domingo, 15 de diciembre de 2013

El bordado de mamá

Buenos días, amigo/a.

Los planes y pensamientos de Dios son muy distintos de los proyectos
humanos. La anécdota de hoy puede ayudarte a confiar más plenamente en
los designios de Dios sobre tu vida, porque son frutos de su amor y de
su sabiduría infinita.

Cuando yo era pequeño, mi mamá solía coser mucho. Yo me sentaba cerca
de ella y le preguntaba qué estaba haciendo. Ella me respondía que
estaba bordando. Siendo yo pequeño, observaba el trabajo de mi mamá
desde abajo, por eso siempre me quejaba diciéndole que solo veía hilos
feos. Ella se sonreía, miraba hacia abajo y gentilmente me decía:
—Hijo, ve afuera a jugar un rato y cuando haya terminado mi bordado te
pondré sobre mi regazo y te dejaré verlo desde arriba.  Me preguntaba
por qué ella usaba algunos hilos de colores oscuros y por qué me
parecían tan desordenados desde donde yo estaba.  Más tarde escuchaba
la voz de mamá diciéndome: —Hijo, ven y siéntate en mi regazo.  Yo lo
hacía de inmediato y me sorprendía y emocionaba al ver una hermosa
flor o un bello atardecer en el bordado. No podía creerlo; desde abajo
solo veía hilos enredados. Entonces mi mamá me decía: —Hijo mío, desde
abajo se veía confuso y desordenado, pero no te dabas cuenta de que
había un plan arriba. Yo tenía un hermoso diseño. Ahora míralo desde
mi posición, qué bello.

Muchas veces he mirado al Cielo y he dicho: —Padre, ¿qué estás
haciendo?  Él responde: —Estoy bordando tu vida. Entonces yo le
replico: —Pero se ve tan confuso, es un desorden. Los hilos parecen
tan oscuros, ¿por qué no son más brillantes? El Padre parecía decirme:
—Mi niño, ocúpate de tu trabajo confiando en mí  y un día aquí, sobre
mi regazo, verás el plan desde mi posición y entenderás... Que el
Señor acreciente tu fe y confianza filial. P. Natalio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario