sábado, 5 de julio de 2014

¡Siempre adelante!


Buenos días, amigo/a.

En la Biblia hay pensamientos capaces de levantar el ánimo por más golpeado que estés. En Isaías (43, 4) el Señor te dice: “Tú eres de gran precio ante mis ojos, porque eres valioso y yo te amo. No tengas miedo, yo estoy contigo”. Aunque esté baja tu autoestima, esta declaración de Dios tiene una poderosa eficacia para ponerte de pie.

Vuelve a empezar cada mañana, desde donde ayer te quedaste, y adelante, siempre adelante. Levántate en cada caída, sonríe en cada triunfo, enjuga cada lágrima en las derrotas, pero siempre vuelve a empezar, superando los obstáculos y saliendo más fuerte de los mismos. Que sepas arriesgarte en la lucha, para saborear después el placer de la victoria. Ten presente que después de la tormenta, vuelve a salir el sol... y, por muy oscura y triste que esté la noche, siempre llega el amanecer.

Cuando tu vida se encrespa con alguna tormenta, no pierdas el ánimo, porque hay dentro de ti fuerzas insospechadas. Entre todas sobresale una que debes valorar, entrenar y servirte de ella: la voluntad. El éxito comienza siempre con una voluntad decidida a permanecer firme en la lucha, ése es el gran regalo de Dios. Utilízalo con humildad. P. Natalio.

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