Las dos
alforjas
Buenos
días, amigo/a
Jesús dijo “No juzguen y no serán
juzgados”, y también “Felices los misericordiosos porque obtendrán misericordia”.
El que critica es porque antes ha juzgado al prójimo. No juzgues porque no
conoces la situación real de cada uno. Eso sólo lo sabe Dios. Júzgate en cambio
a ti mismo: es lo más acertado, es el tiempo mejor empleado.
Cuenta una fábula que Zeus colocó dos alforjas a cada ser humano: una
delante, sobre el pecho y otra atrás a la espalda. Los hombres, imprudentemente,
todos han puesto en la alforja que está a la vista los defectos de las personas
que van conociendo, mientras que los defectos propios en la alforja que tienen
en la espalda. Por eso conocen tan bien y tienen siempre presente los defectos
ajenos, pero conocen poco y se olvidan de los defectos propios.
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