jueves, 30 de septiembre de 2010



Hoy san Jerónimo, patrono de Córdoba


Buenos días, amigo/a.



La Biblia te ofrece la palabra sagrada, escrita por autores inspirados por Dios. Sabía él muy bien en medio de qué tinieblas viviríamos sus hijos en los siglos venideros, y por amor a nosotros asistió con sus dones a los escritores del libro santo, para que consignaran todo y solo lo que él les inspiraba. Son cartas de amor de Dios para ti. Debes leerlas pues con fe y amor.



En una de sus cartas, San Jerónimo, el máximo doctor de la Sagrada Escritura, cuenta que era muy aficionado a leer autores profanos; le encantaban los libros de Cicerón, Virgilio y Plauto. Pero un buen día recibió una gracia singular: mientras dormía se vio transportado al tribunal de Dios, que le preguntó con gran severidad quién era. "Soy cristiano", respondió Jerónimo. Mientes —le replicó el soberano Juez—. Tú eres ciceroniano, porque donde está tu tesoro, allí está tu corazón. Y dio orden que lo azotaran. "Comprendí muy bien, al despertar —continúa el santo—, que aquello había sido más que un sueño, pues aún llevaba marcados en mis espaldas los golpes del látigo que había recibido. Desde entonces comencé a leer la Biblia con más entusiasmo que el que había puesto en la lectura de los autores profanos”.



Al leer la Palabra de Dios, no lo hagas como si leyeras un libro más. Empieza con la invocación del Espíritu Santo para que su don de sabiduría disponga tu mente a recibir el mensaje que Dios ha preparado especialmente para ti ese día. La presencia de Dios en su Palabra es una realidad que hay que captar en la fe. Que el Espíritu te guíe e ilumine. P. Natalio.

miércoles, 29 de septiembre de 2010


¿Somos ciegos?




Buenos días, amigo/a.

Jesús liberó a muchos ciegos de su dura condición de no videntes. Sin duda ofrecía de ese modo un llamativo símbolo de otras deficiencias espirituales que desea ardientemente sanar. Son sutiles cegueras que van deteriorando la luz de nuestra percepción profunda de la realidad.

Somos “ciegos” cuando vemos muy bien los errores y defectos de los demás, pero nos negamos a reconocer los nuestros. O cuando nos encerramos tercamente en nuestra manera de pensar y ni siquiera queremos escuchar las ideas y razones de los otros. Somos “ciegos” cuando no valoramos los bienes sencillos pero insustituibles de la vida: la familia, los hijos, el trabajo, la amistad. Somos “ciegos” cuando nos dejamos arrastrar por el afán de tener más, y no paramos nunca, cuando lo único que aparece en el horizonte de nuestra vida son los bienes materiales. Somos “ciegos” cuando nos encerramos en resentimientos en lugar de liberarnos a través del perdón.

Cada uno ha de examinar de qué tinieblas y sombras debe salir y levantarse. Jesús quiere liberarte con la luz que viene de lo alto y guiar tus pasos por senderos de verdadera paz. Dios nos ofrece el libro de su Palabra, y Jesús, Palabra viva del Padre, nos ilumina con sus mensajes y ejemplos. Destina un tiempo cada día para acercarte a esta luz celestial. P. Natalio.

martes, 28 de septiembre de 2010


“Si tuviera 20 años”


Buenos días, amigo/a.

Napoleón, desterrado en el islote de Santa Elena, hacia el final de su vida dijo un día a uno de los oficiales que lo acompañaban: “¡Ah, si yo volviera a tener 20 años, no dejaría ni un solo día de mi vida sin leer una página de la Biblia!!” Lástima que para él fue demasiado tarde.

Dicen las estadísticas que una persona común lee a lo largo de su vida unas 200.000 páginas de diarios con todo lo que sabemos que hay allí de chismes, escándalos, violencia, vanidad, frivolidad, politiquería, etc. (también hay algunas noticias rescatables y edificantes); y en cambio, la mayor parte de las personas del mundo mueren sin haber leído la Biblia, que no pasa de 1.500 páginas. Tuvieron ojos para leer 200.000 páginas de materialismo, sensacionalismo y banalidades, y no les alcanzó la vista para comer con sus ojos las 1.500 páginas de Maná venido del cielo, del Pan de vida eterna, para tomar fuerza cada día y ser mejores personas: más generosas, más pacientes, más responsables y llenas de fe en Dios.

Tienes tiempo todavía…con la ayuda del Señor toma la mejor decisión: leer cada día una página de la Biblia. Puedes comenzar con leer el Evangelio que la Iglesia propone para ese día. Lo puedes encontrar aquí mismo en nuestro sitio web en “Liturgia cotidiana”, donde hay también un breve comentario para orientar tu lectura y reflexión. P. Natalio Bértolo.

lunes, 27 de septiembre de 2010


Súplica de fortaleza


Buenos días, amigo/a.

Hay mañanas en que te levantarás con una sensación de debilidad para afrontar los desafíos y trabajos del día que comienza. Aquí te ofrezco una oración para pedir que el poder infinito de Dios penetre todo tu ser y te dinamice para afrontar con redoblado vigor todas tus obligaciones. Es del P. Víctor Fernández en su excelente libro “Un estímulo para cada día”.

Infinito Dios, puro poder y fuerza sin límites. Tú eres mi creador. Yo no soy la obra de un ser débil o cansado. Soy obra tuya, Dios todopoderoso. Por eso confío en ti, Señor, y te ruego que derrames todavía más tu poder en mi vida. Dios infinitamente potente y fuerte, que todo lo sostienes, mira mi debilidad y penetra todo mi ser con ese poder que no tiene límites. Fortalece cada fibra de mi cuerpo y de mi interior. Así, yo sé que nada podrá derribarme, porque ningún poder humano, ninguna enfermedad y ninguna dificultad pueden ser más fuertes que tú. Lléname de tu vida feliz, Señor amado. Amén.

Cuando el tiempo me apremia, acostumbro decir esta plegaria inspirada en Isaías 12, 2-3: “Confío y no temo, porque tú, Señor, eres mi fuerza y mi poder, mi energía y mi vigor, tú eres mi salvador. Bebo ahora mismo, con alegría, de ti, fuente de salvación”. Subraya el símbolo tomándote un vaso de agua. Que experimentes hoy la fuerza del Señor. P. Natalio.

domingo, 26 de septiembre de 2010


Ayudar a quien necesita


Buenos días, amigo/a

Este día que comienzas te presentará, sin duda, ocasiones de hacer alguna buena acción. Algunas, sin buscarlas, están ahí a la mano, como esperándote. Pero otras tienes que pensarlas y ponerlas en tu agenda. Unas y otras te entrenan y mantienen ágil en la actitud de servicio y entrega al prójimo. Una anécdota con humor: pero, sólo había apariencia de ayuda.

—Mamá –dice un niño a su madre, —¿me das veinticinco centavos?
—Toma. Al día siguiente vuelve a pedirle el mismo dinero. Cuando pasan varios días con la misma petición, la madre, extrañada, le pregunta:
—¿Para qué quieres el dinero?
—Para dárselo a una anciana de la calle.
—Así me gusta, hijo, que seas caritativo. ¿Dónde pide esa mujer?
—No pide, vende helados...

Todo cristiano, en todo momento y en cualquier circunstancia de la vida está en condiciones de amar e imitar a Cristo, el incondicional servidor del Padre y de los hombres. El modelo humano que nos transmite Jesús, y que él realizó plenamente, es el de servidor. “El Hijo del hombre no ha venido para ser servido, sino para servir,” ayudar y entregarse por todos... P. Natalio.

sábado, 25 de septiembre de 2010


La Biblia recomienda meditar


Buenos días, amigo/a

Repetidas veces en la Biblia se recomienda la meditación. Es propio del hombre justo y recto meditar amorosamente la ley de Dios y su palabra, las obras maravillosas del Señor, su bondad y misericordia. No dedicarse con afán a esta tarea es señal de olvido, negligencia y necedad. En la meditación se mantiene y crece la fidelidad, la ardorosa búsqueda de Dios. He aquí algunos textos de ejemplo:

Salmo 1: ¡Feliz el hombre cuyo gozo es la ley del Señor, y la medita de día y de noche! Salmo 118, 97-103: ¡Cuánto amo tu voluntad!: todo el día la estoy meditando; soy más docto que todos mis maestros, porque medito tus preceptos. Eclesiástico 3, 29: El corazón inteligente medita los proverbios, y el sabio desea tener un oído atento. Proverbios 2, 11-12: La reflexión cuidará de ti y la inteligencia te protegerá, para librarte del mal camino, del hombre que habla con perversidad. Sabiduría 6, 15: Meditar en la sabiduría es la perfección de la prudencia, y el que se desvela por su causa pronto quedará libre de inquietudes. Lucas 2, 19: María conservaba (recordaba) estas cosas y las meditaba en su corazón.

El hábito de meditar es valiosísimo porque orienta tu vida. Sosiega el espíritu y lo pacifica. Es fuente de felicidad y fecundidad. Aumenta la capacidad de vivir. Reanima. Te da certezas sobre lo que piensas y deseas verdaderamente. Te da solidez en medio de las vicisitudes de la vida. Despierta y fecunda tus energías latentes. Vale la pena el esfuerzo, ¿verdad? P. Natalio.

viernes, 24 de septiembre de 2010


Sentirnos hermanos


Buenos días, amigo/a.

La comunicación te abre a las riquezas de las personas, mientras dejas que también ellos se enriquezcan con tus propios dones. Sin la comunicación, que es abrirse a los demás y aceptarnos mutuamente tal como Dios nos hizo, no puede haber verdadero amor. Encerrarse en uno mismo es muerte, en cambio abrirse fraternalmente es vida, libertad y madurez.

El Papa Juan 23º —José Roncalli era su nombre de nacimiento— poseía al parecer un instinto rápido y certero para hacer que los demás se sintieran cómodos en su presencia. Recibió una vez una delegación de judíos y usando entonces su nombre de pila, recurrió a una cita del Antiguo Testamento para saludarlos. Abrió los brazos y les dijo: —Yo soy José, el hermano de ustedes.

Aquí tienes una acertada oración: “Señor Jesús, maestro de fraternidad, dame la convicción y el coraje de abrirme. Rompe en mí los retraimientos y temores que obstaculizan la corriente de la comunicación. Dame generosidad para lanzarme sin miedo a ese juego enriquecedor de abrirme y aceptar. Dame la gracia de la comunicación”. El Señor te bendiga y asista. P. Natalio.

jueves, 23 de septiembre de 2010


Hoy, san Pío de Pietrelcina


Buenos días, amigo/a

En san Pío de Pietrelcina, junto con sus virtudes heroicas, nos deslumbran los maravillosos carismas de profecía, clarividencia espiritual, visiones, aromas místicos, bilocaciones y curaciones milagrosas, que lo convirtieron en una celebridad internacional.

Un hombre fue a San Giovanni Rotondo para conocer al Padre Pío, pero era tal la cantidad de gente que había que tuvo que volverse sin ni siquiera poder verlo. Mientras se alejaba del convento sintió el maravilloso perfume que emanaba de los estigmas del padre y se sintió reconfortado. Unos meses después, mientras caminaba por una zona montañosa, sintió nuevamente el mismo perfume. Se paró y quedó extasiado por unos momentos inhalando el exquisito olor. Cuando volvió en sí, se dio cuenta que estaba al borde de un precipicio y que si no hubiera sido por el perfume del Padre hubiera seguido caminando... Decidió ir de inmediato a San Giovanni Rotondo a agradecer al Padre Pío. Cuando llegó al convento, el Padre Pío, el cual jamás lo había visto, le gritó sonriendo: —¡Hijo mío! ¡Cuida por dónde caminas!

Te hago una sugerencia: ¿por qué no te propones leer cada año la vida de un santo? Mueven a la admiración por el testimonio de una vida santa, son historias que animan a imitar tan preclaros ejemplos, crean una comunión de sentimientos entre el santo y nosotros. O puedes optar por ver una película sobre el mismo tema. Será una excelente decisión. P. Natalio.

miércoles, 22 de septiembre de 2010


“La imitaré y venceré”


Buenos días, amigo/a.

Hoy te presento una anécdota que vale más que largas reflexiones. Léela con atención, saboréala lentamente, vuelve a leerla… y quede grabada en tu imaginación y sensibilidad de tal manera, que sea para ti un llamado a perseverar con firmeza y valor, cuando el desaliento amenace tirar por el suelo tus más queridos proyectos.

Un día Tamerlán, el conquistador tártaro, sufrió una seria derrota que lo deprimió a tal punto que se encerró en su tienda. Pasaba las horas rumiando su desgracia y pensaba ya desistir de su anhelada empresa, cuando prestó atención a una hormiga que subía por la lona de su carpa. Con un palito tiró al suelo la hormiga. Pero el insecto de inmediato volvió a subir. El rey tártaro insistió en arrojarla otra vez al suelo. Sin desanimarse la hormiga empezó de nuevo su ascensión. El rey se obstinó en proyectarla al piso una y otra vez, hasta 80 veces. El rey se maravilló por la perseverancia demostrada por aquel pequeño insecto y, recapacitando, se dijo: "La imitaré y venceré". Y el rey tártaro se levantó, reorganizó su ejército, y siguió con renovado empuje la invasión proyectada. Fue un conquistador invencible.

Con esta breve historia puedes alentar a otra persona sumergida en las tinieblas del desaliento. Ayuda a persuadirse que paso tras paso, intento tras intento se puede subir una montaña alta y difícil. Es muy cierto que “la constancia es el complemento indispensable de todas las demás virtudes humanas”. Sin ella no hay éxito posible. Que apruebes esta asignatura. P. Natalio.

martes, 21 de septiembre de 2010


Rejuvenecer

Buenos días, amigo/a

En el día de la juventud te ofrezco unos datos muy curiosos sobre el rejuvenecimiento del águila. En el salmo 103 leemos: “El Señor te colma de gracia y de ternura; él sacia de bienes tus anhelos, y como un águila se renueva tu juventud”. El hombre bíblico conocía lo que ahora la ciencia asegura que es verdad: las águilas pueden rejuvenecer.

El águila a los 40 años está casi ciega, las plumas pesadas y feas, el pico se curva hacia dentro lo mismo que las garras y no puede cazar para sobrevivir. Es cuando el águila debe tomar una decisión radical: se somete a una renovación o se deja morir. Las que deciden seguir viviendo, se retiran a lo alto de una roca en donde construyen un nido. Estando allí, ella misma se arranca el pico viejo golpeándolo contra la roca, y sale uno nuevo, con el cual arranca y destroza una por una sus viejas garras. Luego le salen garras nuevas con las cuales arranca sus plumas, hasta quedar pelona. Al mismo tiempo, un aceite le limpia los ojos, devolviéndole la visión. Cuando le crecen estas nuevas plumas, con un pico, garras y nueva visión el águila puede seguir en su vuelo diario por 30 años más. Es un proceso sumamente doloroso de unos 150 días, pero que le ofrece una nueva juventud.

Al orar con los salmos déjate arrebatar por la presencia viva de Dios, envolver por los sentimientos de asombro, exaltación, alabanza, contrición, intimidad, dulzura u otros estados de ánimo que impregnan estos antiguos cánticos (I. Larrañaga). Nacemos con los salmos en la sangre (A. Chouraqui). Aprovecha los salmos para rejuvenecer tu oración y tu vida. P. Natalio.

lunes, 20 de septiembre de 2010


Clarividencia del P. Pío


Buenos días, amigo/a

Consta en la biografía de varios santos dedicados al ministerio de la confesión, que Dios les regaló el don de la clarividencia, por ejemplo a san Juan Bosco y al santo Cura de Ars. Por medio de este carisma ayudaban a los penitentes a clarificar y ordenar su conciencia para recibir con fruto el sacramento del perdón. Aquí tienes una curiosa anécdota del Padre Pío.

En la primavera de 1967, en el tren del trayecto Nápoles-Foggia, se encontraron dos madres con sus respectivas hijas que iban a ver al padre Pío para confesarse. Las dos chicas se hicieron rápidamente amigas. Maria Teresa, que ya había estado con el fraile, viendo a la otra en minifalda, le aconsejó que cambiara de ropa al llegar a San Giovanni Rotondo, porque si no el santo fraile la haría alejarse del confesionario. Las dos chicas fueron a una tienda, y la napolitana, compró una falda larga. Pero, mirándose al espejo, dijo: “¡Si me viese mi novio, pensaría que soy un payaso!”. Al otro día, la chica de Nápoles, que estaba esperando, vio que se abría la ventanilla y oyó que le decían: “Fuera, ¡vete! Yo no confieso a los payasos”.

Con el padre Pío, los trucos no funcionaban. Ella pensaba que conformaría así al santo, pero por otro lado continuaría cediendo para agradar a su novio. A Dios no le agradan los engaños. Por eso iluminó al santo fraile. Un refrán popular dice: “No está bien encender una vela a Dios y otra al diablo”. Dios quiere corazones enteros y no partidos. P. Natalio.

domingo, 19 de septiembre de 2010


Sé valiente


Buenos días, amigo/a

Og Mandino autor de “El vendedor más grande del mundo”, que llegó al millón de ejemplares, aconsejaba los diez mejores libros de autoayuda. Al enumerar el noveno, pregunta: “¿estás esperando el título del décimo? Es un libro que conoces perfectamente, pero quizá está cubierto de polvo en tu biblioteca: ¡es la Biblia! Ábrela es el mejor libro de autoayuda”.

Nunca más diré "no puedo" porque "todo lo puedo en Cristo que me fortalece", (Fil. 4:13). Nunca más aceptaré el temor, porque "Dios no me ha dado un espíritu de cobardía, sino de poder, de amor, y de buen juicio”, (2 Tim. 1:7). Nunca más aceptaré la duda y la falta de fe, porque "Dios me ha dado sus dones, junto con la fe", (Rom. 12:3) Nunca más seré débil, porque "El Señor es la fuerza de mi vida", (Sal. 18:1). Nunca más aceptaré que Satanás gobierne mi vida, porque "el que está en mí es más poderoso que el que está en el mundo", (1 Juan 4:4). Nunca más me sentiré derrotado, "Dios siempre me lleva en el desfile victorioso de Cristo Jesús", (2 Cor. 2:14).

Pase lo que pase, no dejes terminar cada día de tu vida sin leer una página de la Biblia. Ésta será la decisión que te dará más satisfacción y, por haberla tomado, darás gracias y bendecirás al Señor porque podrás decir: “Desde aquel día cuántos bienes, logros y triunfos comenzaron a pasar en mi vida”. “No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de su boca”. P. Natalio.

sábado, 18 de septiembre de 2010


Las ilusiones


Buenos días, amigo/a.

Madurez es la capacidad de tomar una decisión y sostenerla. Los inmaduros pasan sus vidas explorando posibilidades para al fin no hacer nada. Viven de ilusiones y sueños que los distraen de un camino real y concreto desde el cual, paso tras paso, con esfuerzo perseverante, podrían forjarse un destino glorioso. Aquí te ofrezco una fábula que ilustra esta verdad.

Sorprendió un león a una liebre que dormía tranquilamente. Pero, cuando estaba a punto de devorarla, vio pasar a un ciervo. Dejó entonces a la liebre por perseguir al ciervo. Despertó la liebre ante los ruidos de la persecución, y no esperando más, emprendió su huída. Mientras tanto el león que no pudo dar alcance al ciervo, ya cansado, regresó a saciarse con la liebre y se encontró con que también se le había escapado. Entonces se dijo el león: —Bien me lo merezco, pues teniendo ya una presa en mis manos, la dejé para ir tras la esperanza de obtener una mayor. Esopo.

Madurez es perseverancia, es la habilidad de realizar un proyecto a pesar de las dificultades, cerrándote con decisión a las ilusiones que distraen y seducen. Que no seas de aquellos que sueñan con un jardín allá lejos en el horizonte y no disfrutan las rosas que florecen junto a su ventana. Te deseo un día provechoso. P. Natalio.

viernes, 17 de septiembre de 2010


Sanación de ansiedades


Buenos días, amigo/a.

Los temores y las ansiedades pueden anular tus mejores energías y frustrar el logro de tus objetivos. Para liberarte de estos sentimientos negativos nada mejor que confiar en el Señor. El te acompaña y está dispuesto a darte una mano. Basta que sepas dejarle el cuidado de todas tus cosas y abandonarte confiadamente en él. Aquí tienes una muy buena oración del P. Fernández.

Señor, muchas veces el miedo al futuro no me deja vivir el presente con alegría. Yo no puedo controlarlo todo ni tener todo previsto, y por eso el futuro me atemoriza. Tengo miedo a perder lo que tengo, tengo temor de que me sucedan cosas malas. Pero ese miedo es inútil. Sin ti todo es incierto e inseguro, Señor, pero contigo todo será más fácil. Por eso te pido la gracia de confiar en ti, para que pueda aceptar tus proyectos sobre mi vida sin aferrarme a los míos. Quiero dejarme tomar por ti, Señor, y caminar por la vida con esa confianza, como un niño seguro de la mano de su padre. Amén.

Este tipo de oraciones, repetidas todas las veces que adviertas que te deslizas hacia el miedo a un examen, a no tener tiempo para un trabajo, a perder la salud, etc. renovarán tu abandono en Dios, reposando en él y dejando en sus manos tu futuro. Puedes resumirlo todo en esta expresión: “Jesús, yo confío en ti”. Que él te bendiga, sane y proteja. P. Natalio.

jueves, 16 de septiembre de 2010


Sinceridad


Buenos días, amigo/a

Los niños con sus salidas ingenuas son la alegría del hogar. Su sinceridad y falta de inhibiciones sociales provocan el regocijo de todos. Pero son siempre un llamado a ser más sinceros y sencillos, a quitarnos las máscaras, a comprometernos con la verdad… y a tener una mirada limpia, fresca y asombrada de las cosas, de la naturaleza, de las personas.

— Padre -dice un niño al confesor- me acuso de haber matado un mosquito.
— Pero, hijo. Eso no es ningún pecado.
— Es que lo he matado con un martillo.
— Sigue sin ser ningún pecado.
— Es que estaba en la cabeza de mi hermano...

Vivir con sinceridad es decidirte a hablar con la verdad en la mano, aunque a veces te cueste; a no valerte de una mentira para salir de una dificultad o librarte de una responsabilidad; a no mentir para que los demás piensen algo bueno de ti; a reconocer con honestidad cuando te has equivocado sin tratar de justificarte. He aquí un camino luminoso de grandeza moral. P. Natalio.

miércoles, 15 de septiembre de 2010


Una página por día


Buenos días, amigo/a.

San Juan Crisóstomo fue un predicador asombroso. Crisóstomo es un sobrenombre que significa “Boca de oro”. La claridad y vigor de sus homilías le venía de la frecuente lectura de la Biblia, como así también de la eminente santidad de su vida. Él te cuenta el secreto de su amor a la Palabra de Dios.

“Tanto más fuerte es el aroma que expanden los perfumes, cuanto más se los frota entre los dedos. Así sucede también con la frecuentación de la Sagrada Biblia. Cuanto más familiar llega a sernos, más se revelan los tesoros que esconde y más se logra aprovechar el fruto de sus inefables riquezas”.

Amigo/a: pido al Espíritu Santo ilumine tu mente y mueva tu corazón para decidirte a leer cada día una página al menos de la Biblia. Aún cuando estés cansado, o sin ganas de leer, o que tropieces con páginas que no entiendes perfectamente... pase lo que pase, no dejes terminar el día sin leer una página de la Biblia. Ésta será la decisión que te dará más satisfacción porque podrás decir: “Desde aquel día cuántos bienes, logros y triunfos comenzaron a pasar en mi vida”. P. Natalio.

martes, 14 de septiembre de 2010


La zorra y los cazadores


Buenos días, amigo/a.

La sinceridad es una virtud exigente, ya que puedes faltar a la verdad de distintas y sutiles maneras. Por ejemplo, con la simulación, que es mentir con los hechos, o con la hipocresía pasando por lo que no se es, o con jactancias atribuyéndose uno excelencias que no posee, o con adulaciones cuando se engaña para sacar algún provecho de los otros. Un ejemplo.

Varios cazadores perseguían a una zorra. Al encontrase ésta con un leñador, le suplicó que la escondiera. El hombre le permitió entrar en su cabaña. En seguida llegaron los cazadores y preguntaron al leñador si había visto a una zorra. El leñador, con la voz les dijo que no, pero con su mano astutamente señalaba la cabaña donde estaba escondida. Los cazadores no entendieron las señas de la mano y confiaron tan solo en sus palabras. Una vez que se marcharon, la zorra salió y, ya se iba sin decir nada, cuando el leñador le reprochó por no agradecerle. Pero la zorra le respondió: --Te agradecería si tu mano y tu boca dijeran lo mismo.

Es lamentable que en Argentina estas faltas de sinceridad sean celebradas como “viveza criolla”, feo vicio antisocial que ha vulnerado tristemente nuestra imagen en el exterior. Y lo peor es que perdura entre nosotros cuando aplaudimos al canchero, al piola, al madrugador, que son los “avivatos” y “ventajitas” de las historietas cómicas. Te aconsejo leer “El atroz encanto de ser argentinos”, donde Marcos Aguinis desenmascara esta falencia nacional. P. Natalio.

lunes, 13 de septiembre de 2010


El camino del gozo


Buenos días, amigo/a.

La Reina de la Paz te ofrece hoy un mensaje para que encuentres la alegría profunda del corazón: te enseña el camino de la paz interior. Ponte en la presencia de tu dulce Madre y escucha sus palabras. Se percibe en ellas su preocupación por tu verdadera felicidad.

“¡Queridos hijos! Hoy deseo envolverlos con mi manto y conducirlos a todos hacia el camino de la conversión. Queridos hijos, les ruego, entreguen al Señor todo su pasado, todo el mal que se ha acumulado en sus corazones. Yo deseo que cada uno de ustedes sea feliz, pero con el pecado nadie puede serlo. Por tanto, queridos hijos, oren y en la oración, ustedes conocerán el nuevo camino del gozo. El gozo se manifestará en sus corazones y así podrán ser testigos gozosos de lo que Yo y mi Hijo deseamos de cada uno de ustedes. Yo los bendigo. Gracias por haber respondido a mi llamado! ”

María te está sugiriendo la actitud del niño que muestra con ingenuidad a su madre todas las heridas que se ha hecho en sus violentos juegos. Te ruega que lleves al Señor todo el mal acumulado en el corazón. Éste es el camino del gozo. El camino del perdón. Pero hay que comenzar con la oración. Que medites este alegre mensaje de paz. P. Natalio.

domingo, 12 de septiembre de 2010

 Vanidad y ostentación


Buenos días, amigo/a

Todos corremos el peligro de obrar para recibir la aprobación de los demás. Es como decirse a sí mismo: “Verán lo que yo soy capaz de hacer”. Jesús nos precave de toda ostentación. Al referirse a la limosna, dijo: “Cuando des limosna, que tu mano izquierda ignore lo que hace la derecha, así tu limosna quedará en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará”.

Antístenes, filósofo ateniense, discípulo de Sócrates, hacía consistir el bien sumo en la virtud, que para él se basaba en el desprecio de las riquezas y del placer. Fue el primero que tomó la bolsa y el bastón del mendigo como emblema de la filosofía. Sin embargo aquel desprecio de la gloria humana y de las convenciones sociales no le quitaba cierta ostentación. Sócrates le dijo una vez estas palabras, objeto de frecuentes alusiones en la literatura “¡Oh Antístenes, asoma tu orgullo por los agujeros de tu manto!”

Toda esta figuración y ostentación desvirtúa la obra que se está haciendo. Jesús pone al Padre como fundamento de esta nueva actitud: el Padre es el que nos ve, en lo secreto, y él es el que nos recompensa con su amor cuando nosotros no vemos ni la recompensa ni el aplauso humano. Jesús nos invita a vivir ante la mirada de Dios que sondea el corazón. P. Natalio.

sábado, 11 de septiembre de 2010


Escucha tu voz interior


Buenos días, amigo/a

“En lo más profundo de su conciencia el hombre descubre una ley que él no se da a sí mismo, sino a la que debe obedecer y cuya voz resuena en los oídos de su corazón, llamándole siempre a amar y a hacer el bien y a evitar el mal... La conciencia es el núcleo más secreto del hombre, donde está solo con Dios, cuya voz resuena en su interior”, (Gaudium et Spes 16).

No importa donde estés, ni lo que te digan que debes hacer. Siempre que tengas una duda, descansa un momento y escucha lo que te dice tu voz interior. No te apresures en tu camino, ni sigas los pasos de otros. Siéntate y descansa un momento, y escucha tu voz interior. Esta es la voz que te busca y guía, el mejor consejo que puedes escuchar. Trae pureza a tus sentimientos y te da la libertad de ser realmente la persona que quieres ser. Recuerda: todas las respuestas que tú buscas, las tienes encerradas en tu limpia y pura voz interior.

Agradece a Dios esta inapreciable luz interior y guíate siempre por ella. En el Génesis (17,1) se cuenta que Dios se apareció a Abrahán y le dio este consejo de perdurable valor: “Camina en mi presencia y sé perfecto”. De eso se trata precisamente: de vivir en la presencia de aquel que sondea tu corazón, te conoce y te ama. Así crecerás en justicia y rectitud. P. Natalio.

viernes, 10 de septiembre de 2010


Rabino criticado sin piedad


Buenos días, amigo/a

Hay personas que conocen el secreto arte de transformar su debilidad en fortaleza. Los límites reales que tuvieron en la vida los impulsaron de tal modo que se distinguieron entre sus iguales. Supieron hacer de un obstáculo un punto de apoyo para lanzarse adelante con más fuerza que el común de la gente. Hubo un rabino que hizo de las críticas peldaños de crecimiento.

En aquel pueblo todos admiraban al rabino, menos Isaac, que no perdía oportunidad de contradecirlo y señalarle cualquier defecto en sus lecciones. Esta actitud indignaba a la gente, pero no podían hacer nada. Un día Isaac se murió. Durante el entierro, la comunidad notó que el rabino estaba muy triste. —¿Por qué tanta tristeza?, le preguntó uno. —¡Él vivía señalando defectos en todo lo que usted decía! —No me lamento por mi amigo, que hoy está en el cielo — respondió el rabino. —Me lamento por mí mismo. Mientras que todos me alababan, él me criticaba, y yo me sentía obligado a mejorar. Ahora que murió, ¿quién me ayudará a crecer?

Aprender de los errores, aprovechar sabiamente las críticas, persistir a pesar de las dificultades, son otros tantos desafíos a superar la mediocridad y el estancamiento. Que no dramatices los problemas, porque normalmente son fantasmas de la imaginación que racionaliza nuestras cobardías para no salir de la fácil rutina. ¡Ánimo, sé valiente y confía en el Señor! P. Natalio.

jueves, 9 de septiembre de 2010


La buena lectura


Buenos días, amigo/a.

En un arrebato lírico, el poeta mejicano Amado Nervo dijo que los libros son: “Urnas de ideas, arcas de ensueño, flor de la vida consciente, cofres místicos que custodian el pensamiento humano”. Son todo eso y mucho más. Por lo tanto es vital para tu cultura que sepas acercarte a los buenos libros con el deseo de asimilar sus mensajes. Varios pensamientos sobre el tema:

“Algunos libros son probados, otros devorados, poquísimos masticados y digeridos”, dijo el filósofo Francis Bacon. El pensador americano Emerson comprobó que “en muchas ocasiones la lectura de un libro ha abierto el camino del éxito a un hombre, decidiendo el curso de su vida”. El historiador inglés Tomás Carlyle opinaba que “La verdadera universidad de hoy en día es una colección de libros”. Al orador romano Cicerón le parecía que “un hogar sin libros era como un cuerpo sin alma”. Juan XXIII escribió para su uso personal un “Decálogo de la Serenidad”. Uno de esos propósitos dice: “Sólo por hoy tendré diez minutos de buena lectura”.

Muchos no ejercitan la mente, atrapados por las imágenes televisivas. Sin desconocer cuanto puede aportar la pantalla hogareña, es notable el valor del libro para el desarrollo de la inteligencia. Por otra parte la lectura da solaz al espíritu. El autor místico Kempis confesó: “He buscado en todas partes el sosiego, y no lo he encontrado sino sentado en un rincón con un libro entre las manos”. Piénsalo y da pasos en la buena dirección. P. Natalio.

miércoles, 8 de septiembre de 2010


Invocar al Señor

Buenos días, amigo/a.

Con frecuencia en los salmos encontramos esta invocación: “Dios mío, ven en mi auxilio. Señor, date prisa en socorrerme”. Es un llamado al poder y a la misericordia del Señor para que nos saque de un peligro sea material o espiritual. A los peligros espirituales los llamamos “tentaciones”, a saber, incitaciones externas o internas al pecado. Lee esta anécdota.

Contó el abad Elías que un anciano vivía en un templo abandonado. Vinieron entonces a verlo los demonios, y le decían: "Vete de nuestra casa". Dijo el anciano: "Vosotros no tenéis casa". Entonces los demonios empezaron a dispersarle todas las ramas de palma. El anciano las recogió pacientemente. Al final, tomándole la mano, un demonio lo arrastraba fuera del templo. El anciano, llegado a la puerta, se agarró a ella con la otra mano y gritó: "¡Jesús, ayúdame!". Y el demonio huyó al instante. El viejo se puso a llorar. Pero el Señor le dijo: "¿Por qué lloras?". Contestó el anciano: "Porque se atreven a apoderarse de un hombre y hacer tales cosas". Dijo el Señor: "Te has mostrado negligente, fíjate que me he dejado encontrar apenas me has buscado”.

Jesús está siempre listo. Es Dios y por lo tanto su poder y compasión son ilimitados. Los peligros y tentaciones te ofrecen la ocasión para vivir la fe en el Señor, acrecentar la humildad y expresarle tu gratitud. Son oportunidad de crecimiento. Aprovéchalos, pero no los busques. “El que busca el peligro, en él perecerá”. Sé valiente, ten ánimo; espera en el Señor. P. Natalio.

martes, 7 de septiembre de 2010


Antes de leer la Biblia


Buenos días, amigo/a

Dios está vivo en su Palabra para iluminarte, consolarte, fortalecerte… Pero debes acercarte a ella con verdadera fe. Antes de leerla es adecuado que te pongas en la presencia del Señor con alguna oración que te ambiente en un clima de devoción y acogida cordial del don de Dios. Puede servirte la que sigue.

Dios, mi Padre bondadoso. Estoy rodeado de ruidos y voces. Estoy cansado de escuchar palabras sin verdad, sin el calor de la intimidad personal, sin la eficacia del amor comprometido. Tú, Señor, me hablas con una Palabra nueva. Por eso quiero escucharte. Porque tu Palabra me muestra la verdad, me revela la eficacia de tu amor, me ofrece la participación en tu misma vida. Señor, que tu Palabra se haga carne en mi vida. Te ofrezco un corazón pobre y abierto. Siembra en mí tu Palabra, que tu Espíritu la haga fecunda, como en el seno de María, la santísima Virgen y Madre de Jesús. Y seré en el mundo el eco de tu voz, la proclamación de tu Evangelio. Amén.

La actitud de humilde escucha es decisiva para leer con provecho, pero es un don que debes pedirle al Señor con la confianza de un hijo. Y el libro sagrado te animará con promesas de vida sin fin, será para ti una escalera para subir al cielo, te ofrecerá normas simples de vida inocente y te descubrirá el amor entrañable de Dios por ti. Que sea tu alimento cotidiano. P. Natalio.

lunes, 6 de septiembre de 2010


El trabajo de cada día


Buenos días, amigo/a

Ningún trabajo es insignificante, ninguna tarea es despreciable, cualquier ocupación merece que pongamos todas nuestras fuerzas y nuestra creatividad en ella. “Si alguien está llamado a ser barrendero, debería barrer las calles como Miguel Ángel pintaba, como Beethoven componía música o como Shakespeare escribía versos”, (M. L. King).

Un hombre va a la consulta del medico y le dice:
—Doctor, me he caído y me duelen mucho las piernas!
El Doctor después de examinarlo le dice:
—No se preocupe, no es nada. Dentro de unos días ya estará Ud. trabajando.
—Caramba, Doctor, qué maravilla, además de curarme, ¿me dará trabajo?

El trabajo honrado y responsable nos libera del aburrimiento, de entregarnos a los vicios, y nos proporciona los recursos para remediar nuestras necesidades fundamentales. Es una bendición de Dios. Trabaja con gusto y acabarás sintiendo gusto por el trabajo. “El que no quiera trabajar, que no coma”, escribió san Pablo a los de Tesalónica. Que tengas un día de acción. P. Natalio.

domingo, 5 de septiembre de 2010


Como los niños


Buenos días, amigo/a.

¿Cómo es un niñito? Sencillo, sincero, confiado, humilde, puro, inocente… Pienso que Jesús cuando dijo, “Si no se hacen como un niño, no entrarán en el reino de los cielos”, tenía presente en su mente a una criatura descansando en los brazos de su madre. Así nos quiere el Señor por la confianza y abandono en él. La oración siguiente expresa muy bien estos sentimientos.

Como el niño que no sabe dormirse sin asirse a la mano de su madre,
así mi corazón viene a ponerse sobre tus manos al caer la tarde.

Como el niño que sabe que alguien vela su sueño de inocencia y esperanza,
así descansará mi alma segura, sabiendo que eres tú, Señor, quien nos aguarda.

Este breve himno es apropiado para recitar al fin del día. La imagen del niño y la madre nos lleva dulcemente a recuerdos de simplicidad e inocencia, afloja nuestras tensiones por la lucha diaria y predispone alma y cuerpo para el descanso de la noche. Que el Señor te bendiga con su paz. P. Natalio.

sábado, 4 de septiembre de 2010


Las dos alforjas


Buenos días, amigo/a

En la base de tu crecimiento armónico como persona está el conocimiento de ti mismo, de tus fortalezas y debilidades. Con un ojo en tus virtudes para conservarlas y darles brillo, y con el otro ojo en tus fragilidades para neutralizarlas, afronta con esperanza y firmeza esa labor cotidiana de llegar a realizar el proyecto de Dios sobre tu vida. Una fábula sobre este tema.

Según una fábula, Zeus colocó dos alforjas a cada ser humano: una sobre el pecho y otra, atrás a la espalda. Los hombres, sin excepción, han puesto en la alforja que está a la vista los defectos de las personas conocidas, mientras los defectos propios en la alforja que tienen en la espalda. Por eso somos expertos en debilidades ajenas, y analfabetos en las propias fallas.

El conocimiento de ti mismo es llave de sabiduría, porque desde tu realidad personal puedes crecer y superarte. Epitecto, filósofo griego, escribió que “La cosa más difícil es conocernos a nosotros mismos, la cosa más fácil, hablar mal de los demás”. Conocerte es encontrarte con tus límites y también con tus logros y fortalezas. Ten un tiempo para evaluarte. P. Natalio.

viernes, 3 de septiembre de 2010


Lugar de honor


Buenos días, amigo/a.

María, Reina de la Paz, hace más de veinticinco años que se aparece en Yugoslavia (Medjugorje) para ayudarnos a vivir mejor el Evangelio de Jesús. Hoy te presento un mensaje que dio el 25 de enero de 2007. Bondadosamente te pide tengas en un lugar de honor y a la mano el libro de la Palabra de Dios. Es luz celestial para disipar las tinieblas del corazón.

“¡Queridos hijos! Pongan la Sagrada Escritura en un lugar visible en su familia y léanla. Así conocerán la oración con el corazón y sus pensamientos estarán en Dios. No olviden que son pasajeros como una flor de campo, que se ve de lejos, pero desaparece en un instante. Hijitos, dondequiera que vayan, dejen un signo de bondad y amor, y Dios los bendecirá con la abundancia de su bendición. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado! ”

La Virgen María te está comentando con mucha dulzura lo que escribió san Pablo a los primeros cristianos: “Ya que ustedes han resucitado con Cristo, anhelen los bienes del cielo donde Cristo está sentado a la derecha de Dios. Tengan el corazón puesto en las cosas celestiales y no en las de la tierra”, (Col 3, 1-2). Que la Biblia, leída y meditada, te ayude a buscar incansablemente los bienes del cielo. Hasta mañana. P. Natalio.

jueves, 2 de septiembre de 2010



Zapatero, a tus zapatos


Buenos días, amigo/a

Hay una realidad indiscutible, normal y prevista por Dios con un designio de amor: los talentos han sido distribuidos en forma desigual. ¿No te parece que es con el fin de hacernos crecer en el amor y el servicio complementándonos, ayudándonos, intercambiando los dones, integrán-donos a la familia humana? Dedícate, pues, a desarrollar y ofrecer tus propias habilidades

Apeles, ilustre pintor griego, se mostraba muy severo para consigo mismo; lejos de ofenderse por las críticas, las provocaba él mismo. Se cuenta que a veces exponía públicamente sus cuadros, ocultándose detrás del lienzo para oír las observaciones de unos y otros. Un día criticó un zapatero la sandalia de uno de los personajes, y Apeles enmendó el error. Al día siguiente se atrevió el mismo artesano a criticar otras partes del cuadro. Salió entonces el artista de su escondite y le dijo «Zapatero, no pases del zapato» (Larousse).

Si te sientes pobre, con un solo talento y hasta sin ninguno, piensa que todos poseemos el más grande de los talentos: el talento del amor. ¿Quién, si se lo propone, no puede dar amor? Éste es nuestro mayor capital: la capacidad de brindar amor, porque como enseña san Pablo “si no tengo amor, nada soy”. Y no olvides que eres un ser especial, único, irrepetible. P. Natalio. 

miércoles, 1 de septiembre de 2010


Afilar el hacha


Buenos días, amigo/a

“Si vas siempre a velocidades muy altas, cansarás el motor del auto. Si vives siempre bajo presión, tu cuerpo y tu espíritu se gastarán muy pronto. Si corres tanto no encontrarás a nadie y, lo que es más grave, no te encontrarás ni a ti mismo. Si quieres captar lo más profundo que hay en ti, has de saber detenerte y reflexionar”, (M. Quoist). Tómate tiempo para afilar tu hacha.


En cierta ocasión, un hombre joven de nombre Mauro, llegó a un campo de leñadores, ubicado en la montaña, para trabajar. Durante su primer día de tareas trabajó arduamente y como resultado taló muchos árboles. El segundo día, trabajó tanto como el primero, pero su producción fue apenas la mitad del primer día. Al tercer día, se propuso mejorar su producción. Golpeó con furia el hacha contra los árboles, pero los resultados fueron nulos. Al ver el capataz el escaso rendimiento del joven leñador, le preguntó: "¿Cuándo fue la ultima vez que afilaste tu hacha?". El joven respondió: "Realmente no he tenido tiempo de hacerlo, he estado demasiado ocupado cortando árboles".

Gran sabiduría es tomarte un tiempo de meditación cada día: para encontrarte con ti mismo y con lo que realmente piensas y deseas. Así despertarás esas energías ocultas e insospechadas que necesitas con urgencia, y darás solidez a tu vida, zarandeada por las vicisitudes del trabajo cotidiano. Aprende y practica la secreta sabiduría de “afilar tu hacha”. P. Natalio.