viernes, 26 de diciembre de 2014


El ciempiés


Buenos días, amigo/a.

Es maravilloso el número de cosas difíciles que la gente decidida logra realizar. Tú deberías formar parte de ese equipo. No escapes de las tareas de hoy ni las postergues para mañana. La demora que te ha retrasado fue efecto del temor. El secreto para disipar el temor está en proceder sin vacilación. Afronta los desafíos de cada día con valentía.

“¡Qué complicación –exclamó el Abad viendo caminar a un ciempiés–  y qué maravilla: lo hace tan bien que parece fácil! De pronto, le vino a la memoria una historieta que había escuchado no sabía dónde: "El pequeño ciempiés sintió que debía lanzarse a caminar, y preguntó inquieto a su madre: Para andar, ¿qué pies debo mover primero: los pares o los impares, los de la derecha o los de la izquierda, los de delante o lo de detrás? ¿O los del centro? ¿Y cómo? ¿Y por qué? Cuando quieras andar, hijo mío –le respondió la madre–  deja de cavilar y... anda.

“Procederé ahora mismo”. Con estas palabras puedes preparar tu mente para realizar todo acto necesario para lograr tus metas; con ellas harás frente a todo desafío que los fracasados eluden. Hoy es el momento oportuno. El impulso inicial tómalo al principio de la jornada, orando así: “Con tu ayuda, Señor, hoy seré decidido y entusiasta”. P. Natalio.

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