Las tres hijas del rey
Buenos días, amigo/a.
“La justicia con amor te hace justo, sin amor te hace duro. La bondad
con amor te hace amable, sin amor te hace hipócrita. La inteligencia
con amor sirve a la justicia, sin amor te hace cruel. La agudeza con
amor te hace capaz de adquirir la verdad, sin amor te hace agresivo.
La autoridad con amor te hace guía y protector, sin amor te hace
déspota.
Un rey tenía tres hijas, y a cada una le pidió una explicación del
valor de su amor por él. La mayor dijo que lo quería tanto como el
pan; la segunda, tanto como el vino, y la tercera, tanto como la
sal... El rey se enojó con su hija menor por haber elegido la sal, y
la desterró de su presencia. La hija permaneció desheredada, hasta que
un día el cocinero del palacio le dio un valioso consejo... Preparó a
su padre una de sus comidas favoritas, pero sin sal, totalmente
insípida. Cuando el monarca probó aquel manjar, nada apetecible porque
carecía de sal, comprendió que no podía vivir sin la sal, y recibió
con gusto a su hija, al entender la profundidad de su amor.
La amistad con amor te hace generoso, sin amor te hace interesado. La
alegría con amor te ayuda a ver a Dios en todo, sin amor te hace un
bufón. Tus éxitos con amor te hacen crecer, sin amor te hacen
orgulloso. La vida con amor, lo es todo, tiene sentido; sin amor, no
vale nada” En verdad, el amor es como la sal: da sabor y gusto a la
vida. P. Natalio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario