Ahora mismo, ya
Buenos días, amigo/a
Es
maravilloso el número de cosas imposibles que la gente decidida logra
realizar. Tú deberías formar parte de ese equipo. No olvides que tus
sueños carecen de valor, que tus planes son como el polvo, que tus metas
son fantasías, si no pones de tu parte decisión y acción. Sólo la
acción es la chispa que enciende tus sueños y planes hasta convertirlos
en una realidad. (Mandino).
Uno
de los defectos más comunes de la naturaleza humana es diferir lo que
deberíamos y podríamos hacer ahora. Más claramente es “patear la pelota
para adelante”, como suele decirse. Cuántas hermosas iniciativas han
muerto por esta concesión a la pereza que nos lleva a dejar para después
lo que podemos hacer enseguida. Hay quienes se han hecho especialistas
en buscar excusas para evadir lo que urge llevar a cabo hoy. Aprovecha,
pues, bien el tiempo, “escucha hoy la voz del Señor” (Salmo 95), y
repite en tus adentros una y otra vez la frase que te impulsará a la
acción: “procederé ahora mismo, ya, ya, ya”. Así harás fecunda tu vida.
Para esto Dios te regala un nuevo día.
“Procederé
ahora mismo”. Con estas palabras puedes preparar tu mente para realizar
todo acto necesario para lograr tus metas; con ellas harás frente a
todo desafío que los fracasados eluden. Hoy es el momento oportuno. Este
es el lugar. El impulso inicial tómalo al principio de la jornada,
orando así: “Con tu ayuda, Señor, hoy quiero ser decidido y entusiasta”.
P. Natalio.
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