Poderosa
protección
Buenos días, amigo/a.
“Si llegas a la oración y no consigues entrar
en contacto con Dios, toma el Rosario y recita lentamente una o dos decenas;
muy pronto verás el resultado. Sorprenderás a tu corazón en «flagrante delito»
de oración y serás introducido, sin darte cuenta en el corazón de la Santísima Trinidad
por la oración de María”. (Jean Lafrance).
Cuando en 1945 se tiró
la bomba atómica sobre Hiroshima, de una pequeña comunidad de ocho sacerdotes
jesuitas, situada en una casa parroquial distante sólo ocho manzanas del lugar
de la explosión atómica, la casa y todos dentro quedaron ilesos, mientras que
no se salvó ninguna persona en el radio de un kilómetro y medio del centro de
la explosión. El Padre Schiffer en el Congreso Eucarístico (Filadelfia, 1976)
dijo que, cuando aún vivían los ocho miembros supervivientes, 200 científicos
investigaron varios años las causas por las cuales la casa parroquial y sus
habitantes no habían sido tocados en medio de la destrucción de toda vida… Él
decía que en aquella casa había una cosa distinta a las demás que fueron
destruidas: se rezaba el Rosario diariamente en comunidad…
“En el Rosario he
hallado los atractivos más dulces, más suaves, más eficaces y más poderosos
para unirme con Dios”, (Santa Teresa de Jesús). “El Rosario es el instrumento con el cual se
vence al demonio y se obtienen todas las gracias. Es la síntesis de la fe, el
sostén de la esperanza, la expresión y crecimiento de la caridad”, (Santo Padre
Pío). Valoriza esta devoción alabada por los santos. P. Natalio.
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