P. Natalio.

martes, 10 de mayo de 2011

Como las gallinas


Buenos días, amigo/a.

Para amar como Jesús nos enseñó, debemos aprender a vivir ciertas
actitudes y sentimientos que bajan el amor a la realidad cotidiana:
dulzura, humildad, paciencia, e indulgencia. Es indulgente quien es
capaz de perdonar las debilidades de los demás una y otra vez,
“setenta veces siete”, como respondió Jesús a su apóstol Pedro.

San Bernardino (1380-1444) fue un gran predicador. Una vez exhortó a
la paz a un grupo de güelfos y gibelinos que eran acérrimos rivales
políticos. Entre otras cosas les dijo: Imiten el ejemplo que les dan
las gallinas. Ellas se pelean, se picotean con furia, hasta se sacan
los ojos; pero, a los pocos minutos, olvidan todo y vuelven a comer, a
beber y a dormir de nuevo todas juntas en el mismo palo, en el mismo
gallinero. Para reconciliarse no necesitan ningún mediador. No sean
ustedes peores que las gallinas.

Vivir la caridad cristiana no es fácil. En verdad está por encima de
nuestra capacidad humana. Por eso es indispensable suplicar con
humildad y constancia al Señor el don de la fraternidad para poder
elevarnos sobre nuestros retraimientos y egoísmos. Pero cuando el amor
de Dios nos invade, podemos “perdonar, soportar y esperar sin

lunes, 9 de mayo de 2011

Sé tú mismo


Buenos días, amigo/a.

El conocimiento de ti mismo, de tus fortalezas y debilidades, está en
la base de tu crecimiento armónico como persona. Con un ojo en tus
virtudes para conservarlas y darles brillo, y con el otro ojo en tus
debilidades para neutralizarlas, afronta con esperanza y firmeza esa
labor cotidiana de llegar a realizar el proyecto de Dios sobre tu
vida.

Acéptate a ti mismo incluso frente a los demás. ¿Por qué eres tímido y
estás paralizado por un complejo de inferioridad? Porque no has
aceptado ser tú mismo ante los otros y temes su opinión. Sé tú mismo.
Los demás te necesitan tal como el Señor ha querido que fueras. No
tienes derecho a ponerte una máscara, a representar una comedia, pues
sería un robo a los demás. Puedes decirte a ti mismo: “voy a llevarles
algo especial, pues nunca se encontraron ni se encontrarán con alguien
como yo; soy un ejemplar único salido de las manos de Dios”. Michel
Quoist

Por un sabio plan divino las personas somos distintas, tenemos
diversas capacidades, diferentes inclinaciones y gustos. Es una
realidad que debes aceptar en paz, sin dejarte alcanzar ni por la
envidia del bien ajeno, ni por el orgullo de lo que te ha tocado. Es
señal de madurez la aceptación serena de ti mismo con tus capacidades
y carencias. P. Natalio.

domingo, 8 de mayo de 2011

Elegir bien


Buenos días, amigo/a.

Con el salmo 119 suplica a Dios: “Inclina, Señor, mi corazón a tus
preceptos; dame vida con tu palabra”. Es una realidad que muchas veces
nos rebelamos contra la voluntad de Dios. Sabemos que está escrito en
su ley: “Amarás al Señor tu Dios con todo el corazón y con todas tus
fuerzas”. Pero es necesario pedirle nos ayude a elegir correctamente.

Un día el Abba Macario estaba de viaje con sus monjes y oyó a una
joven que le decía a su madre: —Hay un muchacho muy guapo, bueno y
rico que me quiere, pero yo lo odio; y hay otro muchacho que es un
canalla y me odia, pero yo lo quiero.
Macario se sorprendió mucho por tales palabras. Los monjes le
preguntaron: — ¿Por qué te sorprendiste tanto, Abba? Macario les
explicó: —Es porque los cristianos cometemos igual barbaridad: Dios es
hermoso, bueno y rico, y nosotros no queremos a Dios; el demonio es
nuestro miserable enemigo, y, sin embargo, lo queremos con insensata
locura.

Cuando cesó el diluvio, Noé salió del arca y ofreció un sacrificio de
gratitud a Dios. La fragancia de la víctima inmolada subió al Señor
que complacido dijo: «Nunca más volveré a maldecir el suelo por causa
del hombre, porque los designios del corazón humano son malos desde su
juventud». Que el Señor sea siempre la alegría de tu corazón. P.
Natalio.