sábado, 30 de mayo de 2015


Acepta en paz los contratiempos



Buenos días, amigo/a.

Cuántas pequeñas contrariedades pasan cada día que pueden desestabilizarte, ponerte de mal humor, amenazando oscurecer toda tu jornada. Hoy te ofrezco una oración muy buena del P. Víctor Fernández para disponerte a sobrellevar con paciencia estos incidentes y no dejarte envolver en su negatividad.

Señor, acepto que hoy no sea un día perfecto, ya he aprendido que esta tierra todavía no es el cielo. Sólo te pido que mi vida no sea inútil, que lo que yo viva hoy sirva para algo. No pretendo que todo sea fascinante en este día, y quiero regalarte con amor todo pequeño cansancio, sufrimiento, contratiempo o dificultad que deba soportar. Te ofrezco, Señor amado, todo lo que me pueda desagradar en esta jornada, te lo entrego con amor, así como tú te entregaste entero, hasta el fin, en la cruz. Dame mucha paciencia, Señor mío, para poder responder al mal con el bien, para no entrar en una espiral de violencia, para aceptar con calma todo lo que me perturbe en mi relación con los demás. Te lo entrego todo a ti. Recíbelo, Señor.

Una persona te falla a una cita sin avisar, una comunicación que no puedes hacer porque nadie atiende el teléfono, la comida es insuficiente y no de tu gusto, etc. son situaciones que requieren calma y buen humor. Puedes fortalecer tu decisión repitiendo: “Hoy con la ayuda del Señor, me mantendré sereno y tranquilo, soportaré con paciencia las contrariedades”. P. Natalio,

viernes, 29 de mayo de 2015


Sé tú mismo


Buenos días, amigo/a

El conocimiento de ti mismo, de tus fortalezas y debilidades, está en la base de tu crecimiento armónico como persona. Con un ojo en tus virtudes para conservarlas y darles brillo, y con el otro ojo en tus debilidades para neutralizarlas, afronta con esperanza y firmeza esa labor cotidiana de llegar a realizar el proyecto de Dios sobre tu vida.

Acéptate a ti mismo incluso frente a los demás. ¿Por qué eres tímido y estás paralizado por un complejo de inferioridad? Porque no has aceptado ser tú mismo ante los otros y temes su opinión. Sé tú mismo. Los demás te necesitan tal como el Señor ha querido que fueras. No tienes derecho a ponerte una máscara, a representar una comedia, pues sería un robo a los demás. Puedes decirte a ti mismo: “voy a llevarles algo especial, pues nunca se encontraron ni se encontrarán con alguien como yo; soy un ejemplar único salido de las manos de Dios”.  

¡Qué hermoso es vivir en plenitud! Con amor y con sabiduría, con serena fortaleza, confiando en Dios y en ti mismo. Desde estos “Buenos días”, queremos darte una mano, para que permanezcas firme en este camino de superación. Que pases un buen día. Hasta mañana. P. Natalio.

jueves, 28 de mayo de 2015


Benito Labre: mendigo santo


Buenos días, amigo/a

Benito José, vestido de harapos, tenía un aspecto repulsivo para la mayoría, pero en algunos generaba una honda admiración. Cierto día, le preguntaron de qué estaba hecho su corazón. El respondió: —De fuego para Dios, de carne para el prójimo, de bronce para conmigo mismo. Como los pájaros del cielo se alimentaba de lo que Dios le ofrecía. —Se ofende a Dios —dijo al cura de Cossignano— porque no se conoce su bondad.

Cuando san Benito Labre hablaba del misterio de la Santísima Trinidad, su rostro se hacía tan luminoso como el sol o lloraba a lágrima viva. Un día un teólogo le hizo este reproche: «Tú hablas siempre de la Santísima Trinidad, ¿pero qué sabes de ella?» Y Benito le respondió: «No sé nada... pero, mira me siento arrebatado». Y al decir esto hacía un gesto con la mano que decía mucho más que todas sus palabras. Qué hermosa respuesta de este santo, mendigo por las calles de Roma. En verdad se sentía fascinado por la Trinidad, porque el fuego de la zarza ardiente se había apoderado de su corazón.

En Loreto, un sacerdote, al verlo acostado en el frío suelo del atrio, le preguntó: —¿No sabe, hermano, que el frío de la piedra y el aire del campanario pueden matarlo?  Y Benito José sonriendo dulcemente y con humilde acento, le dijo: —Dios lo quiere así. Los pobres dormimos en el lugar donde nos llega la noche... Los pobres no necesitamos buscar una cama demasiado cómoda... Además, padre, me gusta estar solo con Dios... Te espero mañana aquí. P. Natalio.

miércoles, 27 de mayo de 2015


Señor, te entrego mi futuro


Buenos días, amigo/a

La paz del corazón es un tesoro tan grande que debes cuidarla y defenderla. La ansiedad por el futuro perturba de tal manera que te impide concentrar tus energías en el presente y disfrutar las alegrías de cada día. Abandónate confiadamente en Dios que te ama y podrás vivir con plenitud y paz el momento presente. Aquí tienes una oración para entregar el futuro al Señor.

Señor, quiero confiar en el proyecto que tú tienes para mi vida y no obsesionarme tanto por el futuro. Quiero entregarme a la vida de cada día y dejarme llevar por ti. Por eso pongo en tus manos todos los días hasta el último minuto de mi existencia. Sana, Señor mi ansiedad y mis miedos. Hoy quiero entregarte todo mi futuro. Tú que sabes lo que más me conviene, conduce mi vida por el camino justo y protégeme de todos los males. Tú que eres mi Padre, derrama en mi interior el bálsamo de tu paz divina. Amén. (P. V. Fernández).

Hay en la Biblia un mensaje frecuente, expresado de una u otra forma, y es éste: “Contigo estoy, aquí a tu lado me tienes, ni por un momento te desamparo, déjate llevar en mis brazos divinos, no tengas miedo, yo te amo”. Que vivas hoy feliz y seguro, pues el Señor es tu pastor y nada te faltará. Pide al Señor crecer en fe y confianza en su providencia. P. Natalio.

martes, 26 de mayo de 2015


Noticia buena y noticia mala


Buenos días, amigo/a

Es conocido el sabio refrán: “grano no hace granero, pero ayuda al compañero”. Esto significa que la unión de lo pequeño e insignificante genera gran fuerza para lograr hermosos objetivos. Una comunidad es fuerte y sana cuando todos están unidos por vínculos de amistad y cada uno siente como propio, los objetivos comunes y aporta solidariamente su colaboración.

El cura en la misa, justo antes de hacer la colecta, dijo: Hermanos, tenemos un problema. El tejado de la iglesia está en mal estado y tenemos que arreglarlo. Tengo dos noticias al respecto, una buena y otra mala. ¿Cual quieren conocer primero? —¡La buena! Sea, pues resulta que tenemos el dinero. ¡Bien! ¿Y cuál es la mala? ¡Que está en los bolsillos de ustedes!

“Si el grano de arena no forma duna, se lo lleva el viento. Si la gota de agua no se confunde con el torrente, la evapora el calor. Si tú no te unes a la comunidad, viviendo en ella y para ella, fácilmente te puedes perder”, (Alfonso Milagro). Que pases un hermoso día. P. Natalio.

lunes, 25 de mayo de 2015


Jesús, te necesitamos



Buenos días, amigo/a.

Los grandes valores nacionales que están en la base de todo lo demás, los verás detallados en esta hermosa oración que nos ofrecieron los obispos argentinos para pedir por nuestra querida Patria: pasión por la verdad, amar sin excluir a nadie, construir la paz cada día, dialogar con el corazón lleno de esperanza. Jesús nos conceda interiorizar estos perennes valores de la vida social.

Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos. Nos sentimos heridos y agobiados. Precisamos tu alivio y fortaleza. Queremos ser Nación, una nación cuya identidad sea la pasión por la verdad y el  compromiso por el bien común. Danos la valentía de la libertad de los hijos de Dios para amar a todos sin excluir a nadie, privilegiando a los más pobres y perdonando a los que nos ofenden, aborreciendo el odio y construyendo la paz.
Concédenos la sabiduría del diálogo y la alegría de la esperanza que no defrauda. Tú nos convocas. Aquí estamos, Señor, cercanos a María que desde Luján nos dice: “¡Argentina! ¡Canta y camina!” Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos. Amén.

Juan Pablo II, que nos visitó dos veces, dijo: “Los creyentes de todas las religiones, junto con los hombres de buena voluntad, abandonando cualquier forma de intolerancia y discriminación, están llamados a construir la paz”. Bueno, hoy puedes practicar una idea genial y fácil de Madre Teresa de Calcuta: “La paz comienza con una sonrisa”. P. Natalio.

sábado, 23 de mayo de 2015


María Auxiliadora

Buenos días, amigo/a

San Juan Bosco propagó la devoción a María Auxiliadora. De ella decía: “Amen, honren, sirvan a María. Procuren hacerla conocer, amar y honrar por los demás. No sólo no perecerá un hijo que haya honrado a esta madre, sino que podrá aspirar también a una gran corona en el cielo”.

Era el 24 de mayo de 1878, un oficial muy entristecido se presentó a Don Bosco y le dijo: —Padre, mi esposa está muy enferma y se teme que llegó su fin. Esto es terrible para mí. Por favor, pida a Dios le devuelva la salud. El Santo lo alentó y rezó con él a María Auxiliadora. A la hora el oficial volvió emocionado y dijo a Don Bosco: —¿Sabe usted, Padre? Mientras estaba aquí con usted, mi esposa, a quien había dejado moribunda, recobró la salud, se vistió, salió a mi encuentro y me relató lo sucedido. Sacó del bolsillo un brazalete de oro que entregó a Don Bosco: —Es el regalo de boda que hice a mi esposa; pero, de común acuerdo, lo ofrezco a María Auxiliadora. Don Bosco mostró luego a un grupo el brazalete: —Miren, una ofrenda de gratitud por una nueva curación debida a Maria Auxiliadora. ¡Bendito sea su dulce nombre!

San Juan Bosco, con estas o semejantes palabras, alentaba a confiar en María Santísima: “María nos asegura que si somos devotos suyos, nos tendrá como hijos suyos, nos cubrirá con su manto, nos colmará de bendiciones en este mundo para obtenernos después el Paraíso”. Con piedad y cariño reza hoy un avemaría a tu Madre del cielo. P. Natalio.

viernes, 22 de mayo de 2015


Tres obreros


Buenos días, amigo/a

Se ha escrito que un corazón sin ideales es como un cielo sin estrellas. Alimentar objetivos atrayentes y hermosos dinamizan la rutina diaria, alegran la vida y te impulsan a entregarte con todas tus capacidades a la tarea cotidiana, por modesta y sencilla que sea. Aquí tienes una anécdota que ejemplifica este principio.

Un transeúnte se detuvo un día ante una cantera en la que trabajaban tres compañeros. Preguntó al primero: "¿Qué haces, amigo?" Y éste respondió sin alzar la cabeza: "Me gano el pan". Preguntó al segundo: "¿Qué haces, amigo?" Y el obrero, acariciando el objeto de su tarea, explicó: "Ya lo ves, estoy tallando una hermosa piedra". Preguntó al tercero: "¿Qué haces, amigo?" Y el hombre, alzando hacia él unos ojos llenos de alegría, exclamó: "Estamos edificando una catedral". Y el caso es que los tres estaban realizando el mismo trabajo.

Es hermoso que alimentes en el corazón grandes ideales para movilizar tus ocultas energías. Pero, al mismo tiempo trata de ser realista cuidando los pequeños esfuerzos que te conducirán al logro de tus ilusiones. “Si quieres mantener tu surco derecho, ata tu arado a una estrella”, (M. Hebrard). P. Natalio.

jueves, 21 de mayo de 2015


Una sonrisa


Buenos días, amigo/a

Esta mañana te sugiero medir el nivel de tu alegría y, si lo encuentras algún tanto más bajo de lo conveniente, esboza una sonrisa frente al espejo y mantenla por un minuto, mientras te repites “así quiero estar hoy, y así estaré con tu ayuda, Señor”. Esto es tan efectivo como tomar una aspirina para sacarse el dolor de cabeza. La alegría es una opción.

¿Cuánto cuesta una sonrisa? –Nada. ¿Cuánto beneficio nos puede dar? –Mucho. ¿Qué tiempo dura? –Un instante. ¿Y cuánto perdura en la memoria? –A veces toda la vida. ¿Quién es tan rico que no la necesite? –Nadie. ¿Quién es tan pobre que no pueda regalarla?  –Ninguno. ¿Se empobrece el que la da? –Al contrario, se enriquece. ¿Se puede comprar, vender o robar? –Sólo se puede ofrecer gratuitamente. ¿Y quién es el que está más necesitado de una sonrisa? –Aquél  que  no tiene ninguna  para  dar.

Defiende y cultiva la alegría. El sentido del humor te ayudará a encarar las situaciones estresantes de la vida. Ríe, y tus cargas serán aliviadas. Ríe, y tu vida se alargará. Ríe cuando más lo necesites. Si eres capaz de reírte de una situación, por más dolorosa que sea, podrás superarla. Que sepas fomentar hoy tu capacidad de alegría. P. Natalio.

miércoles, 20 de mayo de 2015


Resonancias de Pascua


Buenos días, amigo/a

La alegría de la Pascua nos reunió en torno a Jesús resucitado, eternamente vivo, para cantar todos juntos el poder de Dios que ha hecho maravillas. El tiempo de Pascua se prolonga por cincuenta días hasta la venida del Espíritu Santo, en Pentecostés. Reconfortados con esta vivencia de fe, demos testimonio permanente de paz y alegría cristiana.

Primicias son del sol de su Palabra las luces fulgurantes de este día;
despierte el corazón, que es Dios quien llama, y su presencia es la que ilumina.
Jesús es el que viene y el que pasa en Pascua permanente entre los hombres,
resuena en cada hermano su palabra, revive en cada vida sus amores.

Abrid el corazón, es él quien llama con voces apremiantes de ternura;
venid: habla, Señor, que tu palabra es vida y salvación de quien la escucha.
El día del Señor, eterna Pascua, que nuestro corazón inquieto espera,
en ágape de amor ya nos alcanza, solemne memorial en toda fiesta.

La vivencia de Pascua es una invitación a revestirnos de Cristo, el “hombre nuevo”, que nos da la alegría de liberarnos interiormente de la esclavitud del pecado. ¿Hay vida, energía, empuje en tu vida espiritual o has vuelto a caer en la rutina y tibieza? Todavía quedan doce días para vivir la cincuentena pascual y disponerte a recibir al Espíritu Santo. Aprovéchalos. P. Natalio.

martes, 19 de mayo de 2015


Sentimientos negativos


Buenos días, amigo/a

La paz interior tiene enemigos: son los pensamientos y sentimientos negativos que confunden y agitan de tal modo que turban el cielo tranquilo de tu corazón. Hombres espirituales que sondearon su interior con la luz del Espíritu los han especificado: insatisfacción, ansiedad, irritación, miedo, odio, tristeza, autocompasión, duda, abatimiento, impaciencia…

Como quien está alerta para que no entren en su habitación animales indeseables: una araña, un murciélago, un ratón, una serpiente, mantén la vigilancia sobre tu corazón para que no se arraigue en él ni la vanidad, ni la envi­dia, ni el odio. Si un compañero es más alto que tú, o aprende las lecciones con mayor fa­cilidad, o posee un hermoso traje, trátalo con igual cariño que a los demás, no desees humillarlo, no experimentes ante él fas­tidio. El vanidoso y arrogante es un ser hueco con una idea disparatada de su valer. Parece inflado con su propio aliento. El hombre de bien admira el mérito ajeno, y compadece al ignorante y al extraviado. El odio es un gusano que nace y crece dentro del corazón y que devora sus más nobles fibras.

Confía en el Señor y vigila tu mente para que no echen raíces ideas o emociones funestas que pueden dañarte y trabar las fuerzas de tu espíritu. Por una parte, mantén la vigilancia y, por otra, fortalece con la meditación los valores perdurables del amor, la paciencia, la serenidad y la alegría profunda. Que el Señor te bendiga y proteja en este crecimiento. P. Natalio.

lunes, 18 de mayo de 2015


El Cura de Ars


Buenos días, amigo/a

El sacramento de la confesión puede ser una experiencia profundamente liberadora que nos ayude a crecer y a vivir mejor. Sin embargo, nuestras confesiones no siempre son un momento intensamente vivido. A veces las sentimos como una molestia necesaria, o como un ejercicio de rutina. Bien preparada y recibida con frecuencia, la confesión ayuda a conocerse mejor.

Que un hombre en vida sea visitado en peregrinación, que las multitudes acudan a venerarlo como a una reliquia, es un hecho más único que raro. Durante 30 años, la humilde aldea de Ars fue testigo de una tal maravilla: multitudes, que sin cesar se iban renovando, se postraban de rodillas para confesarse. Desde 1827 a 1859, la iglesia no estuvo ni un momento vacía. Un día de 1829, después de la oración de la tarde, el Cura de Ars acababa de subir a su habitación. De repente, un recio puñetazo conmueve la puerta del patio. Después de dos o tres sacudidas a cuál más violenta, el Cura se decide a bajar y abrir. Un carretero le está aguardando. Ha dejado los animales delante de la iglesia. “Venga, le dice, es un asunto delicado; quiero confesarme y enseguida”.

