Enséñame tu camino
Buenos días, amigo/a
Cuando en la Biblia se habla de “camino”, casi siempre se refiere
simbólicamente a las “normas de conducta de cada persona”, o en otras
palabras a “su estilo de vida”. En el salmo 1º se lee: “El Señor
protege el camino de los justos, pero el camino de los impíos acaba
mal”. Jesús, cuando dijo “Yo soy el camino”, nos comunicaba que con su
vida expresaba el querer de Dios.
Enséñame, Señor, tu camino, para que siga tu verdad; mantén mi corazón
entero en el temor de tu nombre (86). Me enseñarás el sendero de la
vida, me saciarás de gozo en tu presencia, de alegría perpetua a tu
derecha (16). Bendeciré al Señor que me aconseja, hasta de noche me
instruye internamente (16). Enséñame, Señor, a cumplir tu voluntad y a
guardarla de todo corazón (119). He examinado mi camino para enderezar
mis pies a tus preceptos (119). Dichoso en que con vida intachable
camina en la voluntad del Señor (118). Inclina, Señor, mi corazón a
tus preceptos, dame vida con tu palabra (119). Ensánchame el corazón y
correré por el camino de tus mandatos (119).
Es bueno tener presente las palabras que en los salmos, en especial el
119, significan casi lo mismo que “camino”: como puedes apreciar en
estas frases: cumplir tus mandatos, seguir tus caminos, observar tus
preceptos, obrar según tu voluntad, practicar tus palabras, guardar
tus consignas, obedecer tu santa ley. Alimenta tu oración con la
riqueza de la Palabra. P. Natalio.
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