Nunca
en estado vegetativo
Buenos
días, amigo/a
Quizá, como tantos, vives una vida agitada por
el ritmo moderno de la vida. No estás habituado a detenerte para encontrarte
contigo mismo. Tal vez rehuyes sin advertirlo esos momentos de soledad tan
necesarios, mientras abres una y otra vez Internet para distraerte o bien te
quedas en el bar con los amigos. Ese vivir como extraños a uno mismo es “alienación”.
Anoche mi mamá y yo estábamos sentados en la sala hablando de tantas
cosas de la vida, entre otras, tocamos el tema de cómo vivir y especialmente
cómo morir. A cierto punto le dije terminantemente: —Mamá, nunca me dejes vivir en estado vegetativo, dependiendo
de máquinas y líquidos de una botella. Si me ves en ese estado, desenchufa los
artefactos que me mantengan así. ¡Prefiero morir! Entonces, mi madre se levantó
con cara de admiración... ¡¡¡Y me desenchufó el televisor, el DVD, el Cable,
Internet, la PC,
el mp3, el mp4, la Play
Station, el teléfono, me quitó el celular, la notebook y me
tiró todas las cervezas !!!
El conocimiento de ti mismo, de tus fortalezas y debilidades, está en la
base de tu crecimiento armónico como persona. Con un ojo en tus virtudes para
conservarlas y darles brillo, y con el otro ojo en tus debilidades para
neutralizarlas, afronta con esperanza y firmeza esa labor cotidiana de llegar a
realizar el proyecto de Dios sobre tu vida. P. Natalio.
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