¡Siempre
adelante!
Buenos días,
amigo/a.
En la
Biblia hay pensamientos capaces de levantar el ánimo por más
golpeado que estés. En Isaías (43, 4) el Señor te dice: “Tú eres de gran precio
ante mis ojos, porque eres valioso y yo te amo. No tengas miedo, yo estoy
contigo”. Aunque esté baja tu autoestima, esta declaración de Dios tiene una
poderosa eficacia para ponerte de pie.
Vuelve a empezar cada
mañana, desde donde ayer te quedaste, y adelante, siempre adelante. Levántate
en cada caída, sonríe en cada triunfo, enjuga cada lágrima en las derrotas,
pero siempre vuelve a empezar, superando los obstáculos y saliendo más fuerte
de los mismos. Que sepas arriesgarte en la lucha, para saborear después el
placer de la victoria. Ten presente que después de la tormenta, vuelve a salir
el sol... y, por muy oscura y triste que esté la noche, siempre llega el
amanecer.
Cuando tu vida se
encrespa con alguna tormenta, no pierdas el ánimo, porque hay dentro de ti
fuerzas insospechadas. Entre todas sobresale una que debes valorar, entrenar y
servirte de ella: la voluntad. El éxito comienza siempre con una voluntad
decidida a permanecer firme en la lucha, ése es el gran regalo de Dios. Utilízalo
con humildad. P. Natalio.
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