domingo, 6 de julio de 2014

Cuando falta amor


Buenos días, amigo/a.

La comunicación te abre a las riquezas de las personas, mientras dejas que también ellos  crezcan con tus propios dones. Sin la comunicación, que es abrirse a los demás y aceptarnos mutuamente, no puede haber verdadero amor. Encerrarse en uno mismo es muerte, en cambio abrirse como hermano es vida, libertad y madurez. 

Un niño que sufría por las riñas y conflictos diarios de sus padres, preguntó un día a su papá cómo comenzaban las guerras. El papá, pacientemente, se sentó y empezó a explicarle: —Imaginemos que México se enoja con Guatemala... La  mamá, que oía la charla, le interrumpió bruscamente:  —Pero México y Guatemala no están enojados. El papá: —Lo sé, pero es un caso hipotético. La mamá: —Pero así confundes al niño. El papá: —¡No, mujer, no! La mamá: —¡Sí hombre, sí, no me contradigas! El niño: —Papá. ¡Ya entendí cómo comienza una guerra!

De la comunicación depende, muchas veces, la felicidad o la desgracia, la paz o la guerra. Que la verdad debe ser dicha en cualquier situación, de esto no cabe duda, mas la forma con que debe ser comunicada es lo que provoca en algunos casos, grandes problemas. Que sepas dialogar siempre con respeto y humildad. P. Natalio.

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