lunes, 16 de abril de 2012

Un nuevo empleo


Buenos días, amigo/a.

“Saluda con gozo y agradecimiento el don inapreciable de este nuevo
día. Trata con ternura cada hora porque no retornará jamás. Elude con
empeño todo aquello que mata el tiempo. No escuches a labios ociosos,
ni te quedes donde hay manos inactivas”, (Mandino). Valiosos consejos
para no ser presa de la holgazanería que frustra tus propósitos y
aleja tus mejores metas.

Conversaban dos mujeres en la feria:
- Por fin mi marido consiguió trabajo en una fábrica.
- Y ¿cómo anda en su nuevo empleo?
- Como pez en el agua.
- ¿Qué hace?
- Nada.


Triste suerte la de quien sólo trabaja para vivir, pero no sabe para
qué vive. Triste suerte la de aquel que ha hecho del "tener y retener"
el objetivo de su vida. Dichoso, en cambio, el que, mientras gana su
pan o acrecienta su fortuna, sabe hacer del trabajo una ocasión de
servicio al prójimo y de cooperación con el proyecto de Dios. P.
Natalio.

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