miércoles, 25 de septiembre de 2013

La Biblia recomienda meditar

Buenos días, amigo/a

Repetidas veces en la Biblia se recomienda la meditación. Es propio
del hombre justo y recto meditar amorosamente la ley de Dios y su
palabra, las obras maravillosas del Señor, su bondad y misericordia.
No dedicarse con afán a esta tarea es señal de olvido, negligencia y
necedad. En la meditación se mantiene y crece la fidelidad, la
ardorosa búsqueda de Dios. He aquí algunos textos de ejemplo:

Salmo 1: ¡Feliz el hombre cuyo gozo es la ley del Señor, y la medita
de día y de noche! Salmo 118, 97-103: ¡Cuánto amo tu voluntad!: todo
el día la estoy meditando; soy más docto que todos mis maestros,
porque medito tus preceptos. Eclesiástico 3, 29: El corazón
inteligente medita los proverbios, y el sabio desea tener un oído
atento. Proverbios 2, 11-12: La reflexión cuidará de ti y la
inteligencia te protegerá, para librarte del mal camino, del hombre
que habla con perversidad. Sabiduría 6, 15: Meditar en la sabiduría es
la perfección de la prudencia, y el que se desvela por su causa pronto
quedará libre de inquietudes. Lucas 2, 19: María conservaba
(recordaba) estas cosas y las meditaba en su corazón
.

El hábito de meditar es valiosísimo porque orienta tu vida. Sosiega el
espíritu y lo pacifica. Es fuente de felicidad y fecundidad. Aumenta
la capacidad de vivir. Reanima. Te da certezas sobre lo que piensas y
deseas verdaderamente. Te da solidez en medio de las vicisitudes de la
vida. Despierta y fecunda tus energías latentes. Vale la pena el
esfuerzo, ¿verdad? P. Natalio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario