lunes, 28 de febrero de 2011

Hazlo en secreto




Buenos días, amigo/a.


Todos corremos el peligro de obrar para recibir la aprobación de los
demás. Es como decirse a sí mismo: “Verán lo que yo soy capaz de
hacer”. Jesús nos precave de toda ostentación y vanidad: “Cuando des
limosna, que tu mano izquierda ignore lo que hace la derecha, así tu
limosna quedará en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te
recompensará”.


Contaban de alguien del pueblo que ayunaba muchísimo, tanto, que le
llamaban "el ayunador". El abad Zenón oyó hablar de él y lo mandó
llamar. Acudió con alegría, rezaron juntos y se sentaron. El anciano
se puso a trabajar en silencio. Como no podía hablar con él, el
ayunador empezó a sentirse oprimido y le entró pereza. Dijo al
anciano: "Ora por mí, padre, quiero marcharme". Y el anciano le dijo:
"¿Por qué?". Respondió: "Porque mi corazón está como ardiendo y no sé
qué tiene. Cuando estaba en el pueblo, ayunaba hasta la noche y nunca
me había pasado esto". Le dijo el anciano: "En el pueblo te
alimentabas por las orejas. Vete, y de ahora en adelante come al
mediodía, y lo que hagas, hazlo en secreto".


Toda esta figuración y ostentación desvirtúa la obra que se está
haciendo. Jesús pone al Padre como fundamento de esta nueva actitud:
el Padre es el que nos ve, en lo secreto, y él es el que nos
recompensa con su amor cuando nosotros no vemos ni la recompensa ni el
aplauso humano. Jesús nos invita a vivir ante la mirada de Dios que
sondea el corazón. P. Natalio.

domingo, 27 de febrero de 2011

Crecer en oración


Buenos días, amigo/a.

La oración que haces al comenzar la jornada y al terminarla, es la
expresión de tu amor y confianza en Dios. Entre estos dos momentos, si
amas de verdad a Dios con toda el alma y con todas las fuerzas, como
dice la Palabra, de alguna manera el recuerdo y la presencia del Señor
te acompañarán en las variadas tareas de tu jornada. Un mensaje de la
Reina de la Paz:

“¡Queridos hijos! Hoy quiero hacerles esta invitación: ¡oren, oren,
oren!, en la oración, ustedes conocerán el gozo más grande y
encontrarán la solución a cualquier situación difícil. Gracias por los
progresos que hacen en la oración! Cada uno de ustedes es querido a mi
corazón y agradezco a todos aquellos que han incrementado la oración
en sus familias. Gracias por haber respondido a mi llamado! ”

“La oración me salvó la vida. Sin ella estaría loco hace ya mucho
tiempo. Si conseguí salvarme de la desesperación fue gracias a la
oración”, M. Gandhi. “Sólo por la oración podemos alcanzar la completa
y armoniosa unificación del cuerpo, mente y espíritu, que le da a la
frágil constitución humana su fortaleza invencible”, A. Carrel. Toma
una buena decisión. P.Natalio.

sábado, 26 de febrero de 2011

Sé indulgente




Buenos días, amigo/a.


Para amar como Jesús nos enseñó, debemos aprender a vivir ciertas
actitudes y sentimientos que bajan el amor a la realidad cotidiana:
comprensión, paciencia e indulgencia. ¿Qué es la indulgencia?
“Facilidad en perdonar las culpas ajenas”, dice el diccionario. Es la
disponibilidad y capacidad para perdonar las debilidades de nuestros
prójimos una y otra vez.


Sé indulgente. Olvida las pequeñas penas que te hayan podido causar;
no conserves ningún resentimiento por las palabras inconsideradas o
desfavorables que se han dicho contra ti; excusa los descuidos, las
ligerezas de las cuales eres víctima; juzga siempre de buena intención
a aquellos que te hayan hecho algún agravio, en fin, muestra un
semblante amable en todas las ocasiones. De esta manera estarás en paz
con tu prójimo y practicarás de modo excelente la caridad cristiana,
que es imposible practicar sin una indulgencia en todos los instantes.


Vivir la caridad cristiana no es fácil. En verdad está por encima de
nuestra capacidad humana. Por eso es indispensable suplicar con
humildad al Señor el don de la paciencia e indulgencia para poder
elevarnos sobre nuestros egoísmos, retraimientos, susceptibilidades…
Pero cuando el amor de Dios nos invade podemos “perdonar, soportar y
esperar sin límites”. P. Natalio.

viernes, 25 de febrero de 2011

Alegría de compartir


Buenos días, amigo/a.

Existe un secreto gozo del corazón en poder alegrar a otros a pesar de
nuestra propia situación. La aflicción compartida disminuye la
tristeza, pero cuando la alegría es compartida, se duplica. Si deseas
sentirte feliz y realizado, basta compartir tus bendiciones,
especialmente ésas que no se pueden comprar con dinero.

Si dices: cada uno a lo suyo, (mi familia, mis estudios, mi porvenir,
mi bienestar, etc.), no me ocupo de los demás, y perseveras en esa
actitud, no te realizarás jamás, y quedarás gravemente menoscabado y
atrofiado. La grandeza de un hombre se mide por su capacidad de
comunión con sus semejantes. Si quieres sentirte hermano de todos los
hombres, debes aceptar ser hijo de Dios, vivir y recibir la vida de
él; y cuanto más hijo seas, más hermano serás. (M. Quoist).

Antes de buscar el beneficio personal, pregúntate, ¿qué puedo
compartir hoy? En lugar de querer poseer empezarás a donar, guiado por
el deseo de ayudar a satisfacer las necesidades de los otros. Cada uno
tiene algo para compartir. Dinero, talento, tiempo o una simple
oración. La generosidad nos pone en sintonía con nuestra semejanza
divina. Ánimo, inténtalo. P. Natalio.

jueves, 24 de febrero de 2011

Conversión de un rey


Buenos días, amigo/a.

Jesús comenzó a predicar a la gente diciendo: “El tiempo se ha
cumplido. El reino de Dios ha llegado. Conviértanse y crean en la
buena noticia”. Estas palabras que resonaron como una clarinada para
convocar al pueblo de Dios, siguen señalando el camino de la
salvación: volver al Señor, abandonar nuestros caminos equivocados,
purificar el corazón… eso es conversión.

Cuando Clodoveo, rey de los francos, se preparaba para una difícil
batalla, su esposa Clotilde, fervorosa cristiana, le dijo: “Si quieres
obtener la victoria, invoca al Dios de los cristianos”. En lo más duro
del combate, acosados los francos por todas partes, Clodoveo exclamó:
“Oh Cristo, a quien mi esposa invoca como hijo de Dios. Creo en ti. Si
hoy me salvas de mis adversarios, recibiré el bautismo y entraré a tu
religión". Desde ese momento su ejército se sobrepuso y venció a los
agresores. El rey al volver victorioso, saludó a su esposa con estas
palabras: "Clodoveo venció a sus enemigos, y tú venciste a Clodoveo".
San Remigio, obispo misionero, preparó y bautizó al rey de los
francos. En la celebración le dijo estas memorables palabras:
"Valiente guerrero: desde ahora quema lo que has adorado, y adora lo
que has quemado".

Clodoveo fue invitado a poner a Dios en el centro de su vida, amándolo
realmente con todo el corazón y con toda el alma. Esto implicaba
seguirlo, temerlo y observar sus preceptos, escuchar su voz, servirlo
y serle fiel. Ésta es la buena noticia: el Señor nos invita a
convertirnos porque es misericordioso. P. Natalio.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Conserva la calma


Buenos días, amigo/a.

Defiende y cultiva la paz en tu corazón, porque es el clima
indispensable para crecer en plenitud en todas las dimensiones de tu
vida. Vigila cuanto entra en tu corazón para que no se infiltre en él
el polvo de la ansiedad, el ácido de la irritación, o el veneno del
odio. Gozar de la paz profunda del alma merece estar en permanente
alerta.

En los momentos críticos aprende a conservar la calma, de modo que tus
decisiones sean justas y sabias. En lugar de exasperarte y dejarte
dominar por la ira, cállate porque el silencio aquieta. Respira
profundamente y ora. Ganas serenidad si cierras tus ojos y te ves en
un lugar paradisíaco, mientras repites pensamientos positivos.
Recuerda que Dios está en tu corazón y estarás tranquilo sin
desesperarte. La ira es fuente de males casi siempre más graves que
aquellos que la causan. Corta las raíces de la irritación:¿Cómo podrás
apagar el incendio de la ira si lo alimentas con la leña del
fanatismo, el rencor o la soberbia? El hombre espiritual es dueño de
sí mismo ante la adversidad.

¿No has comprobado que una palabra dura dicha en un acceso de ira te
trajo semanas de amargura? Un refrán tibetano afirma: “la paciencia en
un momento de enojo te evitará cien días de dolor”. Cada día pídele al
Señor toda la paciencia que necesites. Dile “Concédeme hoy fortaleza,
paciencia y serenidad. Que nada ni nadie me perturbe”. P. Natalio

martes, 22 de febrero de 2011

Santa Catalina tentada


Buenos días, amigo/a.

Sufrir tentaciones es una situación normal del hombre. Surgen de
nuestra naturaleza inclinada al mal, o también del enemigo de Dios o
de ese mundo que vive al margen de la ley divina. La tentación es una
incitación a pecar. También los santos pasaron por tentaciones. Pero
lucharon y triunfaron.

Escribe el beato Raimundo de Capua, director espiritual de santa
Catalina de Siena, que cierto día ella tuvo grandes tentaciones contra
la castidad y, después de haber luchado e implorado la ayuda de Jesús
y de María, se le apareció Jesús. Ella le dijo: —Señor, ¿dónde
estabas, cuando mi corazón era atribulado por tantas tentaciones? Y el
Señor le dijo: —Estaba en tu corazón. —Señor, pero ¿cómo puedo creer
que estabas en mi corazón, cuando estaba lleno de malos e inmundos
pensamientos? Y el Señor le dijo: —Aquellos pensamientos ¿te causaban
gozo o dolor, placer o disgusto? —Gran dolor, Señor. —Y ¿quién era el
que te hacía sentir disgusto, sino yo que estaba escondido en tu
corazón?

Como santa Catalina, debes luchar e implorar la ayuda de Jesús y de
María. Las tentaciones te ofrecen una ocasión favorable para vivir la
fe en el Señor, acrecentar la humildad y expresarle tu gratitud. Son
oportunidad de crecimiento. Aprovéchalas, pero no las busques. “Quien
busca el peligro, en él perecerá”. Sé valiente y ten ánimo, con el
Señor triunfarás. P. Natalio.

lunes, 21 de febrero de 2011

Fácil y difícil


Buenos días, amigo/a.

Si lo consideras bien, tu vida está llena de desafíos. Con frecuencia
las circunstancias te provocan a dar pasos adelante, a no quedarte
sino a subir y progresar. Con esta visión descubrirás que, incluso las
peores tormentas de la vida, te invitan a cambiar y mejorar. Lee lo
que sigue y decídete a afrontar aún lo que se te presenta difícil.

Fácil es soñar todas las noches. Difícil es luchar por un sueño. Fácil
es tropezar con una piedra.
Difícil es levantarte. Fácil es cometer errores. Difícil es aprender
de ellos. Fácil es orar todas las noches. Difícil es encontrar a Dios
en las cosas pequeñas. Fácil es criticar a los demás. Difícil es
mejorar uno mismo. Fácil es pensar en mejorar. Difícil es poner en
acción lo pensado. Fácil es prometerle a alguien algo. Difícil es
cumplir esa promesa.

Aprender de los errores, encontrar a Dios en las cosas pequeñas,
luchar por un sueño, son otros tantos desafíos a superar la
mediocridad y el estancamiento. Que no dramatices las dificultades,
porque normalmente son fantasmas de la imaginación que racionaliza
nuestras cobardías para no salir de la fácil rutina. ¡Ánimo, sé
valiente y confía en el Señor! P. Natalio.

domingo, 20 de febrero de 2011

Aceptarse a sí mismo


Buenos días, amigo/a.

Acéptate a ti mismo incluso frente a los demás. No tengas miedo, no te
dejes paralizar por tus debilidades o carencias. Concéntrate, más bien
en tus fortalezas. Acepta ser tú mismo ante los otros tal como eres,
con tus luces y sombras. Cada cual sabe dónde le aprieta el zapato.
Lee una graciosa anécdota: dos personas que se enfrentaron, cada una
con su fragilidad.

Lord George Byron (1788-1824), famoso poeta inglés, era rengo. Su
excesiva vanidad sufría horriblemente con ese defecto. La más pequeña
alusión a su renguera lo ponía colérico y mordaz. Cierto día la
duquesa de Devonshire, que era bizca, le preguntó: — ¿Cómo anda?
Creyendo el poeta que esta pregunta encerraba una burla a su defecto
físico, respondióle ásperamente: — ¡Como usted ve!

Recuerda que los demás te necesitan tal como el Señor ha querido que
fueras. No conviene que te pongas una máscara o representes una
comedia. Puedes decirte a ti mismo: “voy a llevarles algo especial,
pues nunca se encontraron ni se encontrarán con alguien como yo; soy
una persona única salida de las manos de Dios”. Dios te valora, hazlo
tú también. P. Natalio.

sábado, 19 de febrero de 2011

Saber agradecer


Buenos días, amigo/a.

Ser agradecidos es propio de corazones nobles. No es lo común. Cuando
Jesús curó a diez leprosos, sólo uno regresó a dar las gracias. El
reconocimiento de los favores recibidos hace quedar bien consigo mismo
por haber hecho lo que es justo y correcto. Desde luego, el que
beneficia a alguien debe hacerlo por pura bondad. Pero le es grato
verse agradecido.

Hay que saber decir “gracias”. Nuestros días están colmados de regalos
que Dios nos envía. Si supiéramos verlos y llevar la cuenta de todos,
llegaríamos a la noche, deslumbrados y radiantes ante tantos dones
recibidos. Como niños en día de Reyes. Y miraríamos agradecidos a
Dios. Y fiados en que él nos lo da todo, seríamos felices al saber que
todos los días nos dará regalos nuevos y distintos. Todo es don de
Dios. Aún las cosas más pequeñas. Y don suyo es toda esta colección de
regalos que es la vida. Vida que será rosa o sombría, según utilicemos
esos dones. Michel Quoist.

San Pablo exhortaba a los cristianos de Colosas a “vivir dando gracias
a Dios”. Ejercítate y verás que te ayuda a vivir la relación con Dios
de una forma concreta y existencial, descubriendo con gozo los dones
que te regala a cada paso. Es una oración que ensancha el corazón y
descansa la mente. Acostúmbrate a practicarla. P. Natalio.

viernes, 18 de febrero de 2011

Abad Agatón, buen samaritano


Buenos días, amigo/a.

Este día que comienzas te presentará, sin duda, ocasiones de hacer
alguna buena acción. Algunas, sin buscarlas, están ahí a la mano, como
esperándote. Pero otras tienes que programarlas y ponerlas en tu
agenda. Unas y otras te entrenan y mantienen ágil en la actitud de
servicio y entrega al prójimo. Una vez un monje vivió la parábola del
buen samaritano.

Cuentan que el abad Agatón, que vivía en el desierto, una vez fue a la
ciudad para vender artesanías de los monjes, y encontró en la plaza a
un forastero que yacía en tierra enfermo, sin que nadie se preocupara
de él. El anciano se quedó con él, tomando una habitación en alquiler
con el precio de los trabajos manuales. El dinero que le quedó lo
gastó en las curaciones del enfermo. Se quedó con él cuatro meses,
hasta que el enfermo estuvo restablecido. Entonces el anciano regresó
a su celda en paz.

Ayudar y servir son dos expresiones concretas de un amor que se brinda
generosamente a los demás. De este olvido de ti mismo, surgirá como
por magia, tu propia felicidad y alegría, tu auténtica realización.
Mira, pues, a tu alrededor: cuántos hoy necesitan de tu palabra, de tu
sonrisa, de tu abrazo o simplemente de tu compañía. ¡Procede ahora
mismo, ya! P. Natalio.

jueves, 17 de febrero de 2011

Te espera un amigo fiel


Buenos días, amigo/a.

En Medjugorje el 15 de marzo de 1984 como todos los jueves por la
noche, los fieles estaban adorando al Santísimo Sacramento, pero esa
noche en particular fue notable que muchos hombres permanecieran en la
Iglesia para la adoración, a pesar de que habían trabajado
intensamente en los campos. La Virgen María transmitió este mensaje
por los jóvenes videntes:

“También esta noche, queridos hijos, les estoy especialmente
agradecida por haber venido aquí. Adoren sin cesar al Santísimo
Sacramento del altar. Yo estoy siempre presente cuando los fieles
están en adoración. En esos momentos se obtienen gracias particulares.
Gracias por haber respondido a mi llamado! ”

El santo Cura de Ars decía: “¡Cuán consoladores y suaves son los
momentos pasados con este Dios de bondad! ¿Estás dominado por la
tristeza? Ven un momento a sentarte a sus pies, y quedarás consolado.
¿Eres despreciado del mundo? Ven aquí, y encontrarás un amigo que
jamás quebrantará la fidelidad”. Jesús te invita y espera en el
Santísimo Sacramento. P. Natalio.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Errores de juicio


Buenos días, amigo/a

Con frecuencia al comunicarnos entre nosotros, interpretamos los
mensajes en forma muy distinta de lo que pretendía el vocero. Sucede
esto porque hay palabras que, teniendo varios significados, se aclaran
por el énfasis y otras circunstancias que las acompañan. De allí la
necesidad de prestar una inteligente atención a toda transmisión
verbal.

Un hombre viajaba muy tranquilo en su coche en una zona montañosa.
Sucedió que al entrar en una curva peligrosa, otro coche salía de ésta
dando volantazos y viniendo hacia él de manera muy peligrosa. Al pasar
a su lado casi rozando, gritó su conductor: —¡Cerdo!
El primer hombre indignado le respondió con otro insulto y continuó
como pudo entrando en la curva y una vez que estaba en ella se
encontró de repente con un enorme cerdo, que no pudo esquivar y al que
golpeó saliéndose de la carretera y quedando tirado en la cuneta.

Evidentemente el conductor de los volantazos no quiso insultar al
señor que se le cruzó, sino que lo previno de un grave peligro. Estos
errores en nuestros juicios son más frecuentes de lo que pensamos. Es
un llamado de atención para no juzgar con aturdimiento, porque podrían
generarse penosas y complicadas situaciones. P. Natalio.

martes, 15 de febrero de 2011

Sonríe, Dios te ama


Buenos días, amigo/a.

“Tanto amó Dios al mundo que le entregó a su Hijo único”. Este
versículo de la Biblia expresa la verdad-clave de nuestra fe
cristiana. Si a veces suceden cosas que te cuestionan seriamente y te
preguntas angustiado, ¿cómo Dios permite esto? Ten la seguridad que
Dios va a sacar de todo mal, sufrimiento, desgracia, un bien mucho más
grande. Como sucedió con la muerte de Jesús…

Si Dios tuviera un refrigerador, tu fotografía estaría pegada a su
puerta. Si él tuviera una billetera, llevaría en ella tu foto. Él te
envía flores cada primavera. Él te regala un amanecer soleado cada
mañana. Las veces que deseas hablar, él te escucha. Él puede vivir en
cualquier parte del universo, pero eligió... tu corazón. Reconócelo
como tu amigo. ¡Él está loco por ti! Dios no prometió días sin dolor,
risas sin penas, sol sin lluvias, pero prometió fortaleza para el día,
consuelo para las lágrimas, y luz para el camino. Tanto te ama que
murió por ti. Ahora mismo, abre tu corazón y déjate amar por Dios.
(Anónimo).

Tener fe es haber descubierto el inmenso amor que Dios tiene por ti;
y, ante tan enorme y fascinante hallazgo, organizar toda tu vida como
una respuesta fiel y coherente. El Espíritu de Dios, Espíritu de amor,
te ayude a interiorizar este pensamiento en la meditación, porque está
en el centro de la auténtica relación con el Señor. Que él te asista y
te bendiga. P. Natalio.

lunes, 14 de febrero de 2011

El cuervo y la víbora


Buenos días, amigo/a

Hay en ti dos facultades que te ayudan a tomar buenas decisiones. Son
la inteligencia y la voluntad. La inteligencia evalúa las razones a
favor o en contra, y ve claro lo más conveniente. Entonces tu voluntad
se lanza a la acción. A este proceso se lo llama discernimiento. Es un
grave error decidirse arrastrado por una emoción violenta porque
oscurece la razón.

Andaba un cuervo muy hambriento y preocupado porque no encontraba
comida. Cuando de pronto vio junto a un pajonal, calentándose al sol,
a una suculenta víbora. Sin pensarlo dos veces cayó sobre la
dormilona, la aferró con sus garras y emprendió el vuelo. Pero la
víbora despertando de su sueño, se volvió rápidamente contra el voraz
pajarraco y lo mordió. El cuervo sintió un terrible ardor en su sangre
y ya a punto de morir dijo: — ¡Desdichado de mí, que encontré un
tesoro, pero a costa de mi vida! (Esopo).

Cuántas veces, ansioso por liberarte de un problema desagradable y
ofuscado por zafarte cuanto antes, tomas una mala decisión, que al
poco tiempo lamentas. Recupera primero la calma y estudia luego con
objetividad el asunto. Puedes también escuchar el parecer de alguna
persona competente que te aclare aspectos desapercibidos del tema. P.
Natalio.

domingo, 13 de febrero de 2011

Necesidad básica


Buenos días, amigo/a.

Jesús es el modelo perfecto del hombre nuevo. Dios nuestro Padre nos
invita a transformarnos en él, haciendo nuestros, sus sentimientos y
actitudes. Para lograrlo nada mejor que meditar e interiorizar sus
palabras y ejemplos cada día, con el Evangelio en la mano. Ojalá que
como san Pablo puedas decir “Ya no soy yo quien vive, sino que es
Cristo quien vive en mí”.

Oh Jesús, todavía estás cada día entre nosotros y estarás con nosotros
por siempre. Tú ves, nuestra necesidad. Necesitamos de ti, y de nadie
más. Sólo tù puedes advertir cuán grande, cuán inmensamente grande es
la necesidad que tenemos de ti en esta hora del mundo. El hambriento
se imagina que busca pan, y en realidad tiene hambre de ti. El
sediento cree desear tan sólo tomar agua y en realidad tiene necesidad
y sed de ti. El enfermo se ilusiona con el ansia de la salud y su mal
está en la ausencia de ti. Tenemos necesidad de ser salvados sin
demora por ti. G. Papini.

- “Pan de vida”, “luz del mundo”, “la puerta de las ovejas”, “el buen
pastor”, “la resurrección y la vida”, “la vid verdadera”, “rey”,
“camino, verdad y vida”, son algunos rasgos del perfil de Jesús que
nos descubren su rica personalidad y su misión en la tierra. La
lectura meditada del Evangelio te haga crecer en el conocimiento de
las insondables riquezas del Señor. P. Natalio.

sábado, 12 de febrero de 2011

Generosidad es amor


Buenos días, amigo/a.

El mal ha entrado en el mundo por la puerta del egoísmo humano, que es
negación del amor y búsqueda desenfrenada del propio bienestar. Cada
día puedes empezar a ser generoso en gestos pequeños. Con la práctica
se te irá abriendo el corazón, descubrirás la alegría de dar y
comprobarás, maravillado, que recibes mucho más de lo que das.

Una niñita llamada Luz sufría una extraña enfermedad. Su única
oportunidad era una transfusión de sangre de su hermanito de 5 años,
que había sobrevivido por milagro a la misma dolencia y tenía los
anticuerpos para combatirla. El doctor preguntó al niño si estaba
dispuesto a dar su sangre a la hermanita. Dudó un momento, pero luego
dijo: Si, lo haré, si eso salva a Luz. Durante la transfusión estaba
acostado al lado de la hermana. Había sonrisas al ver cómo retornaba
el color a las mejillas de la niña. Entonces la cara del niño se puso
pálida. Miró al doctor y le preguntó con voz temblorosa: ¿A qué hora
empezaré a morirme? Pensaba que le daría toda su sangre a su
hermanita. Y aún así se la daba.

“Hay personas pobres que distribuyen sonrisas. Existen personas que
sufren pero nos comunican alegría. Por allí van personas
incomprendidas que saben comprendernos. Yo conozco personas que fueron
ofendidas y supieron perdonar. Yo conozco todas esas personas… y su
secreto es amar”. Que pases por el mundo desparramando amor. P.
Natalio.

viernes, 11 de febrero de 2011

En tiempo de vacaciones


Buenos días, amigo/a.

A veces al regresar de vacaciones y hacer un balance de esos días, no
quedas satisfecho, ¿verdad? Es sabiduría que hagas una serena
evaluación y anotes algunas ideas para mejorar el próximo año. Siempre
puedes mejorar la calidad de todo lo que haces. Evaluar es positivo
para tu formación permanente. Te presento aquí algunas ideas que tal
vez te ayuden.

Haz de sus vacaciones un tiempo de gracia, de amistad, de encuentro y
de amor. Dedica las vacaciones a hacer esas pequeñas cosas que durante
el año te resultan más complicadas. En especial dedica más atención a
la familia y los amigos. Da un tiempo de descanso a la querida
televisión, a la consola de jueguitos, a la compu. Ábrete a gente
nueva, escuchando a personas de otros lugares, de otras culturas,
experimentando la alegría de dar y darte. Reserva un tiempo de
vacaciones a ti mismo, alejándote del ajetreo de la gente y pensando
en tu vida, proyectos, dificultades. Combina los tiempos de descanso
con otros momentos de oración, de lectura, de ayuda a los más
necesitados. Sobre todo al hacer la maleta, acuérdate de meter a Dios
y, cuando llegues al lugar elegido (o en tu propia casa), no te
olvides de sacarlo.

Vuelvo a subrayar que la reflexión sobre lo que haces y cómo lo haces,
es un eficaz hábito de superación personal que te enriquecerá con la
verdadera experiencia de la vida. ¿Nos encontramos de nuevo mañana?
Gracias por abrir nuestro sitio. P. Natalio.

jueves, 10 de febrero de 2011

El monje y el turista


Buenos días, amigo/a.

El sentido de nuestra vida no cabe en el corto espacio que media entre
la cuna y la tumba. Hay que buscarlo más allá. El Eclesiastés, con su
tono sombrío, señala que las cosas de este mundo son "poca cosa", pura
vanidad. No bastan para hacernos felices. No basta toda la prosperidad
del mundo para colmar las ansias eternas del corazón del hombre.

Un turista se encontró con un monje en meditación y quedó impresionado
por la felicidad y la paz que le inspiraba. El turista se le acercó y
le preguntó: —¿Cómo es que Ud. que ha renunciado a todo en el mundo,
está en paz y vive feliz como si lo tuviera todo? ¿En qué se basa su
capacidad de renuncia? El monje se sonrió y dijo: —También yo me
asombro de la capacidad de renuncia de los hombres del mundo. Pues yo
sólo renuncio a cosas perecederas a cambio de tesoros de valor
infinito, mientras que ellos renuncian a lo infinito por banalidades y
cosas perecederas.

Triste suerte la de quien sólo trabaja para vivir, pero no sabe para
qué vive. Triste suerte la de aquel que ha hecho del "tener y retener"
el objetivo de su vida. Dichoso, en cambio, el que, mientras gana su
pan o acrecienta su fortuna, sabe hacer del trabajo una ocasión de
servicio al prójimo y de cooperación con el proyecto de Dios. La
Palabra del Señor te ilumine. P. Natalio

miércoles, 9 de febrero de 2011

El amor que plenifica


Buenos días, amigo/a.

La regla de oro de las grandes religiones es el amor al prójimo. En el
libro de Tobías el anciano ciego, sintiéndose cercano a la muerte, dio
preciosos consejos a su hijo. Entre ellos se destaca: “No hagas a
nadie lo que no te agrada a ti”. Norma fundamental y obvia, pero
tantas veces transgredida por egoísmo o inconsciencia. “Al final de la
vida se nos juzgará por el amor”.

Amar, no es sentirse emocionado por otro, sentir afecto sensible por
otro, abandonarse en brazos de otro, admirar a otro, querer poseer a
otro; amar, es en esencia entregarse a otro y a los otros. El amor es
un camino de una sola mano: parte siempre de ti y se dirige a los
demás. Cada vez que tomas un objeto o a un persona para ti, dejas de
amar, pues dejas de entregarte. Vas a contramano. Revisa a menudo la
autenticidad y pureza de tus amores. No te limites a preguntarte:
¿amo? Analiza: ¿renuncio a mí mismo, me olvido de mí mismo, me
entrego? (M. Quoist).

El egoísmo atrofia al hombre, que sólo en la donación generosa a los
demás.encuentra su madurez y plenitud. Si te preocupas demasiado por
ti mismo y tu propio entorno, si vives para acumular dinero y
comodidades, no te quedará tiempo para los demás. Si no vives para los
demás, la vida carecerá de sentido para ti, porque la vida sin amor no
vale nada. P. Natalio.

martes, 8 de febrero de 2011

Rompe el círculo del odio


Buenos días, amigo/a.

La ira es fuente de males casi siempre más graves que aquellos que la
causan. En los momentos críticos aprende a conservar la calma, de
modo que tus decisiones sean justas y sabias. En lugar de exasperarte
y dejarte dominar por la ira, cállate, porque el silencio aquieta.
Respira profundamente y repite pensamientos positivos.

Un destacado señor se enfadó y gritó al director de la empresa. Cuando
éste llegó a su casa, gritó a su esposa, retándola porque el almuerzo
era muy abundante. Su esposa gritó a la empleada porque rompió un
plato. Ésta dio una patada al perro porque la hizo tropezar. El perro
salió corriendo y mordió a una señora que le cerraba el paso. Ésta fue
al hospital para ponerse la vacuna. Allí gritó al joven médico, porque
le dolió la incisión que le hizo. El médico llegó a su casa y gritó a
su madre, porque la comida no era de su gusto. Su madre, tolerante,
acarició con dulzura sus cabellos, diciéndole: "Hijo querido, mañana
haré tu comida favorita. Tú trabajas mucho, estás cansado y precisas
un buen sueño. Voy a ponerte unas sábanas limpias y perfumadas. Mañana
te sentirás mejor". En ese momento, se rompió el círculo del odio,
porque chocó con la tolerancia, la dulzura, el perdón y el amor.

Es imposible que en el curso de todo un día no nos sobrevenga algún
que otro contratiempo: pequeños accidentes o dificultades que nos
apenan y mortifican. ¿No es esto un obstáculo permanente para la
felicidad? No, si aprendes a conservar la paz y la alegría cuando
sobrevienen estas contrariedades. Aquí entra en juego la virtud de la
paciencia. P. Natalio

lunes, 7 de febrero de 2011

Irradia la luz que hay en ti


Buenos días, amigo/a.

El Señor te ha regalado la luz de la fe para que la irradies a tu
alrededor, con el ejemplo y con la palabra. Jesús te anima a hacer
brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ti (Mateo 5,
13-15). Dios ha dispuesto que las almas vayan iluminando otras almas,
como si fueran antorchas. Un mensaje de la Reina de la Paz:

“¡Queridos hijos! En sus vidas, todos ustedes han experimentado
momentos de luz y de tinieblas. Dios concede a cada hombre reconocer
el bien y el mal. Yo los invito a llevar la luz a todos los hombres
que viven en tinieblas. Cada día llegan a sus casas personas que están
en tinieblas. Queridos hijos, dénles ustedes la luz. Gracias por haber
respondido a mi llamado! ”

Cuando damos un buen ejemplo algo comienza a pasar. Es como tirar una
piedra en un lago tranquilo. Pequeñas ondas van generando círculos
concéntricos hasta morir en las playas. Conviene que lo pienses para
animarte a dar siempre buen ejemplo. Tendrás el mérito de haber
alentado a otros por el camino correcto. P. Natalio.

domingo, 6 de febrero de 2011

La convivencia


Buenos días, amigo/a.

Por un sabio plan divino las personas somos distintas, tenemos
diversas capacidades, diferentes inclinaciones y gustos. Es una
realidad y tienes que aceptarla buenamente, sin dejarte alcanzar ni
por la envidia del bien ajeno, ni por el orgullo de lo que te ha
tocado. Es señal de madurez la aceptación serena de ti mismo con tus
capacidades y carencias.

Bernini, famoso escultor, y Borromini, no menos famoso arquitecto,
eran dos personajes en Roma que no se llevaban bien. Una vez, se le
encargó a Bernini que hiciera una fuente en cierta plaza de la ciudad,
junto a la cual estaba la residencia de ambos. Entre otras esculturas
en esta fuente colocó la estatua de un hombre que se tapaba el rostro…
para no ver una casa proyectada por Borromini.

Fue sin duda una broma cruel del escultor. El amor que pide Jesús debe
llevarnos a evitar en la convivencia as faltas de aceptación y las
incomprensiones. El Señor nos quiere ver bondadosos y pacíficos. No es
fácil, pero lo podrás, si lo pides cada día: “Señor, ayúdame a ser hoy
comprensivo y paciente con todos”. Que pases un día feliz de buena
convivencia. P. Natalio.