viernes, 6 de febrero de 2015


Inesperada reacción


Buenos días, amigo/a

La anécdota que te presento hoy ilustra muy bien, que no pocas veces nos dejamos llevar por sospechas desprovistas de toda base real. Permitimos que vuele la imaginación y hacemos suposiciones que perjudican nuestras relaciones humanas. Una mente amplia y sin prejuicios es señal de gran nobleza de corazón.

En cierta ocasión invitaron al insigne y culto Juan Kieran a dar una conferencia en la famosa Universidad de Yale. En esa época Kieran era cronista deportivo del Times de Nueva York, y hubo alguna resistencia entre los estudiantes, pues pensaban que la charla de un redactor deportivo no era adecuada al ambiente humanista y clásico de la Universidad. Kieran rebatió sencillamente estas prevenciones y quejas, improvisando el discurso de principio al fin en perfecta lengua latina.

Hay otro detalle. Los jóvenes universitarios tenían prejuicios sobre la idoneidad del personal directivo para presentar un conferencista capaz de colmar las expectativas del alumnado. Los prejuicios son fuente de errores y, a veces, muy graves. Busca con objetividad la verdad, confrontando continuamente la realidad. P. Natalio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario