miércoles, 20 de mayo de 2015


Resonancias de Pascua


Buenos días, amigo/a

La alegría de la Pascua nos reunió en torno a Jesús resucitado, eternamente vivo, para cantar todos juntos el poder de Dios que ha hecho maravillas. El tiempo de Pascua se prolonga por cincuenta días hasta la venida del Espíritu Santo, en Pentecostés. Reconfortados con esta vivencia de fe, demos testimonio permanente de paz y alegría cristiana.

Primicias son del sol de su Palabra las luces fulgurantes de este día;
despierte el corazón, que es Dios quien llama, y su presencia es la que ilumina.
Jesús es el que viene y el que pasa en Pascua permanente entre los hombres,
resuena en cada hermano su palabra, revive en cada vida sus amores.

Abrid el corazón, es él quien llama con voces apremiantes de ternura;
venid: habla, Señor, que tu palabra es vida y salvación de quien la escucha.
El día del Señor, eterna Pascua, que nuestro corazón inquieto espera,
en ágape de amor ya nos alcanza, solemne memorial en toda fiesta.

La vivencia de Pascua es una invitación a revestirnos de Cristo, el “hombre nuevo”, que nos da la alegría de liberarnos interiormente de la esclavitud del pecado. ¿Hay vida, energía, empuje en tu vida espiritual o has vuelto a caer en la rutina y tibieza? Todavía quedan doce días para vivir la cincuentena pascual y disponerte a recibir al Espíritu Santo. Aprovéchalos. P. Natalio.

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