viernes, 8 de mayo de 2015


Lucha de gladiadores


Buenos días, amigo/a

En las grandes ciudades del imperio romano, los gladiadores eran hombres libres que luchaban a sueldo, o bien esclavos y ladrones sentenciados a pelear a muerte en el anfiteatro para divertir al pueblo. Éstos, si triunfaban, recuperaban su libertad. Algunos adquirieron fama y buena situación económica. Empezaron en el siglo VI a. C. y perduraron hasta el IV d. C.

Un monje del desierto, llamado Telémaco, había venido del oriente a Roma, animado por un santo propósito. En el momento en que se llevaban a cabo en el circo los abominables juegos, Telémaco penetró en el estadio, se presentó en la arena e intentó separar a los gladiadores. Los espectadores, furiosos al ver interrumpida su diversión e impulsados por el abominable gusto de ver correr sangre, mataron a pedradas al mensajero de la paz. Al enterarse de lo ocurrido el emperador Honorio abolió estos juegos criminales y el Papa puso entre los mártires a san Telémaco.

Crea en torno a ti sentimientos y actitudes de paz, concordia y convivencia. Perdona las injurias presentes y pasadas, líbrate de las garras del odio, guarda la libertad de tu corazón para amar y comenzar una vida nueva cada día. Desea sinceramente la colaboración, la buena vecindad y el gozo de la fraternidad y del servicio. Así serás como Telémaco un hombre de paz. P. Natalio.

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