Comparte
tus dones
Buenos días,
amigo/a.
Existe una inmensa alegría en poder alegrar a otros a pesar de nuestra
propia situación. La aflicción compartida disminuye la tristeza, pero cuando la
alegría es compartida, se duplica. Si deseas sentirte feliz y realizado, basta
compartir tus bendiciones, especialmente ésas que no se pueden comprar con
dinero.
Si tienes un regalo, no lo ocultes. Si tienes una
canción, cántala. Si tienes talento, ejercítalo. Si
tienes amor, bríndalo. Si tienes tristeza, sopórtala. Si tienes felicidad,
compártela. Si tienes religión, vive y obra según ella. Si tienes una oración,
dila a los cielos. Si tienes una palabra dulce, no la retengas. Porque: todos
tenemos regalos que podemos dar. Todos tenemos canciones que podemos cantar.
Todos tenemos palabras melodiosas que podemos decir. Todos tenemos plegarias
que podemos orar. Todos tenemos amor y alegría que podemos dar. Todos tenemos
una vida feliz por vivir. Repartamos por el mundo lo que Dios nos dio para
compartirlo generosamente.
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