Sé
indulgente
Buenos días,
amigo/a.
Para amar como Jesús nos enseñó, debemos
aprender a vivir ciertas actitudes y sentimientos que bajan el amor a la
realidad cotidiana: comprensión, paciencia e indulgencia. ¿Qué es la
indulgencia? “Facilidad en perdonar las culpas ajenas”, dice el diccionario. Es
la disponibilidad y capacidad para perdonar las debilidades de nuestros
prójimos una y otra vez.
Sé indulgente. Olvida
las pequeñas penas que te hayan podido causar; no conserves ningún
resentimiento por las palabras inconsideradas o desfavorables que se han dicho
contra ti; excusa los descuidos, las ligerezas de las cuales eres víctima;
juzga siempre de buena intención a aquellos que te hayan hecho algún agravio,
en fin, muestra un semblante amable en todas las ocasiones. De esta manera
estarás en paz con tu prójimo y practicarás de modo excelente la caridad
cristiana, que es imposible practicar sin una indulgencia en todos los
instantes.
Vivir la caridad
cristiana no es fácil. En verdad está por encima de nuestra capacidad humana.
Por eso es indispensable suplicar con humildad al Señor el don de la paciencia
e indulgencia para poder elevarnos sobre nuestros egoísmos, retraimientos,
susceptibilidades… Pero cuando el amor de Dios nos invade podemos “perdonar, soportar y esperar sin
límites”. P. Natalio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario