Un corazón
generoso
Buenos
días, amigo/a
La generosidad
caracteriza al corazón noble y compasivo. Más allá del acto caritativo, implica
el desarrollo de una cierta sensibilidad – o compasión – que nos vuelve dispuestos
a dar nuestra posesión más preciada, que somos nosotros mismos. Aquí tienes una
oración para liberarte del egoísmo y/o indiferencia con los demás. Es del P.
Víctor Fernández.
Señor, mira mi corazón. Tú
sabes que a veces pierdo el entusiasmo porque a mi vida le falta generosidad,
sensibilidad frente al mal ajeno, y estoy demasiado pendiente de mí mismo. A
veces me desanimo porque no recibo elogios o no veo los frutos de mis
esfuerzos. Dame un corazón más generoso, para que realmente me interese la felicidad
de la gente, para que de verdad me duelan los problemas ajenos, y no solamente
los míos. Libérame del egoísmo y de la indiferencia. Así pondré toda mi pasión
para ayudar a los demás y me entregaré con entusiasmo. Tómame, Señor, utilízame
para derramar tu poder y tu luz en el mundo. Amén.
En la curación de la suegra de
Pedro se destaca un detalle importante: la mujer, no bien fue curada, se puso a
servir a los presentes. Cuando busques a Dios con el deseo de ser curado de tus
dolencias o angustias, suplícale con la intención de servir mejor a los demás y
no solamente para gozar de bienestar, encerrado en tu propio interés. P.
Natalio.
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