Dentro de ti mismo
Buenos días, amigo/a
Hoy la Reina de la Paz, que nos conoce, repite un mensaje liberador.
Ella sabe con qué facilidad descuidamos la oración, cómo tantas
obligaciones y tareas desplazan a la oración. Pero la verdad es que,
cuando nos decidimos por ella, siempre experimentamos cuán hermoso es
estar con Dios, que el tiempo transcurrido con él es el tiempo mejor
aprovechado.
“¡Queridos hijos! Hoy también los invito a abrirse a la oración.
Hijitos, viven en un tiempo en que Dios les da grandes gracias, y
ustedes no saben aprovecharlas. Se preocupan de todo lo demás, menos
del alma y de la vida espiritual. Despierten del sueño cansado de su
alma y digan a Dios con todas sus fuerzas, sí. Decídanse por la
conversión y la santidad. Estoy con ustedes hijitos, y los invito a la
perfección de su alma y de todo lo que hacen. ¡Gracias por haber
respondido a mi llamado! ”
Cuántas veces tenemos temor de encontrarnos con nosotros mismos y con
Dios. De allí esa necesidad de hacer algo continuamente, hablar, u
ocuparnos de algo. Hoy el hombre le tiene miedo al silencio, pero sólo
en el silencio de su propio corazón podrá encontrarse y escuchar a
Dios y a sí mismo. El Señor te conceda descubrir el silencio fecundo
de la oración. P. Natalio.
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