Alegría de compartir
Buenos días,
amigo/a.
Existe un secreto gozo del corazón en poder alegrar a otros a pesar de
nuestra propia situación. La aflicción compartida disminuye la tristeza, pero
cuando la alegría es compartida, se duplica. Si deseas sentirte feliz y
realizado, basta compartir tus bendiciones, especialmente ésas que no se pueden
comprar con dinero.
Si dices: cada uno a
lo suyo, (mi familia, mis estudios, mi porvenir, mi bienestar, etc.), no me
ocupo de los demás, y perseveras en esa actitud, no te realizarás jamás, y
quedarás gravemente menoscabado y atrofiado. La grandeza de un hombre se mide
por su capacidad de comunión con sus semejantes. Si quieres sentirte hermano de
todos los hombres, debes aceptar ser hijo de Dios, vivir y recibir la vida de
él; y cuanto más hijo seas, más hermano serás. (Michel Quoist).
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