sábado, 30 de agosto de 2014

La liebre y la zorra


Buenos días, amigo/a.

La sinceridad es una virtud exigente, ya que puedes faltar a la verdad de distintas y sutiles maneras. Por ejemplo, con la simulación, que es mentir con los hechos, o con la hipocresía pasando por lo que no se es, o con jactancias atribuyéndose uno excelencias que no posee, o con adulaciones cuando se engaña para sacar algún provecho de los otros.

Dijo un día una liebre a una zorra: --¿Podrías decirme si realmente es cierto que tienes muchas ganancias, y por qué te llaman la "ganadora"? --Si quieres saberlo --contestó la zorra--, te invito a cenar conmigo. Aceptó la liebre y la siguió; pero al llegar a la casa de doña zorra vio que no había más comida que la misma liebre. Entonces dijo la liebre: --¡Al fin comprendo para mi desgracia de donde viene tu nombre: no es de tus trabajos, sino de tus engaños!

Para vivir en una Patria noble y digna cada ciudadano debe aportar su conducta honesta.  A veces la falta de rectitud se quiere justificar diciendo que todos actúan así; o que es la única forma de salir adelante. Es necesario vivir según los principios, aunque esto suponga ir “contra corriente”. Es la única manera de levantar el nivel moral de nuestra sociedad. P. Natalio.

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