Nunca olvides
Buenos días,
amigo/a.
Aquello que nos decimos a nosotros mismos
afecta radicalmente la calidad de nuestras vidas y nuestra habilidad para hacer
cosas efectivamente. Somos lo que pensamos. Si nuestro discurso interior es
negativo, pues, somos eso: seres pesimistas, trabados en todo. Por el
contrario, si nuestro discurso interior es positivo somos seres dinámicos,
entusiastas, decididos.
Olvida los días nublados, pero no olvides tus horas de
sol ni tus noches estrelladas. Olvida los momentos en que fuiste derrotado,
pero no olvides las batallas que has ganado. Olvida los errores que no puedes
cambiar, pero no olvides las lecciones que has aprendido ni las verdades
atesoradas en tu experiencia. Olvida los días en que has estado solo y triste,
pero no olvides las sonrisas que has encontrado y tantas que encontrarás.
Olvida los planes que fallaron, pero nunca olvides que debes tener siempre un
sueño.
La gente de
pensamiento positivo, con metas para triunfar y salir adelante, va por la vida
con frases llenas de aliento como éstas: “Todo va a salir bien. Nada es
imposible. Tengo fe que todo saldrá a mi favor. La buena suerte siempre me
acompaña. Hay que tener confianza. Hay que esforzarse”. Concéntrate, pues, en
la cara esperanzadora de la existencia. P.
Natalio.
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