miércoles, 4 de septiembre de 2013

Las dos alforjas

Buenos días, amigo/a

En la base de tu crecimiento armónico como persona está el
conocimiento de ti mismo, de tus fortalezas y debilidades. Con un ojo
en tus virtudes para conservarlas y darles brillo, y con el otro ojo
en tus fragilidades para neutralizarlas, afronta con esperanza y
firmeza esa labor cotidiana de llegar a realizar el proyecto de Dios
sobre tu vida. Una fábula sobre este tema.

Según una fábula, Zeus colocó dos alforjas a cada ser humano: una
sobre el pecho y otra, atrás a la espalda. Los hombres, sin excepción,
han puesto en la alforja que está a la vista los defectos de las
personas conocidas, mientras los defectos propios en la alforja que
tienen en la espalda. Por eso somos expertos en debilidades ajenas, y
analfabetos en las propias fallas
.

El conocimiento de ti mismo es llave de sabiduría, porque desde tu
realidad personal puedes crecer y superarte. Epitecto, filósofo
griego, escribió que “La cosa más difícil es conocernos a nosotros
mismos, la cosa más fácil, hablar mal de los demás”. Conocerte es
encontrarte con tus límites y también con tus logros y fortalezas. Ten
un tiempo para evaluarte. P. Natalio.

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