La confesión tranquiliza la conciencia, consuela el corazón, ayuda a superar la fuerza del mal y del pecado en nosotros, es una respuesta coherente al llamado a la conversión que nos hace la Palabra de Dios y es ocasión para experimentar el amor infinitamente paciente y misericordioso de Dios. Anímate a recibirlo, al menos una vez año, durante el tiempo pascual. P. Natalio.

viernes, 15 de mayo de 2015


Tus pensamientos habituales


Buenos días, amigo/a

Tu vida es el resultado de tus pensamientos habituales. Sí, si tienes pensamientos felices, serás feliz. Si tienes pensamientos desdichados, serás desdichado. Si tienes pensamientos temerosos, tendrás miedo. Si piensas en el fracaso, seguramente fracasarás. Según pienses en tu corazón, así serás. Aquí te presento algunas frases estimulantes para que alimentes tus pensamientos, dejando a un lado desalientos, temores, tristeza o desconfianza.

- Creo realmente en mí mismo: en mis habilidades, en mis talentos, en mis capacidades, en los grandes dones que el Señor me ha dado. ¡Soy su milagro más grande!
- Hoy despertaré al gigante dormido que hay dentro de mí. Floreceré donde Dios me ha plantado, aunque sea en la roca.
- Porque confío en Jesús, tengo nueva vida y se renuevan mis fuerzas. Tengo alas como las águilas... Camino y no me fatigo. Corro y no me agoto (Isaías, 40,31).
- La alegría del Señor es mi fuerza: cultivaré la alegría, la cordialidad,  el buen humor.
- El Señor es mi fuerza y mi energía. Su bondad y misericordia me acompañan. Ningún mal temeré, porque tú, Señor, vas conmigo.

Estas frases te las ofrezco para que las repitas y vayas modelando tu pensamiento habitual, especialmente cuando te asalten emociones negativas que amenazan tu alegría, tu paz, tu confianza en ti mismo. Son un ejemplo, tú también puedes seleccionar de la Biblia y de tus lecturas, otras semejantes. Vigílate hoy para eliminar desde el comienzo todo sentimiento negativo. Que pases un día de serena alegría y  buena autoestima. P. Natalio Bértolo.

jueves, 14 de mayo de 2015

El lagarto


Buenos días, amigo/a

Si uno tiene bien claro las prioridades de la vida, decidirá rápidamente cuándo es necesario desprenderse de algo muy querido que traba sus objetivos. Por ejemplo, un joven al casarse debe afrontar con valor el  alejamiento del hogar paterno y ponerse a construir uno nuevo. Es una renuncia en beneficio de un crecimiento y maduración.

Un lagarto que andaba por entre los yuyos del campo buscando algún nido para comerse los huevos, de repente oyó el ruido de una tropa de jinetes y quiso huir. Pero se encontró, antes de poderlo hacer, rodeado por los gauchos que, habiéndolo visto, lo querían matar; y su mala suerte quiso que al disparar, uno de los caballos le pisara la cola. Así detenido, aun por un rato corto, si hubiera vacilado, estaba perdido. No vaciló, sacrificó la cola cortándosela y se mandó mudar rabón y feo, pero salvo. De cualquier modo, mejor es siempre sacrificar algo que perderlo todo. G. Daireaux.

El tema del lagarto da para profundas reflexiones. Por ejemplo, Jesús dijo: “Si tu ojo derecho es para ti una ocasión de pecado, arráncalo y arrójalo lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado a la Gehena”, (Mt 5, 29). Los mártires fueron más lejos: renunciaron a una vida fugaz para no perderse la vida sin fin. P. Natalio.

miércoles, 13 de mayo de 2015


Descubrir a Dios cada día


Buenos días, amigo/a

La Reina de la Paz insiste en la oración de cada día, momento para sentirte en la presencia de Dios, descubriéndolo presente en tu vida. En un ambiente de fe y recogimiento te abres a su amor y tomas fuerza contra ese enemigo que está en cada uno y se llama egoísmo, con sus diversos disfraces de vanidad, orgullo, ira, rencor, sensualidad, injusticias, ambiciones…

“¡Queridos hijos! No olviden que están sobre la tierra en camino hacia la eternidad y que la morada de ustedes está en los cielos. Por eso, hijitos, estén abiertos al amor de Dios y dejen el egoísmo y el pecado. Que la alegría de ustedes sea únicamente el descubrir a Dios en la oración cotidiana. Por eso, aprovechen este tiempo y oren, oren, oren, y Dios está cerca de ustedes en la oración y a través de la oración. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado! ”

La Virgen María te recuerda que vas hacia la eternidad. “Queridos míos, yo los exhorto, como a gente de paso y extranjeros: no cedan a esos deseos carnales que combaten contra el alma”, (1Ped 2, 11-12). “Busquen los bienes del cielo donde Cristo está sentado a la derecha de Dios. Tengan la mente puesta en las cosas del cielo y no en las de la tierra”, (Col 3, 1-2). P. Natalio.

martes, 12 de mayo de 2015


El Espíritu Santo


Buenos días, amigo/a

“El Espíritu Santo está presente tanto hoy como en tiempos de Jesús y los Apóstoles... está y actúa, llega antes que nosotros, trabaja más y mejor que nosotros. A nosotros no nos toca ni sembrarlo, ni despertarlo, sino ante todo reconocerlo, recibirlo, secundarlo, abrirle camino, seguirlo” (Carlos Martini). Una anécdota que pasó en la península de Athos.

Cuando se llegaba a la puerta de su eremitorio, el padre Serafín tenía la costumbre de observar al recién llegado de la manera más impertinente: de la cabeza a los pies, durante cinco largos minutos, sin dirigirle ni una palabra. Aquéllos a quienes ese examen no hacía huir, podían escuchar el  áspero diagnóstico del monje: “En usted no ha descendido más abajo del mentón. De usted, no hablemos. Ni siquiera ha entrado. Usted... no es posible... ¡qué maravilla! Ha bajado hasta sus rodillas...” Hablaba del Espíritu Santo y de su descenso más o menos profundo en el hombre.

Así es como juzgaba la santidad de alguien: según el grado de ser poseído por el Espíritu. El hombre perfecto, el hombre transfigurado era para él, el habitado todo entero por la presencia del Espíritu Santo de la cabeza a los pies. "Esto no lo he visto –decía– sino una vez en el staretz Silvano”. Trata de dejar al divino Espíritu un amplio espacio en tu vida. P. Natalio.

lunes, 11 de mayo de 2015


La vida familiar


Buenos días, amigo/a

La familia que reza unida permanece unida y reproduce el clima de la casa de Nazareth: Jesús está en el centro, se comparten con él alegrías y dolores, se ponen en sus manos las necesidades y proyectos, se obtienen de él la esperanza y la fuerza para el camino. Esa oración alcanza su culmen cuando la familia participa de la Misa del domingo.

La familia es… la mesa de todos los días, el pan, el niño, la visita, los abuelos, los silencios, el pedir perdón tantas veces y volver al amor tantas veces y caer tantas veces y necesitarse tantas veces. La familia es... un sello de fuego grabado en la parte superior del alma, una marca registrada en las costumbres, en el vocabulario, en los ojos y en el alma. La familia es... el secreto que se comparte, la falta que se perdona, la confidencia primera, el gusto de vernos a cada rato aquí todos los días. La familia es...  la historia que hacemos juntos, siempre juntos hasta que uno de nosotros parte adelantándose hacia la casa paterna. La familia es... una “trinidad” numerosa de carne y hueso, de sangre y músculo, de gozo y esperanza en esta tierra.

“La familia es escuela de humanidad, de sociabilidad y de amor. En su seno se reconoce la propia dignidad, se aprende a convivir y a descubrir la maravilla del amor. La familia es la solución básica para superar el desamparo y el abandono, con las trágicas consecuencias de violencia, delincuencia y adicciones, que sufren en especial los jóvenes”, (CEA). P. Natalio.

sábado, 9 de mayo de 2015


Una clave de felicidad


Buenos días, amigo/a

“Nada en exceso”, decían los clásicos. Esta norma para llevar una vida feliz y armoniosa, debes aplicarla también a actitudes que de por sí son excelentes y meritorias, por ejemplo, la entrega generosa a los demás. La virtud de la prudencia ayuda a tener ciertas precauciones para que esta actitud de servicio permanente, no degenere en conductas nocivas e irracionales.

Para encontrar la felicidad hay que elegir bien los caminos. Es necesario aprender las estrategias adecuadas. Nadie nace sabiendo cómo se alcanza la felicidad. Es necesario realizar aprendizajes. Entre ellos te subrayo hoy uno: aprende a pensar en ti mismo. Si alguien no se preocupa de sí mismo, no atenderá su felicidad. Si uno siempre se posterga, siempre se “sacrifica”, estará olvidando sus necesidades y generando su propio malestar. Expresar a otros lo que uno necesita y decirles lo que espera de ellos; pedirles ayuda, defender el propio espacio de autonomía, darse tiempo a sí mismo, éstos son también caminos de felicidad. La felicidad no es sólo dar, es también pedir.

Sófocles, autor de famosas tragedias, escribió: “La prudencia es la base de la felicidad”. Esta apreciable virtud te ayudará a armonizar tu generosidad en dar con la justa atención a ti mismo. A veces no es fácil. Pide al Espíritu Santo el don del discernimiento, y su luz te guiará. P. Natalio.

viernes, 8 de mayo de 2015


Lucha de gladiadores


Buenos días, amigo/a

En las grandes ciudades del imperio romano, los gladiadores eran hombres libres que luchaban a sueldo, o bien esclavos y ladrones sentenciados a pelear a muerte en el anfiteatro para divertir al pueblo. Éstos, si triunfaban, recuperaban su libertad. Algunos adquirieron fama y buena situación económica. Empezaron en el siglo VI a. C. y perduraron hasta el IV d. C.

Un monje del desierto, llamado Telémaco, había venido del oriente a Roma, animado por un santo propósito. En el momento en que se llevaban a cabo en el circo los abominables juegos, Telémaco penetró en el estadio, se presentó en la arena e intentó separar a los gladiadores. Los espectadores, furiosos al ver interrumpida su diversión e impulsados por el abominable gusto de ver correr sangre, mataron a pedradas al mensajero de la paz. Al enterarse de lo ocurrido el emperador Honorio abolió estos juegos criminales y el Papa puso entre los mártires a san Telémaco.

Crea en torno a ti sentimientos y actitudes de paz, concordia y convivencia. Perdona las injurias presentes y pasadas, líbrate de las garras del odio, guarda la libertad de tu corazón para amar y comenzar una vida nueva cada día. Desea sinceramente la colaboración, la buena vecindad y el gozo de la fraternidad y del servicio. Así serás como Telémaco un hombre de paz. P. Natalio.

jueves, 7 de mayo de 2015


Al comenzar la jornada


Buenos días, amigo/a

Comenzar bien el día es importante: para darle una justa orientación, suscitar en tu corazón los sentimientos favorables, animarte a poner lo mejor de ti mismo, conectarte con los ideales y propósitos fundamentales de tu vida, implorar de Dios salud y protección, fuerza y constancia, alegría y paz. Con una oración el P. Víctor Fernández te ayuda a un buen inicio de tus tareas.

Te doy gracias, Señor, porque me diste capacidades y creatividad para hacer cosas. Te doy gracias porque puedo hacer algo por este mundo. Siempre puedo aportar algo con mis pequeños esfuerzos de cada día y con mi sencilla oración. Porque me has llamado a ser un instrumento de tu luz, de tu fuerza y de tu amor. Te ofrezco todos mis trabajos y mis tareas, Señor. Quiero que sean para tu gloria. Que todo lo bueno que pueda hacer sea para adorarte a ti, mi Señor amado, ya que todo lo he recibido de tu amor inmenso. Enséñame a convertir cada tarea en un acto de amor y de adoración, para que pueda vivirla con profundidad y gozo. Amén.

Que el hábito de comenzar bien cada jornada llegue a ser para ti una práctica ineludible: porque los buenos hábitos son la clave de todo éxito, mientras que los malos hábitos son la puerta abierta al fracaso. Por lo tanto adquiere este excelente hábito de comenzar cada jornada con una oración y reflexión que te conecten con lo mejor de ti mismo. P. Natalio

miércoles, 6 de mayo de 2015


Mentiroso al infierno


Buenos días, amigo/a

El salmista identifica a los malvados, porque “en su boca no hay sinceridad, su corazón es perverso; su garganta es un sepulcro abierto, mientras halagan con la lengua”. Por otra parte sabe muy bien que “Dios detesta al mentiroso y aborrece al hombre sanguinario y traicionero” (Sal 5). En la Biblia el malvado y perverso es siempre falso, mentiroso y fraudulento. Una anécdota humorística al respecto.

Antes de llegar al Infierno, el alma del difunto protestó violentamente:
—En vida yo fui noble, generoso y bien intencionado. ¿Se puede saber por qué me mandan aquí?
—No sé —respondió el encargado de recibir a los que iban llegando—. Lo único que puedo decirle es que tengo órdenes de ubicarlo en la sección “Mentirosos”.

Desgraciadamente la mentira es una puerta abierta a otras transgresiones más graves. No hay ladrón, ni adúltero, ni orgulloso que no sean mentirosos, porque necesitan ocultar las obras de las tinieblas. Sin embargo es experiencia común que la verdad tarde o temprano sale a la luz. “Vivir en la verdad nos hace realmente libres”, (Juan 8, 32). P. Natalio.

martes, 5 de mayo de 2015


Prodigios de misericordia


Buenos días, amigo/a

Te ofrezco hoy un “colage” con fragmentos de salmos en que el autor expresa su admiración y gratitud al Señor que siempre protege a quien lo toma por refugio y defensa. Este tema está muy bien desarrollado en el salmo 91, clásico salmo de protección.

Bendito el Señor que ha hecho por mí prodigios de misericordia (31). En el día del peligro te llamo, y tú me escuchas. No tienes igual entre los dioses, Señor, ni hay obras como las tuyas (86). Tus acciones, Señor, son mi alegría, y mi júbilo, las obras de tus manos. ¡Qué magníficas son tus obras, Señor, qué profundos tus designios! (92). Venid, aclamemos al Señor, demos vítores a la Roca que nos salva; entremos a su presencia dándole gracias, aclamándolo con cantos (95). Señor, dueño nuestro, qué admirable es tu nombre en toda la tierra, en toda la tierra (8). Alaba, alma mía, al Señor: alabaré al Señor mientras viva, tañeré para mi Dios mientras exista (146).

Los salmos son poesías inspiradas por Dios. Hay una distancia abismal entre la poesía humana y la inspirada. Por eso debes acercarte a ella “quitándote las sandalias”, como ordenó Dios a Moisés desde la zarza que ardía sin consumirse. Ése es el secreto: tratarlos con fe, humildad y devoción. Con esta actitud alimentan la adoración, la alabanza, la gratitud… P. Natalio.

lunes, 4 de mayo de 2015


Un magnífico perro


Buenos días, amigo/a

Jorge Manrique dejó unas famosas coplas, donde señala que la muerte no perdona a nadie: rico o pobre, letrado o ignorante, rey o plebeyo: “Nuestras vidas son los ríos que van a dar en la mar que es el morir; allí van los señoríos derechos a se acabar y consumir; allí los ríos caudales, allí los otros, medianos y más chicos, allegados son iguales los que viven por sus manos y los ricos”. Lee esta pintoresca fábula campera de Godofredo Daireaux.

Un magnífico perro, de gran precio, había muerto en la estancia, y su amo, para perpetuar su memoria, le hizo edificar un soberbio sepulcro a donde lo llevaron en solemne procesión. Al ver pasar el acompañamiento, en el cual figuraban todos los animales de la estancia, el cuis, que es pobre y vive como puede en su miserable cuevita, siguió también, de curioso y no sin sentir cierta envidia hacia esos ricos que, aun muertos, parecen otra cosa que la demás gente. Pero cuando lo hubo visto encerrar en el monumento aquel, volvió, curado ya de envidia, a su casa, pensando con razón que más vale un pobre cuis en su miserable cueva, que cualquier perro rico en su bóveda de gran lujo.

Pensar en la muerte es valioso, si te impulsa y motiva a vivir con sabiduría e intensidad. La vida del buen cristiano es un confiado caminar hacia la Casa del Padre, y la muerte es la puerta. Junto a ella está esperando Dios Padre para introducirnos en la eterna fiesta de su inmenso corazón. En una lápida se leía: “Vive moriturus”, vive como quien debe morir. P. Natalio.

viernes, 1 de mayo de 2015


La bondad: el primer valor


Buenos días, amigo/a

Cuando de alguien se dice, “es una buena persona”, así simplemente, se la está calificando con la nota más excelente: la bondad. Ser bueno es ser de nobles sentimientos, honrado, servicial, respetuoso con todos, amable, generoso. La bondad sintetiza aspectos muy valiosos de la personalidad, que generan en los demás, aprecio y admiración. 

La primera persona a quien has de con­vencer de tu bondad eres tú mismo. Tu conciencia no te engañará. Y cuando ella te diga que eres bueno, cuando esa voz de adentro te lo afirme, tu corazón desbor­dará de gozo. Porque tú serás dueño de decidirte entre muchos oficios y profesiones y ad­quirirás, acaso, una habilidad especial que te destaque; pero nada hay en el mundo que supere a la bondad. Cuando dicen de un hombre: "Es un gran ingeniero", de otro que es un herrero muy hábil, de otro: "Es un pintor famoso", queda por saber lo principal: si es bueno. Ser bueno es la gran tarea, la más noble profesión, el tesoro inagotable, la mayor sabiduría, el mejor negocio, la ver­dadera gloria, la felicidad suprema.

Para lograr esta meta moral hay que orientarse por los principios fundamentales de la buena conducta. En el libro de Tobías, el padre da preciosos consejos a su hijo para que lleve una vida honesta y feliz. Por ejemplo: “Si vives conforme a la verdad, te irá bien en todas tus obras”, y “No hagas a nadie lo que no te gusta a ti”. La palabra de Dios sea luz en tu sendero. P. Natalio.