martes, 31 de enero de 2012

Don Bosco incomprendido


Buenos días, amigo/a.

La incomprensión entre las personas es una prueba común. Entre los
mismos miembros de la familia, en las asociaciones apostólicas y
grupos humanos sucede lo que la Reina de la Paz señaló en un mensaje:
“Hijitos, oren y no permitan que Satanás actúe en sus vidas con
malentendidos, incomprensiones y faltas de aceptación entre unos y
otros”.

En Turín corría la voz que el pobre Don Bosco se había vuelto loco, y
la murmuración llegó a tal punto que dos sacerdotes amigos suyos,
estaban tan convencidos de ello que, llevados por la caridad hacia el
santo, intentaron encerrarlo en un manicomio. En aquella ocasión, el
intento de recluirlo en el psiquiátrico tuvo aspectos cómicos: «Me di
cuenta entonces de su juego —escribe don Bosco—, y, sin darme por
enterado, los acompañé hasta el carruaje. Insistí en que entraran
ellos los primeros a tomar asiento. Y cuando lo hicieron, cerré de
golpe la portezuela y grité al cochero: “¡De prisa! ¡Al galope! ¡Al
manicomio, en donde aguardan a estos dos curas!".»

San Pablo a los colosenses los pone en guardia contra las rivalidades,
envidias y discordias, obras propias del hombre carnal y terreno.
Desea, por el contrario, verlos llenos de los frutos del Espíritu, a
saber: amabilidad, bondad, confianza mutua, alegría, amor y paz.
Vigila y ora al Espíritu Santo para mantener encendido en tu corazón
el fuego del amor. P. Natalio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario