domingo, 8 de enero de 2012


Jesús le habló a un niño


Buenos días, amigo/a.

La adoración eucarística es un encuentro del alma y de todo nuestro
ser con Jesús. Es la criatura que se encuentra con el Creador. Es el
discípulo ante el divino Maestro. Es el enfermo con el Médico de las
almas. Es el pobre que recurre al Rico. Es el sediento que bebe de la
Fuente. Es el débil que se presenta ante el Todopoderoso.

En Inglaterra, un misionero predicaba a muchos niños sobre la
Eucaristía. Tanto conmovió a un niño lo escuchado que, al día
siguiente fue temprano a la Iglesia y se acercó al altar. Como no
podía llegar al Sagrario; se subió al altar y, golpeando la puertita,
preguntó: “¿Estás aquí, Jesús?” Al no oír nada, repitió: “¿Estás aquí,
Jesús? Contestame. Me lo aseguró el Padre”. El niño atendió, pero al
no oír nada insistió: “Querido Jesús, yo creo en ti y te amo.
Contestame”. Esta vez Jesús le dijo: “Sí, estoy aquí, pequeño, ¿qué
necesitas de mí?” El niño con voz temblorosa, dijo: “Mi padre no es
cristiano; te pido que lo conviertas”. Y Jesús le dijo: “Tu oración ha
sido escuchada”. El niño volvió a su casa contento y feliz. Ese mismo
día su padre se acercó a un sacerdote y volvió a Dios.

El santo Cura de Ars exclamaba: “¡Cuán consoladores y suaves son los
momentos pasados con este Dios de bondad! ¿Estás dominado por la
tristeza? Ven un momento a sentarte a sus pies, y quedarás consolado.
¿Eres despreciado del mundo? Ven aquí, y encontrarás un amigo que
jamás quebrantará la fidelidad”. Que sepas aprovechar esta maravillosa
presencia. P. Natalio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario