jueves, 11 de junio de 2015


Nunca olvides…


Buenos días, amigo/a

Ser optimista es cultivar una visión serena de la vida que nos lleve descubrir todo lo que hay de bueno, alegre y gratificante en medio de espinas, carencias y calamidades. No pierdas el sentido de la proporción y más bien destaca todo lo positivo, porque son muchos los especializados en detectar todo lo sombrío y difícil de nuestro diario caminar.

Olvida los días nublados, pero no olvides tus horas de sol ni tus noches estrelladas. Olvida los momentos en que fuiste derrotado, pero no olvides las batallas que has ganado. Olvida los errores que no puedes cambiar, pero no olvides las lecciones que has aprendido y todo lo que enseñas ahora. Olvida los días en que has estado solo y triste, pero no olvides las sonrisas que has encontrado y tantas que encontrarás. Olvida los planes que fallaron, pero nunca olvides que debes tener siempre un sueño.

Una forma concreta de cultivar el optimismo es tratar de “vivir dando gracias a Dios”, precioso consejo que daba san Pablo a los primeros cristianos. Desde luego si empiezas a vivir con el “gracias, Señor”, en los labios, es porque has empezado a descubrir y concentrarte en todo lo que te da satisfacción y alegría. P. Natalio.

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