Un nuevo día
Buenos días, amigo/a.
Aquí tienes una oración para “saludar con gozo y agradecimiento el don
inapreciable de este nuevo día. Trata con ternura y afecto cada hora,
porque no retornará jamás. Elude todo lo que mata el tiempo. No
escuches a labios ociosos. No te quedes donde hay manos inactivas”,
(OM). Vive con intensidad el regalo de las próximas doce horas.
Señor, en el silencio de este día que nace, vengo a pedirte paz,
sabiduría y fuerza. Hoy quiero mirar el mundo con ojos llenos de amor;
ser paciente, comprensivo, humilde, suave y bueno. Ver detrás de las
apariencias a tus hijos, como los ves tú mismo, para, así, poder
apreciar la bondad de cada uno. Cierra mis oídos a toda murmuración,
guarda mi lengua de toda maledicencia, que sólo los pensamientos que
bendigan permanezcan en mí. Quiero ser tan bien intencionado y justo
que todos los que se acerquen a mí, sientan tu presencia. Revísteme de
tu bondad, Señor, y haz que durante este día, yo te refleje. Amén.
“Vive este día con un gran amor a todos. Ama a toda clase de personas,
porque cada uno tiene cualidades dignas de ser admiradas, aunque quizá
estén ocultas. Cuando te encuentres con alguien, dile mentalmente
mirándolo a los ojos, te amo. Estas palabras se reflejarán en tu voz y
en tu sonrisa… y se abrirán los corazones”, (OM). P. Natalio.
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