Obras del Señor
Buenos días,
amigo/a.
Abrahán Lincoln dijo: “Todavía concibo que se pueda ser ateo mirando la
tierra; pero no acabo de entender que se puedan alzar, de noche, los ojos al
cielo y decir que no existe Dios”. La naturaleza manifiesta la bondad,
sabiduría y poder de Dios: tanto los astros del cielo como la belleza de un
rosal hablan al hombre de un Dios maravilloso creador de cuanto existe.
V. ¡Cuántas son tus
obras, Señor!
R. ¡Cuántas son tus
obras, Señor!
V. Y todas las hiciste
con sabiduría.
R. ¡Tus obras, Señor!
V. Gloria al Padre, y
al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. ¡Cuántas son tus
obras, Señor!
La naturaleza tiene una fuerza extraordinaria.
Es una gran maestra de oración. Cuando estés en medio de la naturaleza admira
la belleza de una flor, observa los colores de una piedra, quédate apreciando
la forma de un árbol o los movimientos de un insecto. Hay salmos que prestarán
palabras a tus sentimientos (104 y 8).
Volverás renovado y más sereno. P. Natalio.
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