Los regalos de Dios
Buenos días, amigo/a.
Tanto la fiesta de
Navidad como la de los Reyes Magos se caracterizan por los regalos que se
hacen. En Navidad cuelgan del arbolito y se sortean o distribuyen entre los
presentes. El seis de enero aparecen en los zapatitos de los niños. Es una
ocasión para reflexionar en la bondad de Dios cuyos regalos disfrutamos cada
día y agradecerlos de todo corazón.
Mis ojos miran, cuando tantos no tienen luz.
Mi voz canta, cuando otros enmudecen.
Mis manos trabajan, cuando tantos mendigan.
Es maravilloso, Señor, volver a casa, cuando otros no tienen donde ir.
Es bueno sonreír, amar, soñar, vivir, cuando tantos odian y mueren.
Es maravilloso, Señor, tener un Dios para creer, cuando tantos no creen.
Es maravilloso, Señor, tener tan poco que pedir y tanto que agradecer.
Hermano/a: comienza
este año, con un corazón agradecido, y dile al Señor, sencillamente, “Gracias,
Padre mío, gracias”. El agradecimiento atrae consigo nuevos beneficios, porque
al bienhechor le agrada verse correspondido. Que pases un buen día. Hasta
mañana. P. Natalio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario