La comadreja y la lima
Buenos días, amigo/a.
Otro nuevo día se abre para ti lleno de posibilidades. Aprovéchalo
bien. Sé generoso. Pasa por el mundo desparramando bondad, ayuda,
alegría y paz. El símbolo de la mano abierta que da todo lo que tiene
podría ilustrar con acierto el pensamiento de Jesús que dijo una vez:
“La felicidad está más en dar que recibir” (Hechos 20, 35).
Se introdujo una comadreja en el taller de un herrero y se puso a
lamer una lima que ahí se encontraba. Al cabo de un rato su lengua
arrojaba sangre en abundancia, y la comadreja se puso muy feliz
pensando que había arrancado algo al hierro, hasta que acabó por
perder su propia lengua. Piensa siempre que si haces un daño, tarde o
temprano éste regresará contra ti. Esopo.
Antes de buscar el beneficio personal, piensa cómo puedes servir. En
lugar de querer poseer empezarás a compartir con el anhelo de ayudar a
satisfacer las necesidades de los otros. Lo asombroso es que verás
fluir la verdadera felicidad a tu vida. Cuando prestas servicio a los
demás, resplandece tu semejanza divina. P. Natalio.
Buenos días, amigo/a.
Otro nuevo día se abre para ti lleno de posibilidades. Aprovéchalo
bien. Sé generoso. Pasa por el mundo desparramando bondad, ayuda,
alegría y paz. El símbolo de la mano abierta que da todo lo que tiene
podría ilustrar con acierto el pensamiento de Jesús que dijo una vez:
“La felicidad está más en dar que recibir” (Hechos 20, 35).
Se introdujo una comadreja en el taller de un herrero y se puso a
lamer una lima que ahí se encontraba. Al cabo de un rato su lengua
arrojaba sangre en abundancia, y la comadreja se puso muy feliz
pensando que había arrancado algo al hierro, hasta que acabó por
perder su propia lengua. Piensa siempre que si haces un daño, tarde o
temprano éste regresará contra ti. Esopo.
Antes de buscar el beneficio personal, piensa cómo puedes servir. En
lugar de querer poseer empezarás a compartir con el anhelo de ayudar a
satisfacer las necesidades de los otros. Lo asombroso es que verás
fluir la verdadera felicidad a tu vida. Cuando prestas servicio a los
demás, resplandece tu semejanza divina. P. Natalio.
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