viernes, 10 de abril de 2015


La paz del corazón


Buenos días, amigo/a

“Me saciarás de gozo en tu presencia, Señor, y de alegría perpetua a tu derecha” (Sal 16). Esta dicha inmensa te está reservada si, adherido a Cristo por la fe y el amor, lo sigues en el camino del Evangelio. “¡Qué bondad tan grande, Señor, reservas para tus fieles! (Sal 31,19) Se nutren de lo sabroso de tu casa (¡Dios!) y les das a beber del torrente de tus delicias”, (Sal 35). La Reina de la paz te da la clave para lograrlo: ¡santidad y oración!

“¡Queridos hijos! También hoy los invito a poner en práctica y a vivir los mensajes que les doy. Decídanse por la santidad, hijitos, y piensen en el paraíso. Sólo así tendrán paz en sus corazones, la cual nadie podrá destruir. La paz es el don que Dios les da en la oración. Hijitos, busquen y trabajen con todas sus fuerzas para que la paz triunfe en sus corazones y en el mundo. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado! ”

La paz y la serenidad son valores importantes que debes cuidar con diligencia. Con la ayuda del Señor, no te dejes perturbar por pequeñeces que debes despreciar y olvidar. Desde que te levantes elige conscientemente estar sereno y tranquilo. La persistente interiorización de estos valores, producirá sus frutos. P. Natalio.

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