lunes, 30 de septiembre de 2013

Hoy san Jerónimo, patrono de Córdoba

Buenos días, amigo/a.

La Biblia te ofrece la palabra sagrada, escrita por autores inspirados
por Dios. Sabía él muy bien en medio de qué tinieblas viviríamos sus
hijos en los siglos venideros, y por amor a nosotros asistió con sus
dones a los escritores del libro santo, para que consignaran todo y
solo lo que él les inspiraba. Son cartas de amor de Dios para ti.
Debes leerlas pues con fe y amor.

En una de sus cartas, San Jerónimo, el máximo doctor de la Sagrada
Escritura, cuenta que era muy aficionado a leer autores profanos; le
encantaban los libros de Cicerón, Virgilio y Plauto. Pero un buen día
recibió una gracia singular: mientras dormía se vio transportado al
tribunal de Dios, que le preguntó con gran severidad quién era. "Soy
cristiano", respondió Jerónimo. Mientes —le replicó el soberano Juez—.
Tú eres ciceroniano, porque donde está tu tesoro, allí está tu
corazón. Y dio orden que lo azotaran. "Comprendí muy bien, al
despertar —continúa el santo—, que aquello había sido más que un
sueño, pues aún llevaba marcados en mis espaldas los golpes del látigo
que había recibido. Desde entonces comencé a leer la Biblia con más
entusiasmo que el que había puesto en la lectura de los autores
profanos”.

Al leer la Palabra de Dios, no lo hagas como si leyeras un libro más.
Empieza con la invocación del Espíritu Santo para que su don de
sabiduría disponga tu mente a recibir el mensaje que Dios ha preparado
especialmente para ti ese día. La presencia de Dios en su Palabra es
una realidad que hay que captar en la fe. Que el Espíritu te guíe e
ilumine. P. Natalio.

domingo, 29 de septiembre de 2013

29 de septiembre 2013
¿Somos ciegos?


Buenos días, amigo/a.

Jesús liberó a muchos ciegos de su dura condición de no videntes. Sin
duda ofrecía de ese modo un llamativo símbolo de otras deficiencias
espirituales que desea ardientemente sanar. Son sutiles cegueras que
van deteriorando la luz de nuestra percepción profunda de la realidad.

Somos “ciegos” cuando vemos muy bien los errores y defectos de los
demás, pero nos negamos a reconocer los nuestros. O cuando nos
encerramos tercamente en nuestra manera de pensar y ni siquiera
queremos escuchar las ideas y razones de los otros. Somos “ciegos”
cuando no valoramos los bienes sencillos pero insustituibles de la
vida: la familia, los hijos, el trabajo, la amistad. Somos “ciegos”
cuando nos dejamos arrastrar por el afán de tener más, y no paramos
nunca, cuando lo único que aparece en el horizonte de nuestra vida son
los bienes materiales. Somos “ciegos” cuando nos encerramos en
resentimientos en lugar de liberarnos a través del perdón.

Cada uno ha de examinar de qué tinieblas y sombras debe salir y
levantarse. Jesús quiere liberarte con la luz que viene de lo alto y
guiar tus pasos por senderos de verdadera paz. Dios nos ofrece el
libro de su Palabra, y Jesús, Palabra viva del Padre, nos ilumina con
sus mensajes y ejemplos. Destina un tiempo cada día para acercarte a
esta luz celestial. P. Natalio.

sábado, 28 de septiembre de 2013

“Si tuviera 20 años”

Buenos días, amigo/a.

Napoleón, desterrado en el islote de Santa Elena, hacia el final de su
vida dijo un día a uno de los oficiales que lo acompañaban: “¡Ah, si
yo volviera a tener 20 años, no dejaría ni un solo día de mi vida sin
leer una página de la Biblia!!” Lástima que para él fue demasiado
tarde.

Dicen las estadísticas que una persona común lee a lo largo de su vida
unas 200.000 páginas de diarios con todo lo que sabemos que hay allí
de chismes, escándalos, violencia, vanidad, frivolidad, politiquería,
etc. (también hay algunas noticias rescatables y edificantes); y en
cambio, la mayor parte de las personas del mundo mueren sin haber
leído la Biblia, que no pasa de 1.500 páginas. Tuvieron ojos para leer
200.000 páginas de materialismo, sensacionalismo y banalidades, y no
les alcanzó la vista para comer con sus ojos las 1.500 páginas de Maná
venido del cielo, del Pan de vida eterna, para tomar fuerza cada día y
ser mejores personas: más generosas, más pacientes, más responsables y
llenas de fe en Dios.

Tienes tiempo todavía…con la ayuda del Señor toma la mejor decisión:
leer cada día una página de la Biblia. Puedes comenzar con leer el
Evangelio que la Iglesia propone para ese día. Lo puedes encontrar
aquí mismo en nuestro sitio web en “Liturgia cotidiana”, donde hay
también un breve comentario para orientar tu lectura y reflexión. P.
Natalio Bértolo.

viernes, 27 de septiembre de 2013

Súplica de fortaleza

Buenos días, amigo/a.

Hay mañanas en que te levantarás con una sensación de debilidad para
afrontar los desafíos y trabajos del día que comienza. Aquí te ofrezco
una oración para pedir que el poder infinito de Dios penetre todo tu
ser y te dinamice para afrontar con redoblado vigor todas tus
obligaciones. Es del P. Víctor Fernández en su excelente libro “Un
estímulo para cada día”.

Infinito Dios, puro poder y fuerza sin límites. Tú eres mi creador. Yo
no soy la obra de un ser débil o cansado. Soy obra tuya, Dios
todopoderoso. Por eso confío en ti, Señor, y te ruego que derrames
todavía más tu poder en mi vida. Dios infinitamente potente y fuerte,
que todo lo sostienes, mira mi debilidad y penetra todo mi ser con ese
poder que no tiene límites. Fortalece cada fibra de mi cuerpo y de mi
interior. Así, yo sé que nada podrá derribarme, porque ningún poder
humano, ninguna enfermedad y ninguna dificultad pueden ser más fuertes
que tú. Lléname de tu vida feliz, Señor amado. Amén.

Cuando el tiempo me apremia, acostumbro decir esta plegaria inspirada
en Isaías 12, 2-3: “Confío y no temo, porque tú, Señor, eres mi fuerza
y mi poder, mi energía y mi vigor, tú eres mi salvador. Bebo ahora
mismo, con alegría, de ti, fuente de salvación”. Subraya el símbolo
tomándote un vaso de agua. Que experimentes hoy la fuerza del Señor.
P. Natalio.

jueves, 26 de septiembre de 2013

Ayudar a quien necesita

Buenos días, amigo/a

Este día que comienzas te presentará, sin duda, ocasiones de hacer
alguna buena acción. Algunas, sin buscarlas, están ahí a la mano, como
esperándote. Pero otras tienes que pensarlas y ponerlas en tu agenda.
Unas y otras te entrenan y mantienen ágil en la actitud de servicio y
entrega al prójimo. Una anécdota con humor: pero, sólo había
apariencia de ayuda.

—Mamá –dice un niño a su madre, —¿me das veinticinco centavos?
—Toma. Al día siguiente vuelve a pedirle el mismo dinero. Cuando pasan
varios días con la misma petición, la madre, extrañada, le pregunta:
—¿Para qué quieres el dinero?
—Para dárselo a una anciana de la calle.
—Así me gusta, hijo, que seas caritativo. ¿Dónde pide esa mujer?
—No pide, vende helados...

Todo cristiano, en todo momento y en cualquier circunstancia de la
vida está en condiciones de amar e imitar a Cristo, el incondicional
servidor del Padre y de los hombres. El modelo humano que nos
transmite Jesús, y que él realizó plenamente, es el de servidor. “El
Hijo del hombre no ha venido para ser servido, sino para servir,”
ayudar y entregarse por todos... P. Natalio.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

La Biblia recomienda meditar

Buenos días, amigo/a

Repetidas veces en la Biblia se recomienda la meditación. Es propio
del hombre justo y recto meditar amorosamente la ley de Dios y su
palabra, las obras maravillosas del Señor, su bondad y misericordia.
No dedicarse con afán a esta tarea es señal de olvido, negligencia y
necedad. En la meditación se mantiene y crece la fidelidad, la
ardorosa búsqueda de Dios. He aquí algunos textos de ejemplo:

Salmo 1: ¡Feliz el hombre cuyo gozo es la ley del Señor, y la medita
de día y de noche! Salmo 118, 97-103: ¡Cuánto amo tu voluntad!: todo
el día la estoy meditando; soy más docto que todos mis maestros,
porque medito tus preceptos. Eclesiástico 3, 29: El corazón
inteligente medita los proverbios, y el sabio desea tener un oído
atento. Proverbios 2, 11-12: La reflexión cuidará de ti y la
inteligencia te protegerá, para librarte del mal camino, del hombre
que habla con perversidad. Sabiduría 6, 15: Meditar en la sabiduría es
la perfección de la prudencia, y el que se desvela por su causa pronto
quedará libre de inquietudes. Lucas 2, 19: María conservaba
(recordaba) estas cosas y las meditaba en su corazón
.

El hábito de meditar es valiosísimo porque orienta tu vida. Sosiega el
espíritu y lo pacifica. Es fuente de felicidad y fecundidad. Aumenta
la capacidad de vivir. Reanima. Te da certezas sobre lo que piensas y
deseas verdaderamente. Te da solidez en medio de las vicisitudes de la
vida. Despierta y fecunda tus energías latentes. Vale la pena el
esfuerzo, ¿verdad? P. Natalio.

martes, 24 de septiembre de 2013

Sentirnos hermanos

Buenos días, amigo/a.

La comunicación te abre a las riquezas de las personas, mientras dejas
que también ellos se enriquezcan con tus propios dones. Sin la
comunicación, que es abrirse a los demás y aceptarnos mutuamente tal
como Dios nos hizo, no puede haber verdadero amor. Encerrarse en uno
mismo es muerte, en cambio abrirse fraternalmente es vida, libertad y
madurez.

El Papa Juan 23º —José Roncalli era su nombre de nacimiento— poseía al
parecer un instinto rápido y certero para hacer que los demás se
sintieran cómodos en su presencia. Recibió una vez una delegación de
judíos y usando entonces su nombre de pila, recurrió a una cita del
Antiguo Testamento para saludarlos. Abrió los brazos y les dijo: —Yo
soy José, el hermano de ustedes.

Aquí tienes una acertada oración: “Señor Jesús, maestro de
fraternidad, dame la convicción y el coraje de abrirme. Rompe en mí
los retraimientos y temores que obstaculizan la corriente de la
comunicación. Dame generosidad para lanzarme sin miedo a ese juego
enriquecedor de abrirme y aceptar. Dame la gracia de la comunicación”.
El Señor te bendiga y asista. P. Natalio.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Hoy, san Pío de Pietrelcina

Buenos días, amigo/a

En san Pío de Pietrelcina, junto con sus virtudes heroicas, nos
deslumbran los maravillosos carismas de profecía, clarividencia
espiritual, visiones, aromas místicos, bilocaciones y curaciones
milagrosas, que lo convirtieron en una celebridad internacional.

Un hombre fue a San Giovanni Rotondo para conocer al Padre Pío, pero
era tal la cantidad de gente que había que tuvo que volverse sin ni
siquiera poder verlo. Mientras se alejaba del convento sintió el
maravilloso perfume que emanaba de los estigmas del padre y se sintió
reconfortado. Unos meses después, mientras caminaba por una zona
montañosa, sintió nuevamente el mismo perfume. Se paró y quedó
extasiado por unos momentos inhalando el exquisito olor. Cuando volvió
en sí, se dio cuenta que estaba al borde de un precipicio y que si no
hubiera sido por el perfume del Padre hubiera seguido caminando...
Decidió ir de inmediato a San Giovanni Rotondo a agradecer al Padre
Pío. Cuando llegó al convento, el Padre Pío, el cual jamás lo había
visto, le gritó sonriendo: —¡Hijo mío! ¡Cuida por dónde caminas!

Te hago una sugerencia: ¿por qué no te propones leer cada año la vida
de un santo? Mueven a la admiración por el testimonio de una vida
santa, son historias que animan a imitar tan preclaros ejemplos, crean
una comunión de sentimientos entre el santo y nosotros. O puedes optar
por ver una película sobre el mismo tema. Será una excelente decisión.
P. Natalio.

domingo, 22 de septiembre de 2013

“La imitaré y venceré”

Buenos días, amigo/a.

Hoy te presento una anécdota que vale más que largas reflexiones.
Léela con atención, saboréala lentamente, vuelve a leerla… y quede
grabada en tu imaginación y sensibilidad de tal manera, que sea para
ti un llamado a perseverar con firmeza y valor, cuando el desaliento
amenace tirar por el suelo tus más queridos proyectos.

Un día Tamerlán, el conquistador tártaro, sufrió una seria derrota que
lo deprimió a tal punto que se encerró en su tienda. Pasaba las horas
rumiando su desgracia y pensaba ya desistir de su anhelada empresa,
cuando prestó atención a una hormiga que subía por la lona de su
carpa. Con un palito tiró al suelo la hormiga. Pero el insecto de
inmediato volvió a subir. El rey tártaro insistió en arrojarla otra
vez al suelo. Sin desanimarse la hormiga empezó de nuevo su ascensión.
El rey se obstinó en proyectarla al piso una y otra vez, hasta 80
veces. El rey se maravilló por la perseverancia demostrada por aquel
pequeño insecto y, recapacitando, se dijo: "La imitaré y venceré". Y
el rey tártaro se levantó, reorganizó su ejército, y siguió con
renovado empuje la invasión proyectada. Fue un conquistador
invencible.

Con esta breve historia puedes alentar a otra persona sumergida en las
tinieblas del desaliento. Ayuda a persuadirse que paso tras paso,
intento tras intento se puede subir una montaña alta y difícil. Es muy
cierto que “la constancia es el complemento indispensable de todas las
demás virtudes humanas”. Sin ella no hay éxito posible. Que apruebes
esta asignatura. P. Natalio.

sábado, 21 de septiembre de 2013

Rejuvenecer

Buenos días, amigo/a

En el día de la juventud te ofrezco unos datos muy curiosos sobre el
rejuvenecimiento del águila. En el salmo 103 leemos: “El Señor te
colma de gracia y de ternura; él sacia de bienes tus anhelos, y como
un águila se renueva tu juventud”. El hombre bíblico conocía lo que
ahora la ciencia asegura que es verdad: las águilas pueden
rejuvenecer.

El águila a los 40 años está casi ciega, las plumas pesadas y feas, el
pico se curva hacia dentro lo mismo que las garras y no puede cazar
para sobrevivir. Es cuando el águila debe tomar una decisión radical:
se somete a una renovación o se deja morir. Las que deciden seguir
viviendo, se retiran a lo alto de una roca en donde construyen un
nido. Estando allí, ella misma se arranca el pico viejo golpeándolo
contra la roca, y sale uno nuevo, con el cual arranca y destroza una
por una sus viejas garras. Luego le salen garras nuevas con las cuales
arranca sus plumas, hasta quedar pelona. Al mismo tiempo, un aceite le
limpia los ojos, devolviéndole la visión. Cuando le crecen estas
nuevas plumas, con un pico, garras y nueva visión el águila puede
seguir en su vuelo diario por 30 años más. Es un proceso sumamente
doloroso de unos 150 días, pero que le ofrece una nueva juventud.

Al orar con los salmos déjate arrebatar por la presencia viva de Dios,
envolver por los sentimientos de asombro, exaltación, alabanza,
contrición, intimidad, dulzura u otros estados de ánimo que impregnan
estos antiguos cánticos (I. Larrañaga). Nacemos con los salmos en la
sangre (A. Chouraqui). Aprovecha los salmos para rejuvenecer tu
oración y tu vida. P. Natalio.

viernes, 20 de septiembre de 2013

Clarividencia del P. Pío

Buenos días, amigo/a

Consta en la biografía de varios santos dedicados al ministerio de la
confesión, que Dios les regaló el don de la clarividencia, por ejemplo
a san Juan Bosco y al santo Cura de Ars. Por medio de este carisma
ayudaban a los penitentes a clarificar y ordenar su conciencia para
recibir con fruto el sacramento del perdón. Aquí tienes una curiosa
anécdota del Padre Pío.

En la primavera de 1967, en el tren del trayecto Nápoles-Foggia, se
encontraron dos madres con sus respectivas hijas que iban a ver al
padre Pío para confesarse. Las dos chicas se hicieron rápidamente
amigas. Maria Teresa, que ya había estado con el fraile, viendo a la
otra en minifalda, le aconsejó que cambiara de ropa al llegar a San
Giovanni Rotondo, porque si no el santo fraile la haría alejarse del
confesionario. Las dos chicas fueron a una tienda, y la napolitana,
compró una falda larga. Pero, mirándose al espejo, dijo: “¡Si me viese
mi novio, pensaría que soy un payaso!”. Al otro día, la chica de
Nápoles, que estaba esperando, vio que se abría la ventanilla y oyó
que le decían: “Fuera, ¡vete! Yo no confieso a los payasos”.

Con el padre Pío, los trucos no funcionaban. Ella pensaba que
conformaría así al santo, pero por otro lado continuaría cediendo para
agradar a su novio. A Dios no le agradan los engaños. Por eso iluminó
al santo fraile. Un refrán popular dice: “No está bien encender una
vela a Dios y otra al diablo”. Dios quiere corazones enteros y no
partidos. P. Natalio.

jueves, 19 de septiembre de 2013

Sé valiente

Buenos días, amigo/a

Og Mandino autor de “El vendedor más grande del mundo”, que llegó al
millón de ejemplares, aconsejaba los diez mejores libros de autoayuda.
Al enumerar el noveno, pregunta: “¿estás esperando el título del
décimo? Es un libro que conoces perfectamente, pero quizá está
cubierto de polvo en tu biblioteca: ¡es la Biblia!  Ábrela es el mejor
libro de autoayuda”.

Nunca más diré "no puedo" porque "todo lo puedo en Cristo que me
fortalece", (Fil. 4:13). Nunca más aceptaré el temor, porque "Dios no
me ha dado un espíritu de cobardía, sino de poder, de amor, y de buen
juicio”, (2 Tim. 1:7). Nunca más aceptaré la duda y la falta de fe,
porque "Dios me ha dado sus dones, junto con la fe", (Rom. 12:3) Nunca
más seré débil, porque "El Señor es la fuerza de mi vida", (Sal.
18:1). Nunca más aceptaré que Satanás gobierne mi vida, porque "el que
está en mí es más poderoso que el que está en el mundo", (1 Juan 4:4).
Nunca más me sentiré derrotado, "Dios siempre me lleva en el desfile
victorioso de Cristo Jesús", (2 Cor. 2:14).

Pase lo que pase, no dejes terminar cada día de tu vida sin leer una
página de la Biblia. Ésta será la decisión que te dará más
satisfacción y, por haberla tomado, darás gracias y bendecirás al
Señor porque podrás decir: “Desde aquel día cuántos bienes, logros y
triunfos comenzaron a pasar en mi vida”. “No sólo de pan vive el
hombre, sino de toda palabra que sale de su boca”. P. Natalio.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Las ilusiones


Buenos días, amigo/a.

Madurez es la capacidad de tomar una decisión y sostenerla. Los
inmaduros pasan sus vidas explorando posibilidades para al fin no
hacer nada. Viven de ilusiones y sueños que los distraen de un camino
real y concreto desde el cual, paso tras paso, con esfuerzo
perseverante, podrían  forjarse un destino glorioso. Aquí te ofrezco
una fábula que ilustra esta verdad.

Sorprendió un león a una liebre que dormía tranquilamente. Pero,
cuando estaba a punto de devorarla, vio pasar a un ciervo. Dejó
entonces a la liebre por perseguir al ciervo. Despertó la liebre ante
los ruidos de la persecución, y no esperando más, emprendió su huída.
Mientras tanto el león que no pudo dar alcance al ciervo, ya cansado,
regresó a saciarse con la liebre y se encontró con que también se le
había escapado. Entonces se dijo el león: —Bien me lo merezco, pues
teniendo ya una presa en mis manos, la dejé para ir tras la esperanza
de obtener una mayor. Esopo.

Madurez es perseverancia, es la habilidad de realizar un proyecto a
pesar de las dificultades, cerrándote con decisión a las ilusiones que
distraen y seducen. Que no seas de aquellos que sueñan con un jardín
allá lejos en el horizonte y no disfrutan las rosas que florecen junto
a su ventana. Te deseo un día provechoso. P. Natalio.

martes, 17 de septiembre de 2013

Sanación de ansiedades

Buenos días, amigo/a.

Los temores y las ansiedades pueden anular tus mejores energías y
frustrar el logro de tus objetivos. Para liberarte de estos
sentimientos negativos nada mejor que confiar en el Señor. El te
acompaña y está dispuesto a darte una mano. Basta que sepas dejarle el
cuidado de todas tus cosas y abandonarte confiadamente en él. Aquí
tienes una muy buena oración del P. Víctor M. Fernández.

Señor, muchas veces el miedo al futuro no me deja vivir el presente
con alegría. Yo no puedo controlarlo todo ni tener todo previsto, y
por eso el futuro me atemoriza. Tengo miedo a perder lo que tengo,
tengo temor de que me sucedan cosas malas. Pero ese miedo es inútil.
Sin ti todo es incierto e inseguro, Señor, pero contigo todo será más
fácil. Por eso te pido la gracia
de confiar en ti, para que pueda
aceptar tus proyectos sobre mi vida sin aferrarme a los míos. Quiero
dejarme tomar por ti, Señor, y caminar por la vida con esa confianza,
como un niño seguro de la mano de su padre. Amén.

Este tipo de oraciones, repetidas todas las veces que adviertas que te
deslizas hacia el miedo a un examen, a no tener tiempo para un
trabajo, a perder la salud, etc. renovarán tu abandono en Dios,
reposando en él y dejando en sus manos tu futuro. Puedes resumirlo
todo en esta expresión: “Jesús, yo confío en ti”. Que él te bendiga,
sane y proteja. P. Natalio.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Sinceridad

Buenos días, amigo/a

Los niños con sus salidas ingenuas son la alegría del hogar. Su
sinceridad y falta de inhibiciones sociales provocan el regocijo de
todos. Pero son siempre un llamado a ser más sinceros y sencillos, a
quitarnos las máscaras, a comprometernos con la verdad… y a tener una
mirada limpia, fresca y asombrada de las cosas, de la naturaleza, de
las personas.

— Padre -dice un niño al confesor- me acuso de haber matado  un mosquito.
— Pero, hijo. Eso  no  es ningún pecado.
— Es que lo he matado con un martillo.
— Sigue sin ser ningún pecado.
— Es que estaba en la cabeza de mi hermano...

Vivir con sinceridad es decidirte a hablar con la verdad en la mano,
aunque a veces te cueste; a no valerte de una mentira para salir de
una dificultad o librarte de una responsabilidad; a no mentir para que
los demás piensen algo bueno de ti; a reconocer con honestidad cuando
te has equivocado sin tratar de justificarte. He aquí un camino
luminoso de grandeza moral. P. Natalio.

domingo, 15 de septiembre de 2013

Una página por día

Buenos días, amigo/a.

San Juan Crisóstomo fue un predicador asombroso. Crisóstomo es un
sobrenombre que significa “Boca de oro”. La claridad y vigor de sus
homilías le venía de la frecuente lectura de la Biblia, como así
también de la eminente santidad de su vida. Él te cuenta el secreto de
su amor a la Palabra de Dios.

“Tanto más fuerte es el aroma que expanden los perfumes, cuanto más se
los frota entre los dedos. Así sucede también con la frecuentación de
la Sagrada Biblia. Cuanto más familiar llega a sernos, más se revelan
los tesoros que esconde y más se logra aprovechar el fruto de sus
inefables riquezas”.

Amigo/a: pido al Espíritu Santo ilumine tu mente y mueva tu corazón
para decidirte a leer cada día una página al menos de la Biblia. Aún
cuando estés cansado, o sin ganas de leer, o que tropieces con páginas
que no entiendes perfectamente... pase lo que pase, no dejes terminar
el día sin leer una página de la Biblia. Ésta será la decisión que te
dará más satisfacción porque podrás decir: “Desde aquel día cuántos
bienes, logros y triunfos comenzaron a pasar en mi vida”. P. Natalio.

sábado, 14 de septiembre de 2013

La zorra y los cazadores

Buenos días, amigo/a.

La sinceridad es una virtud exigente, ya que puedes faltar a la verdad
de distintas y sutiles maneras. Por ejemplo, con la simulación, que es
mentir con los hechos, o con la hipocresía pasando por lo que no se
es, o con jactancias atribuyéndose uno excelencias que no posee, o con
adulaciones cuando se engaña para sacar algún provecho de los otros.
Un ejemplo.

Varios cazadores perseguían a una zorra. Al encontrase ésta con un
leñador, le suplicó que la escondiera. El hombre le permitió entrar en
su cabaña. En seguida llegaron los cazadores y preguntaron al leñador
si había visto a una zorra. El leñador, con la voz les dijo que no,
pero con su mano astutamente señalaba la cabaña donde estaba
escondida. Los cazadores no entendieron las señas de la mano y
confiaron tan solo en sus palabras. Una vez que se marcharon, la zorra
salió y, ya se iba sin decir nada, cuando el leñador le reprochó por
no agradecerle. Pero la zorra le respondió: --Te agradecería si tu
mano y tu boca dijeran lo mismo. Esopo.

Es lamentable que en Argentina estas faltas de sinceridad sean
celebradas como “viveza criolla”, feo vicio antisocial que ha
vulnerado tristemente nuestra imagen en el exterior. Y lo peor es que
perdura entre nosotros cuando aplaudimos al canchero, al piola, al
madrugador, que son los “avivatos” y “ventajitas” de las historietas
cómicas. Te aconsejo leer “El atroz encanto de ser argentinos”, donde
Marcos Aguinis desenmascara esta falencia nacional. P. Natalio.

viernes, 13 de septiembre de 2013

El camino del gozo

Buenos días, amigo/a.

La Reina de la Paz te ofrece hoy un mensaje para que encuentres la
alegría profunda del corazón: te enseña el camino de la paz interior.
Ponte en la presencia de tu dulce Madre y escucha sus palabras. Se
percibe en ellas su preocupación por tu verdadera felicidad.

“¡Queridos hijos! Hoy deseo envolverlos con mi manto y conducirlos a
todos hacia el camino de la conversión. Queridos hijos, les ruego,
entreguen al Señor todo su pasado, todo el mal que se ha acumulado en
sus corazones. Yo deseo que cada uno de ustedes sea feliz, pero con el
pecado nadie puede serlo. Por tanto, queridos hijos, oren y en la
oración, ustedes conocerán el nuevo camino del gozo. El gozo se
manifestará en sus corazones y así podrán ser testigos gozosos de lo
que Yo y mi Hijo deseamos de cada uno de ustedes. Yo los bendigo.
Gracias por haber respondido a mi llamado!

María te está sugiriendo la actitud del niño que muestra con
ingenuidad a su madre todas las heridas que se ha hecho en sus
violentos juegos. Te ruega que lleves al Señor todo el mal acumulado
en el corazón. Éste es el camino del gozo. El camino del perdón. Pero
hay que comenzar con la oración. Que medites este alegre mensaje de
paz. P. Natalio.

jueves, 12 de septiembre de 2013

Vanidad y ostentación

Buenos días, amigo/a

Todos corremos el peligro de obrar para recibir la aprobación de los
demás. Es como decirse a  sí mismo: “Verán lo que yo soy capaz de
hacer”. Jesús nos precave de toda ostentación. Al referirse a la
limosna, dijo: “Cuando des limosna, que tu mano izquierda ignore lo
que hace la derecha, así tu limosna quedará en secreto; y tu Padre,
que ve en lo secreto, te recompensará”.

Antístenes, filósofo ateniense, discípulo de Sócrates, hacía consistir
el bien sumo en la virtud, que para él se basaba en el desprecio de
las riquezas y del placer. Fue el primero que tomó la bolsa y el
bastón del mendigo como emblema de la filosofía. Sin embargo aquel
desprecio de la gloria humana y de las convenciones sociales no le
quitaba cierta ostentación. Sócrates le dijo una vez estas palabras,
objeto de frecuentes alusiones en la literatura “¡Oh Antístenes, asoma
tu orgullo por los agujeros de tu manto!”

Toda esta figuración y ostentación desvirtúa la obra que se está
haciendo. Jesús pone al Padre como fundamento de esta nueva actitud:
el Padre es el que nos ve, en lo secreto, y él es el que nos
recompensa con su amor cuando nosotros no vemos ni la recompensa ni el
aplauso humano. Jesús nos invita a vivir ante la mirada de Dios que
sondea el corazón.  P. Natalio.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Escucha tu voz interior

Buenos días, amigo/a

“En lo más profundo de su conciencia el hombre descubre una ley que él
no se da a sí mismo, sino a la que debe obedecer y cuya voz resuena en
los oídos de su corazón, llamándole siempre a amar y a hacer el bien y
a evitar el mal... La conciencia es el núcleo más secreto del hombre,
donde está solo con Dios, cuya voz resuena en su interior”, (Gaudium
et Spes 16).

No importa donde estés, ni lo que te digan que debes hacer. Siempre
que tengas una duda, descansa un momento y escucha lo que te dice tu
voz interior. No te apresures en tu camino, ni sigas los pasos de
otros. Siéntate y descansa un momento, y escucha tu voz interior. Esta
es la voz que te busca y guía, el mejor consejo que puedes escuchar.
Trae pureza a tus sentimientos y te da la libertad de ser realmente la
persona que quieres ser. Recuerda: todas las respuestas que tú buscas,
las tienes encerradas en tu limpia y pura voz interior.

Agradece a Dios esta inapreciable luz interior y guíate siempre por
ella. En el Génesis (17,1) se cuenta que Dios se apareció a Abrahán y
le dio este consejo de perdurable valor: “Camina en mi presencia y sé
perfecto”. De eso se trata precisamente: de vivir en la presencia de
aquel que sondea tu corazón, te conoce y te ama. Así crecerás en
justicia y rectitud. P. Natalio.

martes, 10 de septiembre de 2013

Rabino criticado sin piedad

Buenos días, amigo/a

Hay personas que conocen el secreto arte de transformar su debilidad
en fortaleza. Los límites reales que tuvieron en la vida los
impulsaron de tal modo que se distinguieron entre sus iguales.
Supieron hacer de un obstáculo un punto de apoyo para lanzarse
adelante con más fuerza que el común de la gente. Hubo un rabino que
hizo de las críticas peldaños de crecimiento.

En aquel pueblo todos admiraban al rabino, menos Isaac, que no perdía
oportunidad de contradecirlo y señalarle cualquier defecto en sus
lecciones. Esta actitud indignaba a la gente, pero no podían hacer
nada. Un día Isaac se murió. Durante el entierro, la comunidad notó
que el rabino estaba muy triste. —¿Por qué tanta tristeza?, le
preguntó uno. —¡Él vivía señalando defectos en todo lo que usted
decía! —No me lamento por mi amigo, que hoy está en el cielo —
respondió el rabino. —Me lamento por mí mismo. Mientras que todos me
alababan, él me criticaba, y yo me sentía obligado a mejorar. Ahora
que murió, ¿quién me ayudará a crecer?

Aprender de los errores, aprovechar sabiamente las críticas, persistir
a pesar de las dificultades, son otros tantos desafíos a superar la
mediocridad y el estancamiento. Que no dramatices los problemas,
porque normalmente son fantasmas de la imaginación que racionaliza
nuestras cobardías para no salir de la fácil rutina. ¡Ánimo, sé
valiente y confía en el Señor! P. Natalio.

lunes, 9 de septiembre de 2013

La buena lectura

Buenos días, amigo/a.

En un arrebato lírico, el poeta mejicano Amado Nervo dijo que los
libros son: “Urnas de ideas, arcas de ensueño, flor de la vida
consciente, cofres místicos que custodian el pensamiento humano”. Son
todo eso y mucho más. Por lo tanto es vital para tu cultura que sepas
acercarte a los buenos libros con el deseo de asimilar sus mensajes.
Varios pensamientos sobre el tema:

“Algunos libros son probados, otros devorados, poquísimos masticados y
digeridos”, dijo el filósofo Francis Bacon. El pensador americano
Emerson comprobó que “en muchas ocasiones la lectura de un libro ha
abierto el camino del éxito a un hombre, decidiendo el curso de su
vida”. El historiador inglés Tomás Carlyle opinaba que “La verdadera
universidad de hoy en día es una colección de libros”. Al orador
romano Cicerón le parecía que “un hogar sin libros era como un cuerpo
sin alma”. Juan XXIII escribió para su uso personal un “Decálogo de la
Serenidad”. Uno de esos propósitos dice: “Sólo por hoy tendré diez
minutos de buena lectura”.

Muchos no ejercitan la mente, atrapados por las imágenes televisivas.
Sin desconocer cuanto puede aportar la pantalla hogareña, es notable
el valor del libro para el desarrollo de la inteligencia. Por otra
parte la lectura da solaz al espíritu. El autor místico Kempis
confesó: “He buscado en todas partes el sosiego, y no lo he encontrado
sino sentado en un rincón con un libro entre las manos”. Piénsalo y da
pasos en la buena dirección. P. Natalio.

domingo, 8 de septiembre de 2013

Invocar al Señor

Buenos días, amigo/a.

Con frecuencia en los salmos encontramos esta invocación: “Dios mío,
ven en mi auxilio. Señor, date prisa en socorrerme”. Es un llamado al
poder y a la misericordia del Señor para que nos saque de un peligro
sea material o espiritual. A los peligros espirituales los llamamos
“tentaciones”, a saber, incitaciones externas o internas al pecado.
Lee esta anécdota.

Contó el abad Elías que un anciano vivía en un templo abandonado.
Vinieron entonces a verlo los demonios, y le decían: "Vete de nuestra
casa". Dijo el anciano: "Vosotros no tenéis casa". Entonces los
demonios empezaron a dispersarle todas las ramas de palma. El anciano
las recogió pacientemente. Al final, tomándole la mano, un demonio lo
arrastraba fuera del templo. El anciano, llegado a la puerta, se
agarró a ella con la otra mano y gritó: "¡Jesús, ayúdame!". Y el
demonio huyó al instante. El viejo se puso a llorar. Pero el Señor le
dijo: "¿Por qué lloras?". Contestó el anciano: "Porque se atreven a
apoderarse de un hombre y hacer tales cosas". Dijo el Señor: "Te has
mostrado negligente, fíjate que me he dejado encontrar apenas me has
buscado”.

Jesús está siempre listo. Es Dios y por lo tanto su poder y compasión
son ilimitados. Los peligros y tentaciones te ofrecen la ocasión para
vivir la fe en el Señor, acrecentar la humildad y expresarle tu
gratitud. Son oportunidad de crecimiento. Aprovéchalos, pero no los
busques. “El que busca el peligro, en él perecerá”. Sé valiente, ten
ánimo; espera en el Señor. P. Natalio.
Invocar al Señor

Buenos días, amigo/a.

Con frecuencia en los salmos encontramos esta invocación: “Dios mío,
ven en mi auxilio. Señor, date prisa en socorrerme”. Es un llamado al
poder y a la misericordia del Señor para que nos saque de un peligro
sea material o espiritual. A los peligros espirituales los llamamos
“tentaciones”, a saber, incitaciones externas o internas al pecado.
Lee esta anécdota.

Contó el abad Elías que un anciano vivía en un templo abandonado.
Vinieron entonces a verlo los demonios, y le decían: "Vete de nuestra
casa". Dijo el anciano: "Vosotros no tenéis casa". Entonces los
demonios empezaron a dispersarle todas las ramas de palma. El anciano
las recogió pacientemente. Al final, tomándole la mano, un demonio lo
arrastraba fuera del templo. El anciano, llegado a la puerta, se
agarró a ella con la otra mano y gritó: "¡Jesús, ayúdame!". Y el
demonio huyó al instante. El viejo se puso a llorar. Pero el Señor le
dijo: "¿Por qué lloras?". Contestó el anciano: "Porque se atreven a
apoderarse de un hombre y hacer tales cosas". Dijo el Señor: "Te has
mostrado negligente, fíjate que me he dejado encontrar apenas me has
buscado”.

Jesús está siempre listo. Es Dios y por lo tanto su poder y compasión
son ilimitados. Los peligros y tentaciones te ofrecen la ocasión para
vivir la fe en el Señor, acrecentar la humildad y expresarle tu
gratitud. Son oportunidad de crecimiento. Aprovéchalos, pero no los
busques. “El que busca el peligro, en él perecerá”. Sé valiente, ten
ánimo; espera en el Señor. P. Natalio.

sábado, 7 de septiembre de 2013

Antes de leer la Biblia

Buenos días, amigo/a

Dios está vivo en su Palabra para iluminarte, consolarte,
fortalecerte… Pero debes acercarte a ella con verdadera fe. Antes de
leerla es adecuado que te pongas en la presencia del Señor con alguna
oración que te ambiente en un clima de devoción y acogida cordial del
don de Dios. Puede servirte la que sigue.

Dios, mi Padre bondadoso. Estoy rodeado de ruidos y voces. Estoy
cansado de escuchar palabras sin verdad, sin el calor de la intimidad
personal, sin la eficacia del amor comprometido. Tú, Señor, me hablas
con una Palabra nueva. Por eso quiero escucharte. Porque tu Palabra me
muestra la verdad, me revela la eficacia de tu amor, me ofrece la
participación en tu misma vida. Señor, que tu Palabra se haga carne en
mi vida. Te ofrezco un corazón pobre y abierto. Siembra en mí tu
Palabra, que tu Espíritu la haga fecunda, como en el seno de María, la
santísima Virgen y Madre de Jesús. Y seré en el mundo el eco de tu
voz, la proclamación de tu Evangelio. Amén.

La actitud de humilde escucha es decisiva para leer con provecho, pero
es un don que debes pedirle al Señor con la confianza de un hijo. Y el
libro sagrado te animará con promesas de vida sin fin, será para ti
una escalera para subir al cielo, te ofrecerá normas simples de vida
inocente  y  te descubrirá el amor entrañable de Dios por ti. Que sea
tu alimento cotidiano. P. Natalio.

viernes, 6 de septiembre de 2013

El trabajo de cada día

Buenos días, amigo/a

Ningún trabajo es insignificante, ninguna tarea es despreciable,
cualquier ocupación merece que pongamos todas nuestras fuerzas y
nuestra creatividad en ella. “Si alguien está llamado a ser
barrendero, debería barrer las calles como Miguel Ángel pintaba, como
Beethoven componía música o como Shakespeare escribía versos”, (M. L.
King).

Un hombre va a la consulta del medico y le dice:
—Doctor, me he caído y me duelen mucho las piernas!
El Doctor después de examinarlo le dice:
—No se preocupe, no es nada. Dentro de unos días ya estará Ud. trabajando.
—Caramba, Doctor, qué maravilla, además de curarme, ¿me dará trabajo?

El trabajo honrado y responsable nos libera del aburrimiento, de
entregarnos a los vicios, y nos proporciona los recursos para remediar
nuestras necesidades fundamentales. Es una bendición de Dios. Trabaja
con gusto y acabarás sintiendo gusto por el trabajo. “El que no quiera
trabajar, que no coma”, escribió san Pablo a los de Tesalónica. Que
tengas un día de acción. P. Natalio.

jueves, 5 de septiembre de 2013

Como los niños

Buenos días, amigo/a.

¿Cómo es un niñito? Sencillo, sincero, confiado, humilde, puro,
inocente… Pienso que Jesús cuando dijo, “Si no se hacen como un niño,
no entrarán en el reino de los cielos”, tenía presente en su mente a
una criatura descansando en los brazos de su madre. Así nos quiere el
Señor por la confianza y abandono en él. La oración siguiente expresa
muy bien estos sentimientos.

Como el niño que no sabe dormirse sin asirse a la mano de su madre,
así mi corazón viene a ponerse sobre tus manos al caer la tarde.

Como el niño que sabe que alguien vela su sueño de inocencia y esperanza,
así descansará mi alma segura, sabiendo que eres tú, Señor, quien nos aguarda.

Este breve himno es apropiado para recitar al fin del día. La imagen
del niño y la madre nos lleva dulcemente a recuerdos de simplicidad e
inocencia, afloja nuestras tensiones por la lucha diaria y predispone
alma y cuerpo para el descanso de la noche. Que el Señor te bendiga
con su paz. P. Natalio.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Las dos alforjas

Buenos días, amigo/a

En la base de tu crecimiento armónico como persona está el
conocimiento de ti mismo, de tus fortalezas y debilidades. Con un ojo
en tus virtudes para conservarlas y darles brillo, y con el otro ojo
en tus fragilidades para neutralizarlas, afronta con esperanza y
firmeza esa labor cotidiana de llegar a realizar el proyecto de Dios
sobre tu vida. Una fábula sobre este tema.

Según una fábula, Zeus colocó dos alforjas a cada ser humano: una
sobre el pecho y otra, atrás a la espalda. Los hombres, sin excepción,
han puesto en la alforja que está a la vista los defectos de las
personas conocidas, mientras los defectos propios en la alforja que
tienen en la espalda. Por eso somos expertos en debilidades ajenas, y
analfabetos en las propias fallas
.

El conocimiento de ti mismo es llave de sabiduría, porque desde tu
realidad personal puedes crecer y superarte. Epitecto, filósofo
griego, escribió que “La cosa más difícil es conocernos a nosotros
mismos, la cosa más fácil, hablar mal de los demás”. Conocerte es
encontrarte con tus límites y también con tus logros y fortalezas. Ten
un tiempo para evaluarte. P. Natalio.

martes, 3 de septiembre de 2013

Lugar de honor

Buenos días, amigo/a.

María, Reina de la Paz, hace más de veinticinco años que se aparece en
Yugoslavia (Medjugorje) para ayudarnos a vivir mejor el Evangelio de
Jesús. Hoy te presento un mensaje que dio el 25 de enero de 2007.
Bondadosamente te pide tengas en un lugar de honor y a la mano el
libro de la Palabra de Dios. Es luz celestial para disipar las
tinieblas del corazón.

 “¡Queridos hijos! Pongan la Sagrada Escritura en un lugar visible en
su familia y léanla. Así conocerán la oración con el corazón y sus
pensamientos estarán en Dios. No olviden que son pasajeros como una
flor de campo, que se ve de lejos, pero desaparece en un instante.
Hijitos, dondequiera que vayan, dejen un signo de bondad y amor, y
Dios los bendecirá con la abundancia de su bendición. ¡Gracias por
haber respondido a mi llamado! ”

La Virgen María te está comentando con mucha dulzura lo que escribió
san Pablo a los primeros cristianos: “Ya que ustedes han resucitado
con Cristo, anhelen los bienes del cielo donde Cristo está sentado a
la derecha de Dios. Tengan el corazón puesto en las cosas celestiales
y no en las de la tierra”, (Col 3, 1-2). Que la Biblia, leída y
meditada, te ayude a buscar incansablemente los bienes del cielo.
Hasta mañana. P. Natalio.

lunes, 2 de septiembre de 2013

Zapatero, a tus zapatos

Buenos días, amigo/a

Hay una realidad indiscutible, normal y prevista por Dios con un
designio de amor: los talentos han sido distribuidos en forma
desigual. ¿No te parece que es con el fin de hacernos crecer en el
amor y el servicio complementándonos, ayudándonos, intercambiando los
dones, integrándonos a la familia humana? Dedícate, pues, a
desarrollar y ofrecer tus propias habilidades

Apeles, ilustre pintor griego, se mostraba muy severo para consigo
mismo; lejos de ofenderse por las críticas, las provocaba él mismo. Se
cuenta que a veces exponía públicamente sus cuadros, ocultándose
detrás del lienzo para oír las observaciones de unos y otros. Un día
criticó un zapatero la sandalia de uno de los personajes, y Apeles
enmendó el error. Al día siguiente se atrevió el mismo artesano a
criticar otras partes del cuadro. Salió entonces el artista de su
escondite y le dijo «Zapatero, no pases del zapato» (Larousse).

Si te sientes pobre, con un solo talento y hasta sin ninguno, piensa
que todos poseemos el más grande de los talentos: el talento del amor.
¿Quién, si se lo propone, no puede dar amor? Éste es nuestro mayor
capital: la capacidad de brindar amor, porque como enseña san Pablo
“si no tengo amor, nada soy”. Y no olvides que eres un ser especial,
único, irrepetible. P. Natalio.

domingo, 1 de septiembre de 2013

Afilar el hacha

Buenos días, amigo/a

“Si vas siempre a velocidades muy altas, cansarás el motor del auto.
Si vives siempre bajo presión, tu cuerpo y tu espíritu se gastarán muy
pronto. Si corres tanto no encontrarás a nadie y, lo que es más grave,
no te encontrarás ni a ti mismo. Si quieres captar lo más profundo que
hay en ti, has de saber detenerte y reflexionar”, (M. Quoist). Tómate
tiempo para afilar tu hacha.


En cierta ocasión, un hombre joven de nombre Mauro, llegó a un campo
de leñadores, ubicado en la montaña, para trabajar. Durante su primer
día de tareas trabajó arduamente y como resultado taló muchos árboles.
El segundo día, trabajó tanto como el primero, pero su producción fue
apenas la mitad del primer día. Al tercer día, se propuso mejorar su
producción. Golpeó con furia el hacha contra los árboles, pero los
resultados fueron nulos. Al ver el capataz el escaso rendimiento del
joven leñador, le preguntó: "¿Cuándo fue la ultima vez que afilaste tu
hacha?". El joven respondió: "Realmente no he tenido tiempo de
hacerlo, he estado demasiado ocupado cortando árboles".

Gran sabiduría es tomarte un tiempo de meditación cada día: para
encontrarte con ti mismo y con lo que realmente piensas y deseas. Así
despertarás esas energías ocultas e insospechadas que necesitas con
urgencia, y darás solidez a tu vida, zarandeada por las vicisitudes
del trabajo cotidiano. Aprende y practica la secreta sabiduría de
“afilar tu hacha”. P. Natalio.