martes, 6 de enero de 2015


Los regalos de Dios



Buenos días, amigo/a.

Tanto la fiesta de Navidad como la de los Reyes Magos se caracterizan por los regalos que se hacen. En Navidad cuelgan del arbolito y se sortean o distribuyen entre los presentes. El seis de enero aparecen en los zapatitos de los niños. Es una ocasión para reflexionar en la bondad de Dios cuyos regalos disfrutamos cada día y agradecerlos de todo corazón.

Es maravilloso, Señor, tener mis brazos perfectos, cuando hay tantos mutilados.
Mis ojos miran, cuando tantos no tienen luz.
Mi voz canta, cuando otros enmudecen.
Mis manos trabajan, cuando tantos mendigan.
Es maravilloso, Señor, volver a casa, cuando otros no tienen donde ir.
Es bueno sonreír, amar, soñar, vivir, cuando tantos odian y mueren.
Es maravilloso, Señor, tener un Dios para creer, cuando tantos no creen.
Es maravilloso, Señor, tener tan poco que pedir y tanto que agradecer.

Hermano/a: comienza este año, con un corazón agradecido, y dile al Señor, sencillamente, “Gracias, Padre mío, gracias”. El agradecimiento atrae consigo nuevos beneficios, porque al bienhechor le agrada verse correspondido. Que pases un buen día. Hasta mañana. P. Natalio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario