viernes, 19 de junio de 2015


Superación personal


Buenos días, amigo/a

“¿Quieres ayudar? Ayúdate primero. Los que tienen conflictos provocan conflictos a su alrededor. Los que no se aceptan no pueden aceptar a los demás. Los fracasados necesitan ver fracasar a los demás. Los resentidos siembran violencia”, (Ignacio Larrañaga). La superación personal es una tarea indispensable para ser fermento de paz en tu ambiente.

"Ser hoy me­jor que ayer y mañana mejor que hoy: este es el gran objetivo de la vida". Si cada día empleamos la voluntad en librarnos de un defecto, conseguiremos superarnos casi sin trabajo. Para ello nos conviene descubrir nuestros defectos, o que nos los hagan notar. En el modo de ha­blar y de reír, en las palabras empleadas para decir una cosa, en el movimiento de los brazos y de las piernas, en la ma­nera de mirar, en todo, tenemos mucho que aprender, mucho que adelantar. Hay, por ejemplo, variadas expresiones para una negativa, desde el "no" brusco, seco, hasta la frase cortés y delicada. Con ésta, la negativa será menos dura para quien la recibe. Empeña la voluntad en la obra más grande y duradera que puedes realizar: tu superación y progreso personal.

Las piedras de los cerros caen al lecho de los torrentes y allí rozándose entre sí, pulen sus aristas, se suavizan y se vuelven brillantes. La convivencia cotidiana nos ayuda a madurar y pulirnos. Es un taller donde se forma la personalidad y se arraigan virtudes fundamentales, como la paciencia, la humildad y la esperanza. Aprovéchalo. P. Natalio.

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