domingo, 31 de agosto de 2014

Compromiso de servicio


Buenos días, amigo/a.

El cristiano, en todo momento y en cualquier circunstancia de la vida está en condiciones de amar e imitar a Cristo, el incondicional servidor del Padre y de los hombres. El modelo humano que nos transmite Jesús, y que él realizó plenamente, es el de servidor. “El Hijo del hombre no ha venido para ser servido, sino para servir”. Pide la gracia de servir.


Virgen María, madre de Jesús y  madre mía, yo te entrego todo cuanto soy y cuanto tengo, para que me ayudes a convertir mi vida en servicio generoso a los demás. Tú que viste a Jesús prepararse a su misión y donar sus energías para el bien de los hombres, dame los sentimientos de su corazón, la claridad de su inteligencia y la fuerza de su voluntad, para entregarme totalmente al servicio de mi prójimo. Que nada humano me deje indiferente. Que cumpla con esmero mi compromiso sobre la tierra, y con mi ejemplo y palabra ayude a conocer y amar a aquél que da aliento a la vida, como dio aliento a la tuya, Cristo tu hijo. Así sea.

Ayudar y servir son dos expresiones concretas de un amor que se brinda con generosidad a los demás. De este olvido de ti mismo, surgirá como por magia, tu propia felicidad y alegría, tu auténtica realización. Mira, pues, a tu alrededor: cuántos hoy necesitan de tu palabra, de tu sonrisa o simplemente de tu compañía. ¡Procede ahora mismo, ya! P. Natalio.

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