jueves, 24 de mayo de 2012

Buen trato en el hogar


Buenos días, amigo/a.

No es raro que en las familias suceda que el trato cortés y delicado
se reserve más bien para los extraños. Estábamos quizá discutiendo y
vociferando en casa, cuando sonó el timbre, abrimos a la visita que se
anunciaba y de inmediato el clima de la convivencia se modificó.
Empezó un intercambio de amable cortesía con quienes llegaban de
fuera.

En la Italia de la posguerra en cierta ocasión un grupo de periodistas
entrevistó al Conde Sfoza, ministro de relaciones exteriores. Los
reporteros comenzaron a preguntarle sobre la situación política
internacional. —Es francamente optimista y esperanzadora, contestó el
ministro con una sonrisa. Los relaciones italoamericanas son
excelentes; las italobritánicas, así mismo son satisfactorias; las
italofrancesas, van mejorando día a día. Las únicas que dejan que
desear son las italoitalianas. Todos rieron. Y el ministro añadió: —A
veces es más difícil arreglar las rivalidades internas que la gran
política externa.

Vale la pena tenerlo en cuenta y disponerse a vivir en la propia
familia lo que san Pablo recomendaba a los de Colosas: “Practiquen la
benevolencia, la humildad, la dulzura, la paciencia. Sobre todo,
revístanse del amor, que es el vínculo de la perfección”. Y no olvides
que la cortesía y la delicadeza en el trato cotidiano es la mejor
expresión del amor. P. Natalio.

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