viernes, 28 de febrero de 2014

Hazlo en secreto
 Buenos días, amigo/a.

Todos corremos el peligro de obrar para recibir la aprobación de los demás. Es como decirse a  sí mismo: “Verán lo que yo soy capaz de hacer”. Jesús nos precave de toda ostentación y vanidad: “Cuando des limosna, que tu mano izquierda ignore lo que hace la derecha, así tu limosna quedará en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará”.

Contaban de alguien del pueblo que ayunaba muchísimo, tanto, que le llamaban "el ayunador". El abad Zenón oyó hablar de él y lo mandó llamar. Acudió con alegría, rezaron juntos y se sentaron. El anciano se puso a trabajar en silencio. Como no podía hablar con él, el ayunador empezó a sentirse oprimido y le entró pereza. Dijo al anciano: "Ora por mí, padre, quiero marcharme". Y el anciano le dijo: "¿Por qué?". Respondió: "Porque mi corazón está como ardiendo y no sé qué tiene. Cuando estaba en el pueblo, ayunaba hasta la noche y nunca me había pasado esto". Le dijo el anciano: "En el pueblo te alimentabas por las orejas. Vete, y de ahora en adelante come al mediodía, y lo que hagas, hazlo en secreto".

Toda esta figuración y ostentación desvirtúa la obra que se está haciendo. Jesús pone al Padre como fundamento de esta nueva actitud: el Padre es el que nos ve, en lo secreto, y él es el que nos recompensa con su amor cuando nosotros no vemos ni la recompensa ni el aplauso humano. Jesús nos invita a vivir ante la mirada de Dios que sondea el corazón.  P. Natalio.

jueves, 27 de febrero de 2014

Crecer en oración


Buenos días, amigo/a.

La oración que haces al comenzar la jornada y al terminarla, es la expresión de tu amor y confianza en Dios. Entre estos dos momentos, si amas de verdad a Dios con toda el alma y con todas las fuerzas, como dice la Palabra, de alguna manera el recuerdo y la presencia del Señor te acompañarán en las variadas tareas de tu jornada. Un mensaje de la Reina de la Paz:

“¡Queridos hijos! Hoy quiero hacerles esta invitación: ¡oren, oren, oren!, en la oración, ustedes conocerán el gozo más grande y encontrarán la solución a cualquier situación difícil. Gracias por los progresos que hacen en la oración! Cada uno de ustedes es querido a mi corazón y agradezco a todos aquellos que han incrementado la oración en sus familias. Gracias por haber respondido a mi llamado! ”

“La oración me salvó la vida. Sin ella estaría loco hace ya mucho tiempo. Si conseguí salvarme de la desesperación fue gracias a la oración”, M. Gandhi. “Sólo por la oración podemos alcanzar la completa y armoniosa unificación del cuerpo, mente y espíritu, que le da a la frágil constitución humana su fortaleza invencible”, A. Carrel. Toma una buena decisión. P.Natalio.

miércoles, 26 de febrero de 2014

Sé indulgente


Buenos días, amigo/a.

Para amar como Jesús nos enseñó, debemos aprender a vivir ciertas actitudes y sentimientos que bajan el amor a la realidad cotidiana: comprensión, paciencia e indulgencia. ¿Qué es la indulgencia? “Facilidad en perdonar las culpas ajenas”, dice el diccionario. Es la disponibilidad y capacidad para perdonar las debilidades de nuestros prójimos una y otra vez.

Sé indulgente. Olvida las pequeñas penas que te hayan podido causar; no conserves ningún resentimiento por las palabras inconsideradas o desfavorables que se han dicho contra ti; excusa los descuidos, las ligerezas de las cuales eres víctima; juzga siempre de buena intención a aquellos que te hayan hecho algún agravio, en fin, muestra un semblante amable en todas las ocasiones. De esta manera estarás en paz con tu prójimo y practicarás de modo excelente la caridad cristiana, que es imposible practicar sin una indulgencia en todos los instantes.

Vivir la caridad cristiana no es fácil. En verdad está por encima de nuestra capacidad humana. Por eso es indispensable suplicar con humildad al Señor el don de la paciencia e indulgencia para poder elevarnos sobre nuestros egoísmos, retraimientos, susceptibilidades… Pero cuando el amor de Dios nos invade podemos “perdonar, soportar y esperar sin límites”. P. Natalio.

martes, 25 de febrero de 2014

Alegría de compartir


Buenos días, amigo/a.

Existe un secreto gozo del corazón en poder alegrar a otros a pesar de nuestra propia situación. La aflicción compartida disminuye la tristeza, pero cuando la alegría es compartida, se duplica. Si deseas sentirte feliz y realizado, basta compartir tus bendiciones, especialmente ésas que no se pueden comprar con dinero.

Si dices: cada uno a lo suyo, (mi familia, mis estudios, mi porvenir, mi bienestar, etc.), no me ocupo de los demás, y perseveras en esa actitud, no te realizarás jamás, y quedarás gravemente menoscabado y atrofiado. La grandeza de un hombre se mide por su capacidad de comunión con sus semejantes. Si quieres sentirte hermano de todos los hombres, debes aceptar ser hijo de Dios, vivir y recibir la vida de él; y cuanto más hijo seas, más hermano serás. (Michel Quoist).

Antes de buscar el beneficio personal, pregúntate, ¿qué puedo compartir hoy? En lugar de querer poseer empezarás a donar, guiado por el deseo de ayudar a satisfacer las necesidades de los otros. Cada uno tiene algo para compartir. Dinero, talento, tiempo o una simple oración. La generosidad nos pone en sintonía con nuestra semejanza divina. Ánimo, inténtalo. P. Natalio

lunes, 24 de febrero de 2014

Conversión de un rey



Buenos días, amigo/a.

Jesús comenzó a predicar a la gente diciendo: “El tiempo se ha cumplido. El reino de Dios ha llegado. Conviértanse y crean en la buena noticia”. Estas palabras que resonaron como una clarinada para convocar al pueblo de Dios, siguen señalando el camino de la salvación: volver al Señor, abandonar nuestros caminos equivocados, purificar el corazón… eso es conversión.

Cuando Clodoveo, rey de los francos, se preparaba para una difícil batalla, su esposa Clotilde, fervorosa cristiana, le dijo: “Si quieres obtener la victoria, invoca al Dios de los cristianos”. En lo más duro del combate, acosados los francos por todas partes, Clodoveo exclamó:Oh Cristo, a quien mi esposa invoca como hijo de Dios. Creo en ti. Si hoy me salvas de mis adversarios, recibiré el bautismo y entraré a tu religión". Desde ese momento su ejército se sobrepuso y venció a los agresores. El rey al volver victorioso, saludó a su esposa con estas palabras: "Clodoveo venció a sus enemigos, y tú venciste a Clodoveo". San Remigio, obispo misionero, preparó y bautizó al rey de los francos. En la celebración le dijo estas memorables palabras: "Valiente guerrero: desde  ahora quema lo que has adorado, y adora lo que has quemado".

Clodoveo fue invitado a poner a Dios en el centro de su vida, amándolo realmente con todo el corazón y con toda el alma. Esto implicaba seguirlo, temerlo y observar sus preceptos, escuchar su voz, servirlo y serle fiel. Ésta es la buena noticia: el Señor nos invita a convertirnos porque es misericordioso. P. Natalio.

Conserva la calma


Buenos días, amigo/a.

Defiende y cultiva la paz en tu corazón, porque es el clima indispensable para crecer en plenitud en todas las dimensiones de tu vida. Vigila cuanto entra en tu corazón para que no se infiltre en él el polvo de la ansiedad, el ácido de la irritación, o el veneno del odio. Gozar de la paz profunda del alma merece estar en permanente alerta.

En los momentos críticos aprende a conservar la calma, de modo que tus decisiones sean justas y sabias. En lugar de exasperarte y dejarte dominar por la ira, cállate porque el silencio aquieta. Respira profundamente y ora. Ganas serenidad si cierras tus ojos y te ves en un lugar paradisíaco, mientras repites pensamientos positivos. Recuerda que Dios está en tu corazón y estarás tranquilo sin desesperarte. La ira es fuente de males casi siempre más graves que aquellos que la causan. Corta las raíces de la irritación:¿Cómo podrás apagar el incendio de la ira si lo alimentas con la leña del fanatismo, el rencor o la soberbia? El hombre espiritual es dueño de sí mismo ante la adversidad.

¿No has comprobado que una palabra dura dicha en un acceso de ira te trajo semanas de amargura? Un refrán tibetano afirma: “la paciencia en un momento de enojo te evitará cien días de dolor”. Cada día pídele al Señor toda la paciencia que necesites. Dile “Concédeme hoy fortaleza, paciencia y serenidad. Que nada ni nadie me perturbe”. P. Natalio

viernes, 21 de febrero de 2014

Fácil y difícil

 Buenos días, amigo/a.

 Si lo consideras bien, tu vida está llena de desafíos. Con frecuencia las circunstancias te provocan a dar pasos adelante, a no quedarte sino a subir y progresar. Con esta visión descubrirás que, incluso las peores tormentas de la vida, te invitan a cambiar y mejorar. Lee lo que sigue y decídete a afrontar aún lo que se te presenta difícil.

Fácil es soñar todas las noches. Difícil es luchar por un sueño. Fácil es tropezar con una piedra.
Difícil es levantarte. Fácil es cometer errores. Difícil es aprender de ellos. Fácil es orar todas las noches. Difícil es encontrar a Dios en las cosas pequeñas. Fácil es criticar a los demás. Difícil es mejorar uno mismo. Fácil es pensar en mejorar. Difícil es poner en acción lo pensado. Fácil es prometerle a alguien algo. Difícil es cumplir esa promesa.

Aprender de los errores, encontrar a Dios en las cosas pequeñas, luchar por un sueño, son otros tantos desafíos a superar la mediocridad y el estancamiento. Que no dramatices las dificultades, porque normalmente son fantasmas de la imaginación que racionaliza nuestras cobardías para no salir de la fácil rutina. ¡Ánimo, sé valiente y confía en el Señor! P. Natalio.

jueves, 20 de febrero de 2014

Aceptarse a sí mismo
 Buenos días, amigo/a.

Acéptate a ti mismo incluso frente a los demás. No tengas miedo, no te dejes paralizar por tus debilidades o carencias. Concéntrate, más bien en tus fortalezas.  Acepta ser tú mismo ante los otros tal como eres, con tus luces y sombras. Cada cual sabe dónde le aprieta el zapato. Lee una graciosa anécdota: dos personas que se enfrentaron, cada una con su fragilidad.

Lord George Byron (1788-1824), famoso poeta inglés, era rengo. Su excesiva vanidad sufría horriblemente con ese defecto. La más pequeña alusión a su renguera lo ponía colérico y mordaz. Cierto día la duquesa de Devonshire, que era bizca, le preguntó: — ¿Cómo anda? Creyendo el poeta que esta pregunta encerraba una burla a su defecto físico, respondióle ásperamente: — ¡Como usted ve!

Recuerda que los demás te necesitan tal como el Señor ha querido que fueras. No conviene que te pongas una máscara o representes una comedia. Puedes decirte a ti mismo: “voy a llevarles algo especial, pues nunca se encontraron ni se encontrarán con alguien como yo; soy una persona única salida de las manos de Dios”. Dios te valora, hazlo tú también. P. Natalio.

miércoles, 19 de febrero de 2014

Saber agradecer


Buenos días, amigo/a.

Ser agradecidos es propio de corazones nobles. No es lo común. Cuando Jesús curó a diez leprosos, sólo uno regresó a dar las gracias. El reconocimiento de los favores recibidos hace quedar bien consigo mismo por haber hecho lo que es justo y correcto. Desde luego, el que beneficia a alguien debe hacerlo por pura bondad. Pero le es grato verse agradecido.

Hay que saber decir “gracias”. Nuestros días están colmados de regalos que Dios nos envía. Si supiéramos verlos y llevar la cuenta de todos, llegaríamos a la noche, deslumbrados y radiantes ante tantos dones recibidos. Como niños en día de Reyes. Y miraríamos agradecidos a Dios. Y fiados en que él nos lo da todo, seríamos felices al saber que todos los días nos dará regalos nuevos y distintos. Todo es don de Dios. Aún las cosas más pequeñas. Y don suyo es toda esta colección de regalos que es la vida. Vida que será rosa o sombría, según utilicemos esos dones. Michel Quoist.

San Pablo exhortaba a los cristianos de Colosas a “vivir dando gracias a Dios”. Ejercítate y verás que te ayuda a vivir la relación con Dios de una forma concreta y existencial, descubriendo con gozo los dones que te regala a cada paso. Es una oración que ensancha el corazón y descansa la mente. Acostúmbrate a practicarla. P. Natalio.

martes, 18 de febrero de 2014

Abad Agatón, buen samaritano


Buenos días, amigo/a.

Este día que comienzas te presentará, sin duda, ocasiones de hacer alguna buena acción. Algunas, sin buscarlas, están ahí a la mano, como esperándote. Pero otras tienes que programarlas y ponerlas en tu agenda. Unas y otras te entrenan y mantienen ágil en la actitud de servicio y entrega al prójimo. Una vez un monje vivió la parábola del buen samaritano.

Cuentan que el abad Agatón, que vivía en el desierto, una vez fue a la ciudad para vender artesanías de los monjes, y encontró en la plaza a un forastero que yacía en tierra enfermo, sin que nadie se preocupara de él. El anciano se quedó con él, tomando una habitación en alquiler con el precio de los trabajos manuales. El dinero que le quedó lo gastó en las curaciones del enfermo. Se quedó con él cuatro meses, hasta que el enfermo estuvo restablecido. Entonces el anciano regresó a su celda en paz.

Ayudar y servir son dos expresiones concretas de un amor que se brinda generosamente a los demás. De este olvido de ti mismo, surgirá como por magia, tu propia felicidad y alegría, tu auténtica realización. Mira, pues, a tu alrededor: cuántos hoy necesitan de tu palabra, de tu sonrisa, de tu abrazo o simplemente de tu compañía. ¡Procede ahora mismo, ya! P. Natalio.

lunes, 17 de febrero de 2014

Te espera un amigo fiel


Buenos días, amigo/a.

En Medjugorje el 15 de marzo de 1984 como todos los jueves por la noche, los fieles estaban adorando al Santísimo Sacramento, pero esa noche en particular fue notable que muchos hombres permanecieran en la Iglesia para la adoración, a pesar de que habían trabajado intensamente en los campos. La Virgen María transmitió este mensaje por los jóvenes videntes:

 “También esta noche, queridos hijos, les estoy especialmente agradecida por haber venido aquí. Adoren sin cesar al Santísimo Sacramento del altar. Yo estoy siempre presente cuando los fieles están en adoración. En esos momentos se obtienen gracias particulares. Gracias por haber respondido a mi llamado! ”

El santo Cura de Ars decía: “¡Cuán consoladores y suaves son los momentos pasados con este Dios de bondad! ¿Estás dominado por la tristeza? Ven un momento a sentarte a sus pies, y quedarás consolado. ¿Eres despreciado del mundo? Ven aquí, y encontrarás un amigo que jamás quebrantará la fidelidad”. Jesús te invita y espera en el Santísimo Sacramento. P. Natalio.

domingo, 16 de febrero de 2014

Errores de juicio
 
Buenos días, amigo/a

Con frecuencia al comunicarnos entre nosotros, interpretamos los mensajes en forma muy distinta de lo que pretendía el vocero. Sucede esto porque hay palabras que, teniendo varios significados, se aclaran por el énfasis y otras circunstancias que las acompañan. De allí la necesidad de prestar una inteligente atención a toda transmisión verbal.

Un hombre viajaba muy tranquilo en su coche en una zona montañosa. Sucedió que al entrar en una curva peligrosa, otro coche salía de ésta dando volantazos y viniendo hacia él de manera muy peligrosa. Al pasar a su lado casi rozando, gritó su conductor: ¡Cerdo!
El primer hombre indignado le respondió con otro insulto y continuó como pudo entrando en la curva y una vez que estaba en ella se encontró de repente con un enorme cerdo, que no pudo esquivar y al que golpeó saliéndose de la carretera y quedando tirado en la cuneta.

Evidentemente el conductor de los volantazos no quiso insultar al señor que se le cruzó, sino que lo previno de un grave peligro. Estos errores en nuestros juicios son más frecuentes de lo que pensamos. Es un llamado de atención para no juzgar con aturdimiento, porque podrían generarse penosas y complicadas situaciones. P. Natalio.

sábado, 15 de febrero de 2014

Sonríe, Dios te ama


Buenos días, amigo/a.

“Tanto amó Dios al mundo que le entregó a su Hijo único”. Este versículo de la Biblia expresa la verdad-clave de nuestra fe cristiana. Si a veces suceden cosas que te cuestionan seriamente y te preguntas angustiado, “¿cómo Dios permite esto?”, ten la seguridad que Dios va a sacar de todo mal, sufrimiento, desgracia, un bien mucho más grande. Como sucedió con la muerte de Jesús…

Si Dios tuviera un refrigerador, tu fotografía estaría pegada a su puerta. Si él tuviera una billetera, llevaría en ella tu foto. Él te envía flores cada primavera. Él te regala un amanecer soleado cada mañana. Las veces que deseas hablar, él te escucha. Él puede vivir en cualquier parte del universo, pero eligió... tu corazón. Reconócelo como tu amigo. ¡Él está loco por ti! Dios no prometió días sin dolor, risas sin penas, sol sin lluvias, pero prometió fortaleza para el día,
consuelo para las lágrimas, y luz para el camino. Tanto te ama que murió por ti. Ahora mismo,  abre tu corazón y déjate amar por Dios. (Anónimo).

Tener fe es haber descubierto el inmenso amor que Dios tiene por ti; y, ante tan enorme y fascinante hallazgo, organizar toda tu vida como una respuesta fiel y coherente. El Espíritu de Dios, Espíritu de amor, te ayude a interiorizar este pensamiento en la meditación, porque está en el centro de la auténtica relación con el Señor. Que él te asista y te bendiga. P. Natalio.

viernes, 14 de febrero de 2014

El cuervo y la víbora
 
Buenos días, amigo/a

Hay en ti dos facultades que te ayudan a tomar buenas decisiones. Son la inteligencia y la voluntad. La inteligencia evalúa las razones a favor o en contra, y ve claro lo más conveniente. Entonces tu voluntad se lanza a la acción. A este proceso se lo llama discernimiento. Es un grave error decidirse arrastrado por una emoción violenta porque oscurece la razón.

Andaba un cuervo muy hambriento y preocupado porque no encontraba comida. Cuando de pronto vio junto a un pajonal, calentándose al sol, a una suculenta víbora. Sin pensarlo dos veces cayó sobre la dormilona, la aferró con sus garras y emprendió el vuelo. Pero la víbora despertando de su sueño, se volvió rápidamente contra el voraz pajarraco y lo mordió. El cuervo sintió un terrible ardor en su sangre y ya a punto de morir dijo: ¡Desdichado de mí, que encontré un tesoro, pero  a costa de mi vida! (Esopo).
 Cuántas veces, ansioso por liberarte de un problema desagradable y ofuscado por zafarte cuanto antes, tomas una mala decisión, que al poco tiempo lamentas. Recupera primero la calma y estudia luego con objetividad el asunto. Puedes también escuchar el parecer de alguna persona competente que te aclare aspectos desapercibidos del tema. P. Natalio.

jueves, 13 de febrero de 2014

Necesidad básica


Buenos días, amigo/a.

