Lucha de
gladiadores
Buenos
días, amigo/a
En las grandes ciudades del
imperio romano, los gladiadores eran hombres libres que luchaban a sueldo, o bien
esclavos y ladrones sentenciados a pelear a muerte en el anfiteatro para
divertir al pueblo. Éstos, si triunfaban, recuperaban su libertad. Algunos
adquirieron fama y buena situación económica. Empezaron en el siglo VI a. C. y
perduraron hasta el IV d. C.
Un monje del desierto, llamado Telémaco, había venido del oriente a
Roma, animado por un santo propósito. En el momento en que se llevaban a cabo
en el circo los abominables juegos, Telémaco penetró en el estadio, se presentó
en la arena e intentó separar a los gladiadores. Los espectadores, furiosos al
ver interrumpida su diversión e impulsados por el abominable gusto de ver
correr sangre, mataron a pedradas al mensajero de la paz. Al enterarse de lo
ocurrido el emperador Honorio abolió estos juegos criminales y el Papa puso
entre los mártires a san Telémaco.
Crea en torno a ti sentimientos y actitudes de
paz, concordia y convivencia. Perdona las injurias presentes y pasadas,
líbrate de las garras del odio, guarda la libertad de tu corazón para amar y comenzar
una vida nueva cada día. Desea sinceramente la colaboración, la buena vecindad
y el gozo de la fraternidad y del servicio. Así serás como Telémaco un hombre
de paz. P. Natalio.
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