sábado, 21 de febrero de 2015

Aprender del fracaso


Buenos días, amigo/a

Las dificultades de la vida juegan, en cierta manera, a nuestro favor. El fracaso hace lucir ante uno mismo la propia limitación, pero también nos brinda la oportunidad de superarnos, de dar lo mejor de nosotros mismos. Es así como, en medio de un entorno en el que no todo nos viene dado, se consolida el carácter, adquiriendo paulatinamente fuerza y autenticidad.

Triunfar es aprender del fracaso. El éxito en la vida viene de saber afrontar las inevitables faltas de éxito del vivir de cada día. De esta curiosa paradoja depende en mucho el acierto en el vivir. Cada frustración, cada descalabro, cada contrariedad, cada desilusión, lleva consigo el germen de una infinidad de capacidades humanas desconocidas, sobre las que los espíritus pacientes y decididos han sabido edificar día tras día lo mejor de sus vidas.

Los triunfadores son aquéllos que han aprendido a superar esos pequeños y constantes fracasos que surgen, se quiera o no, en la vida de todo hombre normal. Los que, por el contrario, fracasan en la vida son aquellos que con cada pequeño fracaso, en vez de sacar experiencia, se hunden un poco más. Aprovecha esta excelente reflexión. P. Natalio.

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