Creando al ser humano
Buenos días, amigo/a.
Ayudar y servir son dos
expresiones verificables de un amor que se brinda generosamente a los
demás. De
este olvido de ti mismo, surgirá como por magia, tu propia felicidad y
alegría,
tu auténtica realización. Mira, pues, a tu alrededor: cuántos hoy
necesitan de tu palabra, de tu sonrisa, de tu abrazo o simplemente
de tu compañía para llegar a sus metas.
Cuenta una antigua leyenda,
que cuando Dios estaba creando al ser humano, tenía a su alrededor seis
ángeles: Uno de ellos preguntó: —¿Qué estás haciendo? El segundo
preguntó: —¿Por qué lo haces? El
tercero: —¿Puedo ayudarte? El cuarto
ángel preguntó: —¿Cuánto vale todo
eso? El quinto dijo: —No me gusta – y el sexto se puso a admirar y a aplaudir. El
primer ángel era un científico. El
segundo un filósofo. El tercero un altruista. El cuarto un comerciante. El
quinto un demonio y el sexto un místico. Esos mismos personajes aparecen a
nuestro alrededor cuando queremos hacer algo, y hay que aprender a
reconocerlos. Pocos están dispuestos a ayudar y estimular.
Un pintoresco refrán árabe dice: “Si te
detienes a recoger las piedras que te arrojan en tu camino, jamás llegarás a la
meta”. Hay que bloquearse a los desprecios e insultos de los envidiosos. Es
cierto, sin embargo, que a veces hay críticas que te ayudarán a progresar, a
pesar de que te duelan. Es gran sabiduría aprovecharlas. P. Natalio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario