sábado, 12 de febrero de 2011

Generosidad es amor


Buenos días, amigo/a.

El mal ha entrado en el mundo por la puerta del egoísmo humano, que es
negación del amor y búsqueda desenfrenada del propio bienestar. Cada
día puedes empezar a ser generoso en gestos pequeños. Con la práctica
se te irá abriendo el corazón, descubrirás la alegría de dar y
comprobarás, maravillado, que recibes mucho más de lo que das.

Una niñita llamada Luz sufría una extraña enfermedad. Su única
oportunidad era una transfusión de sangre de su hermanito de 5 años,
que había sobrevivido por milagro a la misma dolencia y tenía los
anticuerpos para combatirla. El doctor preguntó al niño si estaba
dispuesto a dar su sangre a la hermanita. Dudó un momento, pero luego
dijo: Si, lo haré, si eso salva a Luz. Durante la transfusión estaba
acostado al lado de la hermana. Había sonrisas al ver cómo retornaba
el color a las mejillas de la niña. Entonces la cara del niño se puso
pálida. Miró al doctor y le preguntó con voz temblorosa: ¿A qué hora
empezaré a morirme? Pensaba que le daría toda su sangre a su
hermanita. Y aún así se la daba.

“Hay personas pobres que distribuyen sonrisas. Existen personas que
sufren pero nos comunican alegría. Por allí van personas
incomprendidas que saben comprendernos. Yo conozco personas que fueron
ofendidas y supieron perdonar. Yo conozco todas esas personas… y su
secreto es amar”. Que pases por el mundo desparramando amor. P.
Natalio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario