domingo, 1 de septiembre de 2013

Afilar el hacha

Buenos días, amigo/a

“Si vas siempre a velocidades muy altas, cansarás el motor del auto.
Si vives siempre bajo presión, tu cuerpo y tu espíritu se gastarán muy
pronto. Si corres tanto no encontrarás a nadie y, lo que es más grave,
no te encontrarás ni a ti mismo. Si quieres captar lo más profundo que
hay en ti, has de saber detenerte y reflexionar”, (M. Quoist). Tómate
tiempo para afilar tu hacha.


En cierta ocasión, un hombre joven de nombre Mauro, llegó a un campo
de leñadores, ubicado en la montaña, para trabajar. Durante su primer
día de tareas trabajó arduamente y como resultado taló muchos árboles.
El segundo día, trabajó tanto como el primero, pero su producción fue
apenas la mitad del primer día. Al tercer día, se propuso mejorar su
producción. Golpeó con furia el hacha contra los árboles, pero los
resultados fueron nulos. Al ver el capataz el escaso rendimiento del
joven leñador, le preguntó: "¿Cuándo fue la ultima vez que afilaste tu
hacha?". El joven respondió: "Realmente no he tenido tiempo de
hacerlo, he estado demasiado ocupado cortando árboles".

Gran sabiduría es tomarte un tiempo de meditación cada día: para
encontrarte con ti mismo y con lo que realmente piensas y deseas. Así
despertarás esas energías ocultas e insospechadas que necesitas con
urgencia, y darás solidez a tu vida, zarandeada por las vicisitudes
del trabajo cotidiano. Aprende y practica la secreta sabiduría de
“afilar tu hacha”. P. Natalio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario