Bautismo
y 1ª comunión
Buenos
días, amigo/a
La cuaresma es un regalo de Dios para detenerte en el camino de la vida
y analizar si caminas en la dirección correcta, purificar tu conciencia,
renovar tu fidelidad a la alianza bautismal, al contrato que hiciste con Dios, retomar
el proyecto de felicidad y santidad que Dios pensó para ti, y volver a lo más
puro de tu identidad cristiana: a tu condición de hijo de Dios y hermano de
todos los hombres.
1) En un bautismo estaba el sacerdote
introduciendo al niñito en la pila bautismal, cuando entró un hombre sencillo
de un lejano barrio y preguntó: —Padrecito,
¿está bautizando al changuito?
—No, si le voy a
estar enseñando a nadar…
2) En una noche muy oscura un cordobés se cayó en un pozo de cal. Todo
blanco pasó delante de un bar lleno de sus amigos. Uno le preguntó: —Che,
negro, ¿te has caído en un pozo de cal? —No, ¡si voy a hacer la primera
comunión!
Durante la
cuaresma te espera el Señor en el sacramento de la reconciliación. Es una respuesta coherente al
llamado a la conversión de la Palabra
de Dios. Y una ocasión de experimentar el gozo del perdón del Padre y su amor
infinitamente misericordioso. Así podrás coronar este tiempo de gracia con una
comunión pascual bien preparada. P. Natalio.
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