Nunca
olvides…
Buenos
días, amigo/a
Ser optimista es cultivar una visión serena de
la vida que nos lleve descubrir todo lo que
hay de bueno, alegre y gratificante en medio de espinas, carencias y
calamidades. No pierdas el sentido de la proporción y más bien destaca todo lo
positivo, porque son muchos los especializados en detectar todo lo sombrío y difícil
de nuestro diario caminar.
Olvida los días nublados, pero no olvides tus horas de sol ni tus
noches estrelladas. Olvida los momentos en que fuiste derrotado, pero no
olvides las batallas que has ganado. Olvida los errores que no puedes cambiar,
pero no olvides las lecciones que has aprendido y todo lo que enseñas ahora.
Olvida los días en que has estado solo y triste, pero no olvides las sonrisas
que has encontrado y tantas que encontrarás. Olvida los planes que fallaron,
pero nunca olvides que debes tener siempre un sueño.
Una forma concreta de cultivar el optimismo es tratar de “vivir dando
gracias a Dios”, precioso consejo que daba san Pablo a los primeros cristianos.
Desde luego si empiezas a vivir con el “gracias, Señor”, en los labios, es
porque has empezado a descubrir y concentrarte en todo lo que te da
satisfacción y alegría. P. Natalio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario