jueves, 12 de marzo de 2015

El hijo más sagaz


Buenos días, amigo/a

Un cirio encendido es un hermoso símbolo de la sabiduría. En efecto, quien la posee sabe guiarse a sí mismo y a los demás. La fe en Jesús es la sabiduría de los bautizados. Por eso en el bautismo se te recomendó mientras se entregaba un cirio a tus padrinos que  lleves por toda tu vida encendida esta luz hasta la venida de Jesús, corona, gloria y descanso eterno.

En Etiopía cuentan la historia de un anciano que, en su lecho de muerte, llamó a sus tres hijos y les dijo: No puedo dividir en tres lo que poseo. Eso dejaría muy pocos bienes a cada uno de ustedes. He decidido dar todo lo que tengo, como herencia, al que se muestre más hábil e inteligente. Dicho de otra forma, a mi mejor hijo. He dejado encima de la mesa una moneda para cada uno de ustedes. Tómenla. El que compre con esa moneda algo con lo que llenar la casa, se quedará con todo. Se fueron. El primer hijo compró paja, pero solo consiguió llenar la casa hasta la mitad. El segundo hijo compró bolsas de pluma, pero no consiguió llenar la casa mucho más que el anterior. El tercer hijo que consiguió la herencia sólo compró un pequeño objeto. Era una vela. Esperó hasta la noche, encendió la vela y llenó la casa de luz.

La fe la regala Dios como una semilla. Te corresponde favorecer su desarrollo y preservarla de todo peligro, para que llegue a madurez. El Señor espera recoger los frutos de este regalo en el ambiente que te rodea. Tu fe prosperará y se volverá fecunda si la cuidas con oración, Palabra de Dios, sacramentos y obras de misericordia. El Señor cuenta contigo. No le falles. P. Natalio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario