lunes, 30 de enero de 2012


San Juan Bosco


Buenos días, amigo/a.

Mañana la Iglesia celebra a san Juan Bosco. A los dos años quedó
huérfano de padre. Pero se constituyó en padre de numerosos huérfanos.
Y millares de jóvenes de toda raza y nación, lo aclaman como “Padre y
maestro de la juventud”. Nació en un hogar pobre. Su vida transcurrió
en la pobreza. Dedicó sus mejores energías a la juventud indigente y
necesitada.

Padre y Maestro de la juventud, san Juan Bosco, que, dócil a los dones
del Espíritu Santo y abierto a las realidades de tu tiempo, fuiste
para los jóvenes signo de la predilección amorosa de Dios. Enséñanos a
ser amigos del Señor, para descubrir, en él y en su Evangelio, el
sentido de la vida y de la verdadera felicidad. Ayúdanos a responder
con generosidad a la vocación recibida de Dios, para ser constructores
de comunión y, unidos a la Iglesia, promover en nuestro ambiente la
cultura del amor. Concédenos perseverar en la vivencia intensa de la
vida cristiana, según el espíritu de las Bienaventuranzas, y así,
guiados por Maria Auxiliadora, nos encontremos un día contigo en el
cielo. Amén.

Don Bosco revitalizó el “sistema preventivo” para la educación
cristiana de niños y jóvenes, basado en la doctrina evangélica
asimilada por su vigorosa y original personalidad. Cimentó su método
educativo en la razón, la religión y el amor. Don Bosco figura entre
los grandes educadores de la humanidad. Honremos a este “gigante de la
santidad”, (Pío XI). P. Natalio.

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