Jesús es el modelo perfecto del hombre nuevo. Dios nuestro Padre nos invita a transformarnos en él, haciendo nuestros, sus sentimientos y actitudes. Para lograrlo nada mejor que meditar e interiorizar sus palabras y ejemplos cada día, con el Evangelio en la mano. Ojalá que como san Pablo puedas decir “Ya no soy yo quien vive, sino que es Cristo quien vive en mí”.

Oh Jesús, todavía estás cada día entre nosotros y estarás con nosotros por siempre. Tú ves, nuestra necesidad. Necesitamos de ti, y de nadie más. Sólo tù puedes advertir cuán grande, cuán inmensamente grande es la necesidad que tenemos de ti en esta hora del mundo. El hambriento se imagina que busca pan, y en realidad tiene hambre de ti. El sediento cree desear tan sólo tomar agua y en realidad tiene necesidad y sed de ti. El enfermo se ilusiona con el ansia de la salud y su mal está en la ausencia de ti. Tenemos necesidad de ser salvados sin demora por ti. G. Papini.

- “Pan de vida”, “luz del mundo”, “la puerta de las ovejas”, “el buen pastor”, “la resurrección y la vida”, “la vid verdadera”, “rey”, “camino, verdad y vida”, son algunos rasgos del perfil de Jesús que nos descubren su rica personalidad y su misión en la tierra. La lectura meditada y rezada del Evangelio te haga crecer en el conocimiento e intimidad de Cristo Jesús. P. Natalio.

miércoles, 12 de febrero de 2014

Generosidad es amor 


Buenos días, amigo/a.

El mal ha entrado en el mundo por la puerta del egoísmo humano, que es negación del amor y búsqueda desenfrenada del propio bienestar. Cada día puedes empezar a ser generoso en gestos pequeños. Con la práctica se te irá abriendo el corazón, descubrirás la alegría de dar y comprobarás, maravillado, que recibes mucho más de lo que das.

Una niñita llamada Luz sufría una extraña enfermedad. Su única oportunidad era una transfusión de sangre de su hermanito de 5 años, que había sobrevivido por milagro a la misma dolencia y tenía los anticuerpos para combatirla. El doctor preguntó al niño si estaba dispuesto a dar su sangre a la hermanita. Dudó un momento, pero luego dijo: Si, lo haré, si eso salva a Luz. Durante la transfusión estaba acostado al lado de la hermana. Había sonrisas al ver cómo retornaba el color a las mejillas de la niña. Entonces la cara del niño se puso pálida. Miró al doctor y le preguntó con voz temblorosa: ¿A qué hora empezaré a morirme?  Pensaba que le daría toda su sangre a su hermanita. Y aún así se la daba.

Hay personas pobres que distribuyen sonrisas. Existen personas que sufren pero nos comunican alegría. Por allí van personas incomprendidas que saben comprendernos. Yo conozco personas que fueron ofendidas y supieron perdonar. Yo conozco todas esas personas… y su secreto es amar”. Que pases por el mundo desparramando amor. P. Natalio.

martes, 11 de febrero de 2014

En tiempo de vacaciones

 Buenos días, amigo/a.

A veces al regresar de vacaciones y hacer un balance de esos días, no quedas satisfecho, ¿verdad? Es sabiduría que hagas una serena evaluación y anotes algunas ideas para mejorar el próximo año. Siempre puedes mejorar la calidad de todo lo que haces. Evaluar es positivo  para tu formación permanente. Te presento aquí algunas ideas que tal vez te ayuden.

Haz de tus vacaciones un tiempo de gracia, de encuentro y de amor. Dedica las vacaciones a hacer esas pequeñas cosas que durante el año te resultan más complicadas. En especial dedica más atención a la familia y los amigos. Da un tiempo de descanso a la querida televisión, a la consola de jueguitos, a la compu. Ábrete a gente nueva, escuchando a personas de otros lugares, de otras culturas, experimentando la alegría de dar y darte. Reserva un tiempo de vacaciones a ti mismo, alejándote del ajetreo de la gente y pensando en tu vida, proyectos, dificultades. Combina los tiempos de descanso con otros momentos de oración, de lectura, de ayuda a los más necesitados. Sobre todo al hacer la maleta, acuérdate de meter a Dios y, cuando llegues al lugar elegido (o en tu propia casa), no te olvides de sacarlo.

Vuelvo a subrayar que la reflexión sobre lo que haces y cómo lo haces, es un eficaz hábito de superación personal que te enriquecerá con la verdadera experiencia de la vida. ¿Nos encontramos de nuevo mañana? Gracias por abrir nuestro sitio.  P. Natalio.

lunes, 10 de febrero de 2014

El monje y el turista


Buenos días, amigo/a.

El sentido de nuestra vida no cabe en el corto espacio que media entre la cuna y la tumba. Hay que buscarlo más allá. El Eclesiastés, con su tono sombrío, señala que las cosas de este mundo son "poca cosa", pura vanidad. No bastan para hacernos felices. No basta toda la prosperidad del mundo para colmar las ansias eternas del corazón del hombre.  

Un turista se encontró con un monje en meditación y quedó impresionado por la felicidad y la paz que le inspiraba. El turista se le acercó y le preguntó: ¿Cómo es que Ud. que ha renunciado a todo en el mundo, está en paz y vive feliz como si lo tuviera todo? ¿En qué se basa su capacidad de renuncia? El monje se sonrió y dijo: También yo me asombro de la capacidad de renuncia de los hombres del mundo. Pues yo sólo renuncio a cosas perecederas a cambio de tesoros de valor infinito, mientras que ellos renuncian a lo infinito por banalidades y cosas perecederas.

Triste suerte la de quien sólo trabaja para vivir, pero no sabe para qué vive. Triste suerte la de aquel que ha hecho del "tener y retener" el objetivo de su vida. Dichoso, en cambio, el que, mientras gana su pan o acrecienta su fortuna, sabe hacer del trabajo una ocasión de servicio al prójimo y de cooperación con el proyecto de Dios. La Palabra del Señor te ilumine. P. Natalio

domingo, 9 de febrero de 2014

El amor que plenifica


Buenos días, amigo/a.

La regla de oro de las grandes religiones es el amor al prójimo. En el libro de Tobías el anciano ciego, sintiéndose cercano a la muerte, dio preciosos consejos a su hijo. Entre ellos se destaca: “No hagas a nadie lo que no te agrada a ti”. Norma fundamental y obvia, pero tantas veces transgredida por egoísmo o inconsciencia. “Al final de la vida se nos juzgará por el amor”.

Amar, no es sentirse emocionado por otro, sentir afecto sensible por otro, abandonarse en brazos de otro, admirar a otro, querer poseer a otro; amar, es en esencia entregarse a otro y a los otros. El amor es un camino de una sola mano: parte siempre de ti y se dirige a los demás. Cada vez que tomas un objeto o a un persona para ti, dejas de amar, pues dejas de entregarte. Vas a contramano. Revisa a menudo la autenticidad y pureza de tus amores. No te limites a preguntarte: ¿amo? Analiza: ¿renuncio a mí mismo, me olvido de mí mismo, me entrego? (Michel Quoist). 

El egoísmo atrofia al hombre, que sólo en la donación generosa a los demás.encuentra su madurez y plenitud. Si te preocupas demasiado por ti mismo y tu propio entorno, si vives para acumular dinero y comodidades, no te quedará tiempo para los demás. Si no vives para los demás, la vida carecerá de sentido para ti, porque la vida sin amor no vale nada. P. Natalio.

sábado, 8 de febrero de 2014

Rompe el círculo del odio


Buenos días, amigo/a.

La ira es fuente de males casi siempre más graves que aquellos que la causan.  En los momentos críticos aprende a conservar la calma, de modo que tus decisiones sean justas y sabias. En lugar de exasperarte y dejarte dominar por la ira, cállate, porque el silencio aquieta. Respira profundamente y repite pensamientos positivos.      

Un destacado señor se enfadó y gritó al director de la empresa. Cuando éste llegó a su casa, gritó a su esposa, retándola porque el almuerzo era muy abundante. Su esposa gritó a la empleada porque rompió un plato. Ésta dio una patada al perro porque la hizo tropezar. El perro salió corriendo y mordió a una señora que le cerraba el paso. Ésta fue al hospital para ponerse la vacuna. Allí gritó al joven médico, porque le dolió la incisión que le hizo. El médico llegó a su casa y gritó a su madre, porque la comida no era de su gusto. Su madre, tolerante, acarició con dulzura sus cabellos, diciéndole: "Hijo querido, mañana haré tu comida favorita. Tú trabajas mucho, estás cansado y precisas un buen sueño. Voy a ponerte unas sábanas limpias y perfumadas. Mañana te sentirás mejor". En ese momento, se rompió el círculo del odio, porque chocó con la tolerancia, la dulzura, el perdón y el amor.

Es imposible que en el curso de todo un día no nos sobrevenga algún que otro contratiempo: pequeños accidentes o dificultades que nos apenan y mortifican. ¿No es esto un obstáculo permanente para la felicidad? No, si aprendes a conservar la paz y la  alegría cuando sobrevienen estas contrariedades. Aquí entra en juego la virtud de la paciencia. P. Natalio

viernes, 7 de febrero de 2014

Irradia la luz que hay en ti


Buenos días, amigo/a.

El Señor te ha regalado la luz de la fe para que la irradies a tu alrededor, con el ejemplo y con la palabra. Jesús te anima a hacer brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ti (Mateo 5, 13-15). Dios ha dispuesto que las almas vayan iluminando otras almas, como si fueran antorchas. Un mensaje de la Reina de la Paz:

“¡Queridos hijos! En sus vidas, todos ustedes han experimentado momentos de luz y de tinieblas. Dios concede a cada hombre reconocer el bien y el mal. Yo los invito a llevar la luz a todos los hombres que viven en tinieblas. Cada día llegan a sus casas personas que están en tinieblas. Queridos hijos, dénles ustedes la luz. Gracias por haber respondido a mi llamado! ”

Cuando damos un buen ejemplo algo comienza a pasar. Es como tirar una piedra en un lago tranquilo. Pequeñas ondas van generando círculos concéntricos hasta morir en las playas. Conviene que lo pienses para animarte a dar siempre buen ejemplo. Tendrás el mérito de haber alentado a otros por el camino correcto. P. Natalio.

jueves, 6 de febrero de 2014

La convivencia
 Buenos días, amigo/a.
 Por un sabio plan divino las personas somos distintas, tenemos diversas capacidades, diferentes inclinaciones y gustos. Es una realidad y tienes que aceptarla buenamente, sin dejarte alcanzar ni por la envidia del bien ajeno, ni por el orgullo de lo que te ha tocado. Es señal de madurez la aceptación serena de ti mismo con tus capacidades y carencias.

Bernini, famoso escultor, y Borromini, no menos famoso arquitecto, eran dos personajes en Roma que no se llevaban bien. Una vez, se le encargó a Bernini que hiciera una fuente en cierta plaza de la ciudad, junto a la cual estaba la residencia de ambos. Entre otras esculturas en esta fuente colocó la estatua de un hombre que se tapaba el rostro… para no ver una casa proyectada  por Borromini.
 Fue sin duda una broma cruel del escultor. El amor que pide Jesús debe llevarnos a evitar en la convivencia as faltas de aceptación y las incomprensiones. El Señor nos quiere ver bondadosos y pacíficos. No es fácil, pero lo podrás, si lo pides cada día: “Señor, ayúdame a ser hoy comprensivo y paciente con todos”. Que pases un día feliz de buena convivencia. P. Natalio.

miércoles, 5 de febrero de 2014

Nunca olvides


Buenos días, amigo/a.

Aquello que nos decimos a nosotros mismos afecta radicalmente la calidad de nuestras vidas y nuestra habilidad para hacer cosas efectivamente. Somos lo que pensamos. Si nuestro discurso interior es negativo, pues, somos eso: seres pesimistas, trabados en todo. Por el contrario, si nuestro discurso interior es positivo somos seres dinámicos, entusiastas, decididos.

Olvida los días nublados, pero no olvides tus horas de sol ni tus noches estrelladas. Olvida los momentos en que fuiste derrotado, pero no olvides las batallas que has ganado. Olvida los errores que no puedes cambiar, pero no olvides las lecciones que has aprendido ni las verdades atesoradas en tu experiencia. Olvida los días en que has estado solo y triste, pero no olvides las sonrisas que has encontrado y tantas que encontrarás. Olvida los planes que fallaron, pero nunca olvides que debes tener siempre un sueño.

La gente de pensamiento positivo, con metas para triunfar y salir adelante, va por la vida con frases llenas de aliento como éstas: “Todo va a salir bien. Nada es imposible. Tengo fe que todo saldrá a mi favor. La buena suerte siempre me acompaña. Hay que tener confianza. Hay que esforzarse”. Concéntrate, pues, en la cara esperanzadora de la existencia. P.  Natalio.

martes, 4 de febrero de 2014

Jóvenes misioneras

 Buenos días, amigo/a.

El 7 de julio la iglesia celebra la memoria de beata María Romero Meneses, Hermana salesiana, nacida en Nicaragua (1902-1977); pero, pasó la mayor parte de su vida en Costa Rica. Tuvo la capacidad de transmitir su espíritu de misionera a un numeroso grupo de jóvenes que envió a dar catecismo por los barrios más pobres de San José, capital de Costa Rica.

Las chicas Emilia y Blanca, catequistas preparadas por Sor María Romero, misionaban en un pueblo muy humilde preparando niños a la comunión. Como no tenían donde dormir, una amiga consiguió que su padre les cediera un galpón lleno de cosas. Cansadas, se acostaban sobre un banco. Entre sueños oían a veces un chip, chip, más bien raro, sibilante, pero pensaban que habría allí un clueca con sus pollitos. La misión salió a las mil maravillas. Volvieron a la ciudad y contaron lo que habían escuchado. “Pero  chicas, aquel chip, chip, no es de pollitos, sino de serpientes”. Unos días después Blanca recibió una carta de su amiga quien le decía que su padre, al barrer el galpón, encontró entre el pasto seco dos serpientes. Sor María Romero comentó: “La Virgen es muy buena, ella las libró si no de una muerte cierta, al menos de un susto tremendo, démosle gracias”.

