Enséñame a ser generoso
Buenos días, amigo/a.
La generosidad es una virtud que te pone en sintonía con Dios que es
todo amor y donación de sí mismo. Cada día puedes empezar a ser
generoso en gestos pequeños. Con la práctica se te irá abriendo el
corazón, descubrirás la alegría de dar y comprobarás, maravillado, que
recibes mucho más de lo que das.
Señor, enséñame a ser generoso, a dar sin calcular, a devolver bien
por mal, a servir sin esperar recompensa, a acercarme al que menos me
agrada, a hacer el bien al que nada puede retribuirme, a amar siempre
gratuitamente, a trabajar sin preocuparme del reposo. Y, al no tener
otra cosa que dar, a donarme en todo y cada vez más a aquel que
necesita de mí esperando sólo de ti la recompensa. O mejor: esperando
que tú mismo seas mi recompensa. Amén.
El egoísmo atrofia al hombre, que sólo en la donación generosa a los
demás.encuentra su madurez y plenitud. Si te preocupas demasiado por
ti mismo y tu propio entorno, si vives para acumular dinero y
comodidades, no te quedará tiempo para los demás. Si no vives para los
demás, la vida carecerá de sentido para ti, porque la vida sin amor no
vale nada. P. Natalio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario