viernes, 18 de julio de 2014

Conserva la calma


Buenos días, amigo/a.

Serenidad es calma interior, sosiego, estabilidad de ánimo, dominio de uno mismo. La serenidad proporciona una fuerte energía vital. La serenidad no es apatía, impasibilidad o dejadez. La serenidad va de la mano de la ponderación y de la objetividad. No hace tragedia de pequeños sucesos negativos. No dramatiza.

El ascensor lleno de gente se quedó atascado, y enseguida comenzó a producirse el pánico. Incapaz de hacerlo subir o bajar, la nueva ascensorista no ocultaba su inquietud. Los pasajeros estaban tensos de ansiedad. De repente, desde el fondo del ascensor se oyó una voz tranquila que dijo: —Tómelo con calma, hija. Si usted no puede manejarlo, yo puedo hacerlo. Trate de recordar las instrucciones, y le vendrán a la memoria. Reinó el alivio. La muchacha reflexionó por unos instantes, empujó una palanca y ascendimos. El hombre que había evitado el pánico bajó en mi piso. —¿Pero, usted sabe manejar ese aparato? —indagué. —¡Qué voy a saber! Había que animar a la chica.

El autodominio es importante para ser libre, pues de lo contrario serás prisionero de ti mismo. No aceptes ser esclavo de tus sentimientos negativos, como el miedo, la ansiedad, el descontento, etc. Deslígate de ellos, despréndelos de tu vida, suéltalos, simplemente, déjalos. Se trata de estar alerta y no darles manija, porque crecen. P. Natalio.

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