Esa fue una de tantas aventuras que afrontaron aquellas jovencitas para llevar el mensaje del Evangelio a los desprovistos de todo. Pero las sostenía esa fe y ardor apostólico que irradiaba Sor María Romero, coordinadora de más de treinta centros catequísticos en los que enseñaban a conocer, amar y servir a Dios. ¿Por qué no irradiar la fe que hay en tu corazón?  P. Natalio.

lunes, 3 de febrero de 2014

Entre truenos y relámpagos

Buenos días, amigo/a

Un niño es el regalo de Dios para tus días tristes. Es el movimiento y
el torbellino de la vida que se agita, que salta, que corre, que
sueña, que sonríe y se duerme. Un niño es siempre una esperanza, un
por qué vivimos y trabajamos sin dar lugar a la fatiga. Un niño es un
misterio impenetrable; ¿qué será de él en el futuro?

Una nena, como todos los días fue caminando a la escuela, a pesar del
mal tiempo y de las nubes oscuras. A los pocos minutos el viento
arreció y empezaron los rayos y los truenos. La madre pensó que su
hijita podría tener miedo en el camino, pues ella misma estaba
asustada por la tormenta. Preocupada, la madre entró a su auto, y se
dirigió a la escuela. En el camino encontró a su hija caminando, y
notó que a cada relámpago la niña se detenía, miraba hacia arriba y
sonreía. Cuando la niña subió al auto, la madre le preguntó muy
curiosa: —¿Qué estabas haciendo? La niña le respondió: —Estaba
sonriendo, porque Dios no paraba de sacarme fotos.

Un niño es el interrogante permanente sobre el mundo que hemos
construido, sobre los valores que nos movilizan, sobre el destino de
nuestra humanidad... ¿Saldría el sol cada mañana si ellos no
iluminaran nuestras noches? ¿Podríamos vivir sin su bullicio, sin sus
sonrisas, sin la abismante profundidad de sus preguntas? (Anónimo).
Agradezcamos este don del Cielo. P. Natalio.

domingo, 2 de febrero de 2014

El asno y su sombra

Buenos días, amigo/a

Existe una inmensa alegría en poder alegrar a otros a pesar de nuestra
propia situación. La aflicción compartida disminuye la tristeza, pero
cuando la alegría es compartida, se duplica. Si deseas sentirte feliz
y realizado, basta compartir tus bendiciones, especialmente ésas que
no se pueden comprar con dinero.

Un viajero alquiló un asno para dirigirse a un pueblo apartado. Como
hacía mucho calor, el viajero se detuvo para descansar, y buscó
refugio del ardiente sol a la sombra del asno. En verdad sólo una
persona podía protegerse. Esto originó una violenta disputa entre el
viajero y el  dueño del asno. Éste afirmaba con vehemencia que había
alquilado sólo al asno, y no a éste con su sombra. El viajero en
cambio sostenía que él, con el alquiler del asno, había alquilado
también su sombra. Y mientras la pelea pasaba de las palabras a los
golpes, el asno sin ser visto se escapó a toda carrera. (Esopo)

Más bien que buscar el beneficio personal, pregúntate, ¿qué puedo
compartir hoy? En vez de querer poseer empezarás a donar, movido por
el deseo de ayudar a los otros. Cada uno tiene algo para compartir.
Dinero, talento, tiempo o una simple oración. La generosidad nos pone
en sintonía con nuestra semejanza divina. Ánimo, inténtalo. P.
Natalio.

sábado, 1 de febrero de 2014

El sol y el viento

Buenos días, amigo/a

“Urbanidad y buenos modales abren puertas principales”, dice un refrán
español. La convivencia humana se hace más fácil y agradable si,
además de la sinceridad y sencillez del trato, procuramos no molestar
con modales o expresiones que hieren la sensibilidad de los demás. Un
talante afable, sereno, respetuoso es bien recibido por todos.

El Sol y el Viento discutían sobre cuál de los dos era más fuerte.
Mientras discutían, vieron que por el camino avanzaba un  hombre.
Propusieron probar sus fuerzas contra él. —Vas a ver - dijo el Viento-
cómo le desgarro sus vestiduras. Y comenzó a soplar cuanto podía. Pero
cuantos más esfuerzos hacía, el hombre más oprimía su capa, sin dejar
de caminar. El Viento encolerizado, descargó lluvia y nieve, pero el
hombre más cerraba su capa. Comprendió el Viento que no era posible
arrancarle la capa. Sonrió el Sol mostrándose entre dos nubes,
recalentó la tierra y el pobre hombre, regocijado con el dulce calor,
se quitó la capa y se la puso sobre el hombro. —Ya ves –le dijo el Sol
al Viento– cómo con la bondad se consigue más que con la violencia.

Los santos han visto en la cortesía como el perfume y la crema de la
caridad. La presentan como un efecto del verdadero amor por los demás.
Resulta a veces que ciertas expresiones ordinarias, ciertos modos
descomedidos ofenden tanto como injurias. Que el respeto al prójimo
sea tu norma. P. Natalio.